La moneda oficial turca cae a su nivel más bajo, a la vez que el país presenta indicios de una crisis del pan

La lira se desploma mientras Turquía prevé una nueva revolución del pan

PHOTO/PRESIDENCIA DE TURCA via AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, habla con los medios de comunicación - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, habla con los medios de comunicación

El programa económico que sigue ahora mismo el gobierno turco consiste en una disminución de las tasas de interés como medida para fortalecer la economía del país, como consecuencia de ello, el valor de su moneda, la lira turca, ha sufrido una caída considerada como la mayor de su historia. 

En este mismo momento, a su vez, el país ha presentado indicios de una gran crisis del pan, cuyos precios han sufrido cambios por tercera vez en el mes. 

Asimismo, los efectos de esta crisis podrían llegar a aumentar el nivel de pobreza del país, así como dar lugar a nuevas protestas masivas, las cuales según los observadores podrían denominarse la “revolución del pan”. 

El precio de la moneda turca cayó a 12,25 libras por dólar, lo que supone un porcentaje de un 2,9 por ciento, después de estar desde hace dos meses al nivel de 10 libras, comparado con las 6 libras por dólar del año anterior.  

No obstante, en comparación con el dólar estadounidense, éste ha conseguido aumentar su valor en más del doble frente a la lira este año, lo que agita enormemente el mercado turco.  

Oficina de cambio de moneda, en un mercado abierto de Estambul, el lunes 22 de marzo de 2021

Según una encuesta oficial de Reuters, el Banco Central hizo recortes en la tasa de interés hasta el 14 por ciento, estando la referencia en 100 puntos básicos, a pesar de que la inflación aumentó hasta sobrepasar el 21 por ciento. 

Asimismo, el Banco Central ha recortado su tasa de interés para alinearse con el plan de Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, para poner en primer lugar las exportaciones y los préstamos, bajando en 400 puntos básicos a un 15 por ciento desde el mes de septiembre. 

Debido a esto, diversos economistas y legisladores han mostrado su desaprobación en cuanto a esta política

“Hay un experimento en curso y Erdogan está dirigiendo este experimento”, según comunicó Guldem Atabay, economista de Istanbul Analytics

“Las tasas de interés se reducirán tanto como sea posible”, agregó el economista turco.  

Fotografía de archivo, manifestantes sostienen carteles en los que se lee "El periodismo es el seguro de la democracia" y "Si se detiene al periodista, no se sabrá nada de las noticias" en Estambul el 9 de septiembre de 2020

De acuerdo con la información procedente del Banco Central, la presión inflacionaria no sería constante, sino temporal, así como vital para multiplicar el crecimiento económico y de esta manera conseguir que la balanza se mantenga en equilibrio por sí misma.  

Como consecuencia de esta crisis financiera, contraria a la dada en el país, surgieron nuevos efectos que comenzaron a hacer presión en los turcos, lo que se puede observar en las grandes colas de espera en frente de las panaderías en Estambul, capital de Turquía, con el objetivo de adquirir el denominado “pan popular”, apoyado por las autoridades de la ciudad.  

Al ser un ingrediente primordial para la cocina turca, el Gobierno comenzó a hacer presión a las panaderías para que vendieran el pan blanco tradicional a un precio inferior que el coste total de producción, obligando a los supermercados y tiendas de comestibles a venderlo al mismo precio.  

Sin embargo, y como consecuencia de ello, algunas panaderías se han visto obligadas a interrumpir su labor debido al incremento en los precios de la harina, la levadura, la electricidad, y el gas, entre otros.  

Manifestaciones en Turquía

Asimismo, si las autoridades correspondientes no solucionan este problema y comienzan a implementar medidas para garantizar este producto a un precio razonable en los distintos mercados, los observadores consideran que dará lugar a protestas multitudinarias. 

El pasado domingo, se formaron varias protestas en las ciudades de Ankara y Estambul, en la que los manifestantes exigían la salida del Gobierno debido a la caída en las condiciones económicas y de vida, el deterioro del valor de la lira y el aumento de la tasa de inflación, las cuales han incrementado el nivel de pobreza en el país.  

Según los medios locales, en el país hay 14 millones de personas viviendo al límite de la pobreza que reciben un salario mínimo, así como 7. 587.123 personas cuyos ingresos mensuales son un tercio del salario mínimo.  

Con el objetivo de apaciguar a la población, el presidente turco anunció el pasado jueves que aumentaría el salario mínimo en el país aproximadamente un 50 por ciento en 2022, lo que supone un incremento de 275.44 dólares, así como prometer que dicha situación finalizaría pronto. 

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