Miembros del Consejo de Seguridad estiman que de producirse este nombramiento tendría que recaer en un expresidente español 

La ONU baraja nombrar un español como Enviado Especial para el Sáhara Occidental 

AFP/FADEL SENNA  - - El personal de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO)

Algunos miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas habrían sugerido al secretario general Antonio Guterres, nombrar a un español para ocupar el puesto de Enviado Especial en el Sahara Occidental, que tiene como misión la de mediar entre las partes involucradas en el conflicto. Ante el fracaso obtenido por personalidades internacionales de primer plano como el ex Secretario de Estado norteamericano James Baker, el diplomático estadounidense Christopher Ross o el expresidente alemán Horst Kohler, el secretario general de la ONU podría designar a un español para el puesto.  

Varios países miembros del Consejo de Seguridad y otros influyentes en el ágora mundial de Nueva York, consideran que España no está comprometida activamente en la búsqueda de la solución a un conflicto en el que estuvo en su origen. Tras el Acuerdo de Madrid firmado por el gobierno español con los gobiernos marroquí y mauritano el 14 de noviembre de 1975, y presentado ante el registro de Naciones Unidas, España cedió el territorio y abandonó la escena. Desde entonces no ha formado parte de ninguna negociación para la solución del conflicto que opone a Marruecos y al Frente Polisario por la soberanía de la ex colonia española.  

La posibilidad de nombrar a un español como Enviado Especial de Antonio Guterres para el Sáhara, vendría a llenar esta ausencia y forzaría a España a recuperar protagonismo en el conflicto. 

Miembros del Consejo de Seguridad estiman que de producirse este nombramiento tendría que recaer en un expresidente español, no sólo por el simbolismo de la función, sino porque las partes involucradas en el conflicto, los tres países magrebíes Marruecos, Argelia y Mauritania, junto al Frente Polisario, exigirían un compromiso al más alto nivel de la que fue potencia colonizadora del territorio hasta 1975.  

Los tres ex presidentes españoles posteriores a la Transición política que continúan en actividad, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, reúnen condiciones a favor y en contra de la idoneidad del puesto. Todos tienen en común un conocimiento exhaustivo del conflicto y una amplia experiencia en el tratamiento de temas espinosos y delicados a los que ha tenido que hacer frente España desde la muerte de Franco, y de los que ha salido relativamente airosa. Experiencia política, capacidad de diálogo y objetividad en el tratamiento de contenciosos, han caracterizado a los tres mandatarios españoles. Igualmente, los tres posibles candidatos han mantenido relación directa con los actores en el conflicto y se han reunido repetidas veces con todos ellos por separado.  

La cuestión reside entonces en la aceptación que puedan tener o no por parte de los protagonistas en el conflicto territorial. Según algunas informaciones que circulan entre los miembros del Frente Polisario y a las que ha tenido acceso ATALAYAR, Marruecos podría inclinarse en favor de José Luis Rodríguez Zapatero, mientras que Argelia y el frente saharaui lo harían más por José María Aznar.  

En cuanto a Felipe González, goza de la confianza de Marruecos, y en el pasado mantuvo estrechas relaciones  con Argelia (fue bajo su mandato que España y Argelia firmaron los grandes contratos bilaterales) y con el Polisario, que aunque el entonces presidente español decidió cerrar las oficinas del Frente Polisario en Madrid en 1985 tras el ataque de unos comandos armados del Frente a la patrullera española Tagomago en la que murió un oficial de la Armada, permitió su reapertura en 1989, con el consiguiente apoyo material y logístico de cientos de ayuntamientos, regiones y gobiernos autónomos regidos por el PSOE, al movimiento independentista saharaui. 

También hay que señalar en estas posibles candidaturas, que el ex presidente Zapatero, además de considerarse buen amigo de Marruecos, lo es también del venezolano Nicolás Maduro y a través de él mantiene un hilo de relación discreta con el régimen argelino y el movimiento Polisario. Zapatero envió recientemente una intervención de saludo y apoyo al recién creado Movimiento Saharauis por la Paz que preconiza una solución pacífica y negociada al conflicto.  

En lo que respecta a José María Aznar, las dificultades de obtener un placet de Marruecos para su hipotético nombramiento, se deben más a las relaciones personales del exmandatario español con el rey Mohamed VI, que a su perfil político. Hay que recordar al respecto que el presidente Aznar desactivó la bomba de relojería del conflicto de Perejil em verano de 2002, puesto en marcha por fuerzas ocultas interesadas en avivar las desavenencias hispano-marroquíes. Tras el conflicto del islote, Aznar viajó a Marruecos y en una amplia entrevista con el rey Mohamed VI, sentó las bases de una cooperación multiforme y formalizó la creación de estructuras bilaterales para la solución de los contenciosos entre ambos países. Aunque la corriente personal no sea la mejor, en el Palacio real de Rabat se tiene en cuenta la capacidad negociadora del ex presidente español.  

El hecho mismo de que en la Secretaría General de las Naciones Unidas se plantee la posibilidad de nombrar un español como Enviado Especial, es un cambio importante en la gestión del conflicto por parte de la organización mundial, y, según algunas fuentes, una posibilidad real de llegar a buen puerto.  

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