La expansión de la COVID-19 lastra la evolución de la economía nacional y de las finanzas públicas

La llegada de inversión a Túnez se redujo un 14,2% en los seis primeros meses de 2020

PHOTO/REUTERS - Terminal de carga del puerto de Rades en Túnez

Las entradas de inversión extranjera directa (IED) en Túnez durante el primer semestre de 2020 disminuyeron un 14,2% en comparación con el mismo período del año anterior hasta situarse en 1.100 millones de dinares tunecinos, unos 340 millones de euros, tras haber caído casi un 25% en los tres primeros meses del año. De acuerdo con Asharq Al-Awsat, esta reducción confirma la tendencia a la baja observada en los últimos dos años y fue especialmente significativa en el caso del sector de los servicios, con una caída estimada en más del 50%. El valor de la IED en el sector industrial se redujo un 13,3% y la dirigida al energético un 9%, mientras que las inversiones agrícolas experimentaron un aumento del 18%.

Por su parte, la Autoridad de Inversiones de Túnez (TIA, por sus siglas en inglés) anunció el pasado mes que hasta finales de julio había gestionado 34 proyectos de inversión, con un monto estimado en casi 1.500 millones de dinares, unos 450 millones de euros, y 9.086 nuevos empleos. Buena parte de estos proyectos, el 53%, se dirigieron hacia el sector industrial, que además fue el que mayor número de empleos, un 77%, generó. La pandemia del coronavirus también ha causado un fuerte impacto en la evolución de la economía tunecina y de las finanzas públicas. El PIB del país se contrajo un 21,6% en el segundo trimestre y la Confederación de Industria, Comercio y Artesanía de Túnez ha llegado a pedir al Gobierno que active el estado de emergencia para salvar la economía.

Los ingresos fiscales directos cayeron un 11,4% en el primer semestre del año y los procedentes del IVA un 15,5%, mientras que lo recaudado por los gravámenes corporativos descendió un 18,7% y los derivados de las tasas aduaneras un 12,9%.

En esta situación de clara disminución de los recursos estatales, el Gobierno se ha visto obligado a recurrir a un endeudamiento que espera respaldar con sus recursos, con cerca de 7.200 millones de dinares tunecinos de los 11.200 millones de dinares tunecinos asignados en la Ley de Finanzas para este 2020.

AFP/ FETHI BELAID - Las mujeres tunecinas llevan máscaras faciales para protegerse contra el nuevo coronavirus en un mercado de la ciudad tunecina sudoccidental de Gabes, el 26 de agosto de 2020
El comercio y la economía tunecina afrontan una grave desaceleración por la COVID-19

Los últimos datos revelados por el Instituto Nacional de Estadísticas de Túnez reflejan la grave desaceleración que experimentó la economía del país norteafricano en los primeros tres meses del año y el fuerte impacto que la crisis sanitaria está teniendo en su comercio exterior. La caída de las exportaciones tunecinas durante este período se situó en el 13,5%, hasta sumar en total unos 3.600 millones de dólares. Por su parte, la contracción de las importaciones alcanzó el 15,1%, al totalizar sus compras en el exterior apenas 4.800 millones de dólares.

El descenso de las exportaciones ha afectado prácticamente a todas las actividades, salvo a la minería y los fosfatos, mientras que la caída de las importaciones ha sido especialmente acusada en el sector de los equipos mecánicos y eléctricos, con un descenso del 20,7%, y en el textil, cuero y confección, en el que se ha registrado un 17,2% menos de compras. Se espera que esta dinámica a la baja continúe, e incluso se agudice, en el futuro si no se consigue volver al escenario anterior, sobre todo debido a la fuerte interconexión que este país norteafricano mantiene con los países europeos, que representan cerca del 70% de todos sus intercambios comerciales.

Según recoge Asharq Al-Awsar, algunos expertos, como el exministro de Economía, Hakin Ben Hammouda, ya han mostrado su preocupación ante una desaceleración que seguirá lastrando el crecimiento esperado en Túnez durante la segunda mitad de 2020.

Esta evolución conllevará además un aumento del desempleo en, al menos, 158.000 personas, que se sumarían a los 630.000 desempleados actuales. De acuerdo con la última previsión del FMI, la crisis del coronavirus implicará una contracción del 4,3% en la economía tunecina durante este año, la recesión más profunda desde que este país alcanzara su independencia en 1956.

La enfermedad ha golpeado especialmente al estratégico sector turístico tunecino, que genera cerca del 10% del PIB nacional, pero también está lastrando el desempeño en casi todas las actividades, a la vez que empeoran los indicadores de liquidez, deuda o inversión.

Financiación exterior

En esta situación, el Gobierno depende en gran medida de la financiación oficial exterior, que se cifra entre el 10% y el 15% de su PIB. De hecho, el FMI ya aprobó a principios de abril un préstamo de emergencia de 745 millones de dólares para ayudar a Túnez a mitigar el impacto de la pandemia.

 PHOTO/REUTERS - Un hombre utiliza un cajero automático en el centro de Túnez, Túnez

Según informa African Manager, la Comisión Europea ha propuesto destinar una ayuda financiera de 600 millones de euros a Túnez, dentro del paquete de asistencia valorado en 3.000 millones de euros de la estrategia Team Europe dirigido a mitigar las consecuencias de la pandemia en 10 países vecinos de la UE.

Estos fondos estarían disponibles durante 12 meses en forma de préstamos favorables. Su primer desembolso podría realizarse en cuanto se alcanzase un primer compromiso y la segunda entrega podría llevarse a cabo a finales de este 2020.
 

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