La nueva prueba nuclear de Corea del Norte dispara al oro como refugio de los inversores

Miguel Ángel Valero/diarioabierto.es

Pie de foto: Imagen de la televisión norcoreana en la que Kim Jong-un inspecciona una supuesta bomba de hidrógeno.

Las tensiones geopolíticas impulsan su cotización por encima de los 1.300 dólares la onza y benefician también al yen japonés y al franco suizo. Corea del Norte llevó a cabo este domingo, 3 de septiembre, una nueva prueba nuclear, la sexta de su historia, en la que supuestamente detonó una bomba de hidrógeno que es capaz de equipar en un misil de alcance intercontinental. El ensayo es el más potente hasta la fecha y culmina un verano en el que el régimen ha acelerado considerablemente el desarrollo de su programa de armamento nuclear, lo que ha generado un conflicto verbal directo nunca visto con el presidente estadounidense, Donald Trump.

Según informó la televisión estatal norcoreana, la prueba fue un “éxito total”. La explosión provocó un potente seísmo, de magnitud entre 5,7 y 6,3, y según las primeras estimaciones fue unas cinco veces más potente que el último ensayo, realizado justamente hace un año.

Los servicios sismológicos de varios países detectaron un potente temblor en Corea del Norte, que según Seúl tuvo un origen “artificial”. China y Estados Unidos aseguraron que el seísmo fue de magnitud 6,3, mientras que Corea del Sur lo rebajó a 5,7. El temblor se detectó sobre las 12:20 hora surcoreana (3.20 horas GMT) en el noreste del país, en una zona cercana a la base nuclear de Punggye-ri, donde se llevaron a cabo las cinco pruebas anteriores.

Ocho minutos después, los sismómetros registraron un segundo terremoto en las mismas coordenadas, de magnitud 4,6. Ambos se detectaron muy cerca de la superficie. Según China, el primero sería una “sospecha de explosión”, mientras que el segundo se debería a un “derrumbe”. El mayor temblor se pudo sentir en varias zonas de la provincia china de Jilin, fronteriza con Corea del Norte, y también en la ciudad rusa de Vladivostok.

La prueba “marcó una ocasión muy significativa en la consecución de la meta final de completar la fuerza nuclear del Estado (norcoreano), aseguró la presentadora de la televisión estatal, Ri Chun-hee, que describió la bomba como “un arma termonuclear con una potencia sin precedentes”.

Horas antes de la detonación, la agencia oficial KCNA anunció que el régimen había logrado desarrollar una bomba de hidrógeno lista para ser instalada en un misil balístico intercontinental. El despacho iba acompañado de varias fotos del líder norcoreano, Kim jong-un, inspeccionando un artefacto que se trata de “un arma termonuclear de un extraordinario poder explosivo”.

Reacciones internacionales

Corea del Sur ha puesto en alerta a su Ejército y la oficina presidencial convocó de inmediato una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación. El presidente Moon Jae-in ha pedido una reunión de Naciones Unidas y la aprobación de nuevas sanciones económicas “para aislar completamente” a Corea del Norte. Ante el desarrollo visible del programa de armamento nuclear norcoreano, Seúl no descartó desplegar “los más poderosos activos tácticos estadounidenses” en su territorio.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha condenado el ensayo nuclear y ha reclamado una reacción rápida del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) y una respuesta “clara y unida” de la Unión Europea.

China, a través de un escueto comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, también expresa “su decidida oposición y enérgica condena”, y recuerda que “Corea del Norte ha ignorado la oposición generalizada de la comunidad internacional”.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condena “enérgicamente que Corea del Norte haya realizado su sexto ensayo nuclear, es otra flagrante violación de las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, incluida la resolución 2321, aprobada en noviembre de 2016”.

Tras subrayar que la OTAN está “preocupada” por “el comportamiento desestabilizador” de Pyongyang y la amenaza que representa para la seguridad “regional e internacional”, Stoltenberg ha dejado claro que el Gobierno norcoreano tiene que “detener de inmediato todas las actividades nucleares y de misiles balísticos de una forma irreversible, verificable y completa” y “reactivar el diálogo con la comunidad internacional”.

“Emplazo a Corea del Norte a respetar sus obligaciones internacionales y a abandonar todas las amenazas y acciones que contribuyen a crear tensión e inseguridad”, ha concluido el secretario general de la Alianza Atlántica.

El Gobierno de Japón ha asegurado que el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, H.R. McMaster, le ha trasladado a su homólogo nipón, Shotarou Taniuchi, que Washington está firmemente comprometido con la defensa de Japón, incluso en caso de ataque nuclear.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha condenado el nuevo ensayo nuclear norcoreano y ha advertido de que el régimen de Pyongyang “solo entiende una cosa”. “Corea del Sur está percatándose de que, como ya les dije yo, su postura de apaciguamiento con Corea del Norte no va a funcionar. ¡Solo entienden una cosa!”, ha afirmado Trump a través de su cuenta personal en Twitter. En sus mensajes, Trump recuerda que “Corea del Norte ha realizado una prueba nuclear importante”. “Sus palabras y acciones siguen siendo muy hostiles y peligrosos para Estados Unidos”, ha apuntado. “Corea del Norte es una nación paria que se ha convertido en una gran amenaza y en una vergüenza para China, que intenta ayudar, pero con poco éxito”, añade.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha manifestado su “profunda preocupación” por el ensayo nuclear realizado por Corea del Norte, al tiempo que ha hecho un llamamiento a mantener la calma para evitar que se registren acciones que supongan una “escalada de violencia” en la región. “El desprecio que Pyongyang vuelve a demostrar de esta manera hacia las demandas contenidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las normas del derecho internacional merece la más decidida condena”, añade el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. “Llamamos a todas las partes implicadas a retomar el diálogo y las negociaciones como la única vía posible para dar una solución congruente a los problemas de la península de Corea, incluyendo el nuclear”, ha afirmado.

Oro contra la tensión geopolítica

Los inversores están buscando refugio en el oro y en otros activos, como el yen japonés o el franco suizo, ante la escalada de tensión geopolítica por Corea del Norte, las consecuencias del huracán Harvey, la debilidad del dólar y los problemas políticos del presidente estadounidense Donald Trump en Washington, opinan los expertos de Saxo Bank en divisas, John J. Hardy, y en materias primas, Ole Hansen.

La búsqueda de refugio de los inversores ante estos factores de incertidumbre llevó al oro a romper la resistencia clave de los 1.300 dólares la onza.  “Uno de los mejores amigos del oro este año ha sido Trump. El presidente estadounidense se está convirtiendo cada vez más en una figura más aislada, sin capacidad para promulgar políticas en su país y que provoca desconfianza en el extranjero. Su irracionalidad, que a menudo se traduce en tweets incendiarios, todavía puede mover los mercados y se ha convertido en el apoyo del oro”, interpreta Ole Hansen.

“Los siguientes objetivos de subida para el oro son los máximos alcanzados tras las elecciones estadounidenses, 1.337 dólares, y los máximos post-Brexit, 1.375 dólares, respectivamente. Este último nivel representa el 38,2% de retroceso de la caída entre 2011 a 2015 y fue donde el rally de 2016 se quedó sin fuerza. Por abajo, los 1,295 dólares /onza deben ser funcionar como soporte ante cualquier contratiempo en el mercado. Mantenemos nuestro objetivo para finales de año en 1.325 dólares/onza por el momento, pero con el riesgo sesgado al alza”, añade Hansen.

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