La mayoría de los turcos creen las acusaciones del líder de la mafia contra el Gobierno
El 75% de los turcos estiman como verídicas las acusaciones de corrupción contra el Gobierno de Turquía formuladas por el líder de la mafia turca Sedat Peker, según ha revelado este jueves un estudio de la compañía demoscópica otomana Avrasya. A pesar de ser acusado por el jefe de Gabinete de Erdogan, Oktay Saral, como portavoz de “los enemigos de Turquía”, la sociedad turca cree que las afirmaciones de Peker son ciertas.
Cerca del 95% de los encuestados que simpatizan con los partidos de la oposición estima que los políticos implicados en las acusaciones deberían abandonar el cargo, mientras que un tercio de los votantes que respaldan al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan y a su aliado nacionalista piensan lo mismo, según arroja el estudio.
El número 1 de la mafia turca, Sedat Peker, ha publicado en las últimas semanas y presuntamente desde Dubái un total de ocho vídeos a través de la plataforma YouTube en los que profiere graves acusaciones a figuras políticas de relieve en Turquía, incluidos varios integrantes de la formación política que ocupa el Gobierno, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), y que van desde el asesinato hasta la violación, el contrabando de drogas, la corrupción y el papel del crimen organizado en las maquinaciones políticas y la violencia.
La serie de vídeos publicados por Peker suman más de 80 millones de visualizaciones. En uno de ellos se jacta de que sus enemigos “serán derrotados por un trípode y una cámara de teléfono”. Voces de la oposición al régimen de Erdogan alegan que Peker pretende denunciar la corrupción y la mala gestión del Ejecutivo, otros mantienen que ha abierto la caja de Pandora con “los secretos profundos del Estado”. No obstante, actúa por venganza contra los funcionarios del Gobierno que incoaron un proceso penal contra él y allanaron su domicilio.
En el último vídeo, Peker reveló los supuestos movimientos de Turquía en Siria y Libia. El jefe de la mafia aseguró que un grupo paramilitar llamado SADAT, bajo la supervisión de la Presidencia turca, enviaba armas a los yihadistas de Al-Nusra en Siria disfrazándolas de un convoy de ayuda que originalmente enviaba a los turcomanos sirios. Peker no ha presentado pruebas documentales que respalden ninguna de sus afirmaciones, sin embargo, es sabido que periodistas del diario Cumhuriyet fueron encarcelados por informar sobre los envíos de armas turcas enviadas a Siria en 2015.
Las palabras del líder de la mafia irritaron al Ejecutivo y al SADAT, que negaron rotundamente las afirmaciones. “Peker demostró que actúa bajo las órdenes de los enemigos de Turquía y las alianzas malignas internas con sus ridículas declaraciones”, reaccionó Oktay Saral. “Nuestro Estado hará lo que sea necesario y todos los poderes reconocerán que este país no se verá perjudicado con tales actos absurdos”, añadió.
Entre los principales señalados se encuentra el actual ministro del Interior, Suleyman Soylu, uno de los candidatos mejor posicionados para suceder a Erdogan. Este motivo le ha llevado a ser el principal objetivo de Peker. En uno de sus vídeos, este aseguró haber recibido protección policial y, además, haber sido avisado de una investigación sobre sus actividades por parte del ministro del Interior.
El propio Soylu habría buscado el apoyo del líder de la mafia para impulsar su carrera política y derrotar en una lucha de poder contra una camarilla rival del Partido AK dirigida por el yerno de Erdogan, el exministro de Finanzas Berat Albayrak. La reacción del ministro del Interior calificó las acusaciones de “asquerosas mentiras” y dijo que se le había señalado por su lucha contra el crimen organizado y el “terror”.
Peker ha prometido más vídeos sobre la élite política de Turquía. Aunque aún no ha lanzado ninguna acusación contra Erdogan, al que se ha referido en términos respetuosos, se espera que hable de su relación con el presidente en el próximo vídeo que será publicado este fin de semana. Erdogan, por su parte, declaró que las afirmaciones de Peker eran un complot contra Turquía. “Nadie debe dudar de que desbarataremos esta artera operación”, trasladó el presidente ante los miembros de su partido.
Sedat Peker, 49, comenzó a ser conocido en la década de los 90 por sus actividades delictivas. Entre 2005 y 2014 estuvo en prisión condenado por una batería de cargos, entre ellos el de formar y dirigir una organización criminal. De la misma forma que otras figuras de la mafia turca, Peker ha estado relacionado con posiciones de extrema derecha nacionalista, por lo que después de su liberación se convirtió en un ferviente partidario del presidente Erdogan.
Estuvo detrás de la organización de mitines del AKP cuando la formación mantenía posiciones rayanas con el nacionalismo turco y alianzas con el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) de extrema derecha, de cuyo apoyo depende ahora el Partido de la Justicia y el Desarrollo para mantener una mayoría parlamentaria. El propio Peker amenazó a los críticos del Gobierno y dijo que se “bañaría” en la sangre de los académicos que habían solicitado el fin de los combates entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en las ciudades del sureste de Turquía en 2016.
A pesar de haber sido ganador de premios empresariales y filantrópicos, el líder de la mafia abandonó el país en 2020 para evitar ser procesado tras acusar a la policía turca de maltratar a su mujer y a sus hijas en una redada en el domicilio familiar el mes pasado. La Fiscalía de Ankara emitió el pasado miércoles una nueva orden de detención contra él, aunque ahora vive, supuestamente, los Emiratos Árabes Unidos tras pasar al parecer una temporada en Europa del Este.
