Erdogan no ha confirmado que se vaya a reunir con Rusia, Alemania y Francia para reducir las tensiones en Idlib

La nueva hoja de ruta de Erdogan para Siria y Libia

PHOTO/ Servicio de Prensa Presidencial vía AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, habla con los medios de comunicación antes de salir para Bakú, Azerbaiyán, en el aeropuerto, en Ankara, Turquía, el martes 25 de febrero de 2020

La guerra civil en Siria ha sido capaz de poner fin a años y años de relaciones entre Ankara y Damasco. Siria es un claro ejemplo de la fugacidad que tienen determinadas alianzas en Oriente Medio y es que los que hace una década eran aliados hoy tienen el valor a llamarse enemigos. La intervención militar turca en Siria ha consistido en una serie de operaciones militares efectuadas por el país presidido por Erdogan desde 2011, con el fin de proteger sus intereses en la región. En octubre de 2019, Turquía lanzó una ofensiva en el noroeste de Siria exacerbando aún más las tensiones entre los actores protagonistas de este conflicto.  

Desde entonces, el líder turco ha ido intensificando poco a poco sus amenazas contra Damasco. Unas amenazas que no han hecho gracia a Moscú, un país con el cual Turquía mantiene una tensa alianza diplomática para intentar encontrar la paz en Siria. “El tema de Idlib es tan importante como Afrin y la región donde se llevó a cabo la Operación Fuente de Paz. Nos reuniremos nuevamente el cinco de marzo para discutir los mismos problemas”, aseguró el presidente turco el pasado sábado, según la agencia de noticias Anadolu, afín al Ejecutivo de Erdogan.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la ceremonia de inauguración de la histórica Biblioteca Presidencial en el complejo presidencial de Ankara

Sin embargo, el presidente de Turquía ha admitido este martes que no existe aún ningún acuerdo sobre la celebración de una cumbre entre Rusia, Francia y Alemania el próximo 5 de marzo para analizar las desastrosas consecuencias del conflicto de Siria.  Aun así, el mandatario turco ha asegurado que espera reunirse con su homólogo ruso en estas fechas.  Es más, ha anunciado que Rusia y Turquía se reunirán este miércoles en una nueva ronda de negociaciones para rebajar la tensión en Idlib. “Primero debemos resolver Idlib”, señaló el mandatario de Turquía. 

Por su parte, Macron y Merkel han pedido a Putin que ponga fin a la inestabilidad en esta región. “Le han exigido el fin de los combates en Idlib y de los obstáculos al acceso humanitario”, manifestó la representación alemana ante la UE a través de un mensaje en la red social Twitter. La reunión entre Macron y Merkel tuvo lugar en los márgenes de la cumbre celebrada en Bruselas el pasado jueves.  

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una reunión al margen de una cumbre especial del Consejo Europeo en Bruselas, Bélgica, el 20 de febrero de 2020

Las fuerzas del presidente de Siria, Bashar Al Asad, mantienen una ofensiva cuyo objetivo es retomar Idlib, la última región controlada por los rebeldes en Siria. El secretario general de la ONU, António Guterres instó la semana pasada a ambas partes a poner fin a la escalada de violencia en esta zona del país, una zona devastada por la guerra y en la que casi tres millones de personas han tenido que huir por los constantes combates y bombardeos. 

La incursión turca en Siria ha tenido profundas consecuencias en el plano estratégico. La desesperación de Erdogan por evitar una victoria de Assad le ha llevado a recrudecer su dialéctica contra Rusia, aliado de Assad, y a aumentar las tensiones en la región. Al menos 17 soldados turcos han sido asesinados por las fuerzas del régimen sirio en Idlib en este mes, unos asesinatos que llevaron a Erdogan a anunciar que “la intervención en Idlib es inminente”. 

Fotografía de archivo. Las tropas y artillería turcas se preparan para entrar en Siria

Erdogan informó el sábado de que Turquía había establecido una “hoja de ruta” para Siria después de haber hablado telefónicamente con los tres líderes; mientras tanto, el Kremlin explicó que Rusia estaba analizando la posibilidad de celebrar una cumbre entre las cuatro potencias. Erdogan ha hecho estas declaraciones durante una rueda de prensa celebrada en Ankara antes de iniciar su viaje oficial a Azerbaiyán. El objetivo de esta visita es revisar todos los aspectos de las relaciones entre Turquía y Azerbaiyán, así como profundizar en la cooperación entre ambas naciones. 

En este mismo discurso, el presidente de Turquía ha reconocido que su país ha sufrido las primeras bajas militares en Libia, donde apoya al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), asentado en Trípoli y liderado Fayez Sarraj. “Dos militares han muerto en Libia”, ha asegurado sin especificar en qué circunstancias se produjeron estas bajas.  Además, ha criticado que el mariscal de campo y líder del Ejército Nacional Libio, Jalifa Haftar, “carezca de legitimidad y reciba armas y apoyo financiero de otros países”.  Estas declaraciones han llegado varias horas después de que un carguero con bandera de Libia, procedente de Turquía, estuviese preparado para atracar en el enclave libio de Misrata. 

En el lado sirio de la zona fronteriza, cerca de la aldea turca de Bukulmez, en la provincia de Hatay (Turquía), se ven tiendas de campaña que alojan a los desplazados internos en el campamento de Atma, en la provincia de Idlib (Siria), el 24 de febrero de 2020

Turquía es, en parte, culpable de que las negociaciones de paz en Libia estén paralizadas. Hace una semana, el Gobierno de Acuerdo Nacional de Fayez Sarraj, con sede en Trípoli, anunciaba la suspensión de su participación en la comisión militar conjunta de Ginebra "hasta que se den respuestas firmes contra el autor del ataque contra un barco en el puerto de la ciudad” y ha asegurado que tienen previsto “responder firmemente al ataque en el momento oportuno”.  Durante el último mes, Turquía está enviando a Trípoli y Misrata, otro puerto aliado al Ejecutivo liderado por Fayez Sarraj, buques con armas.  Este distanciamiento entre los dos gobiernos enfrentados en Libia se ha hecho visible este lunes cuando ambas partes han anunciado que no participarán en la ronda de contactos políticos prevista para este miércoles en Ginebra. 

La intervención militar de Turquía en Siria y Libia ha marcado un nuevo hito en la influencia de Ankara en la región. Este tipo de actuaciones encuentran sus raíces en el proyecto político de Erdogan y en sus ansias de poder. Turquía ha ido cambiando su definición de amenaza durante los últimos años y ha ido actuando en función de lo que consideraba en ese momento, eso sí, muchas veces sin pensar en las consecuencias. Mientras tanto, en medio de esta espiral de inestabilidad se encuentran los miles y miles de civiles que cada día luchan por sobrevivir y que cada noche sueñan con la paz, una paz que, por ahora, es tan solo un espejismo. 

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