Musulmanes de todo el mundo se vuelven a dar cita un año más en la ciudad santa en medio de un clima de tensión en la región

La Meca se prepara para recibir a más de 1,6 millones de peregrinos

REUTERS/ZOHRA BENSEMRA. - Un peregrino musulmán graba con su telefono a otros peregrinos que recorren los círculos en torno a la Kaaba.

Más de 1,6 millones de musulmanes comenzarán este viernes su gran peregrinación anual a la ciudad santa de La Meca. La población es esta ciudad saudí ha ido aumentando considerablemente en estos días en la víspera al inicio del Hajj, mes culminante del calendario musulmán. Por delante le esperan a los peregrinos cinco días de ritos y encuentros religiosos. “Es la primera vez que siento algo tan fuerte, es increíble”, explicaba un peregrino indonesio de 40 años al medio Swissinfo. “El Islam nos une”, aportaba por su parte, Leku Abibi, un mecánico ugandés de 46 años. 

Este año, el número de peregrinos ha aumentado un 6% respecto a 2018, según el Ministerio de Hajj y la Umrah, saudí este año se han emitido 6,75 millones de visados para realizar la peregrinación, lo que supone un aumento respecto al año pasado, en el que se expidieron 6,39 millones de visados Umrah. Mohammed al-Klaiby, subsecretario de este Ministerio, declaró que también ha aumentado la ocupación en La Meca y Medina. Los comercios y restaurantes de estas ciudades se preparan para el mes donde más ingresos tienen, el turismo religioso saudí deja en el país miles de millones de dólares cada año. 

En medio de tensiones y algunos conflictos en el Golfo las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí extreman sus trabajos. En una rueda de prensa Jaled al-Faisal, gobernador de la provincia saudí de La Meca, explicó que alrededor de 350.000 agentes de las fuerzas de seguridad están movilizados para dar respuesta a gran cantidad de los peregrinos. ”El reino hace el máximo esfuerzos para acomodar a los peregrinos para que realicen sus ritos con seguridad”, afirmó Al-Faisal.  Las medidas de seguridad se han reforzado especialmente desde la estampida ocurrida en 2015, que provocó la muerte de 2.300 peregrinos, el Gobierno saudí, además, ha instalado miles de cámaras para supervisar el trascurso de los actos. 

Los peregrinos musulmanes, vestidos de blanco, se dirigen al monte Arafat.

Este mes santo para los musulmanes comienza en un clima de conflictos y tensiones regionales que van desde la península Arábiga hasta el golfo Pérsico. Irán y Estados Unidos están viviendo continuas escaladas de tensión desde las sanciones económicas impuestas por el país norteamericano al desapego del acuerdo nuclear de Irán. Del mismo modo Riad y Teherán llevan arrastrando durante varios años la ausencia de relaciones diplomáticas y conflictos de influencia en otros países árabes. Pese a todo, se prevé que en torno a 88.550 iraníes participen en la peregrinación, según la agencia Tasnim. 

“Hemos abierto nuestros corazones a todos los peregrinos de cualquier lugar, y vamos a servirles de la misma manera”, respondió Al-Faisal a la pregunta sobre cómo iba a ser la situación de los peregrinos qataríes. Arabia Saudí mantiene unas relaciones muy ásperas con Qatar en los últimos años, desde que el Gobierno saudí, junto con Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bahréin, rompieran sus relaciones diplomáticas y acusaran a su vecino del Golfo de estar financiando a grupos terroristas.

Desde España, 1.800 musulmanes con residencia en el país saldrán rumbo a La Meca en estos días. Esta cifra ha sido el número de visados que el Gobierno saudí ha expedido para los peregrinos españoles. Los principales puntos de partida serán Barcelona, Madrid, Ceuta, Málaga y Melilla, según ha informado el presidente de la Comisión Islámica de España, Riat Tatary, a la gencia Europapress. 

Los musulmanes tienen que estar presentes en La Meca este jueves, el día 8 de agosto. En el monte Arafah realizarán una parada para rezar, para después dirigirse en La Meca y dar siete vueltas a la piedra Kaaba. La peregrinación concluye el día 10 de agosto, después de salir de la ciudad de Mina, los peregrinos volverán a hacer una parada en Arafah y finalizarán, como empezaron, dando otras siete vueltas a la Kaaba dejándola esta vez a su izquierda. Así, la liturgia culmina con el Eid al-Adha o el Día del Sacrificio: en este día cada familia musulmana debe de sacrificar a un cordero y dividirlo en tres partes: una para la familia, otra para los más cercanos y finamente otra para los más necesitados. 
 

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