El estallido de un nuevo brote de ébola se suma al coronavirus y al sarampión en el país

La ONU destina 40 millones de dólares para combatir las emergencias sanitarias en la República Democrática del Congo

photo_camera UNICEF/Tremeau - Trabajadores de salud visitan a una madre y su hija en el centro de tratamiento de ébola en Butembo, República Democrática del Congo

Tras el reciente anuncio de un nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas liberó esta semana 40 millones de dólares del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia para ayudar a combatir las urgentes necesidades sanitarias en el país africano.

Mark Lowcock tomó la decisión de asignar esa cantidad pocos días de después de que el Gobierno congolés confirmarse la existencia de un nuevo brote de ébola en la ciudad de Mbandaka, la capital de la provincia de Équateur situada al noroeste del país. La nación africana se enfrenta a un brote de larga duración en el que han fallecido más de 2.200 personas desde que se iniciase en las provincias oriental de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur en agosto de 2018.

Los fondos ayudarán a reforzar los actuales servicios de salud de la República Democrática del Congo y permitirán continuar con el apoyo a los supervivientes del Ébola junto al establecimiento de sistemas comunitarios de vigilancia, alerta y respuesta rápida. Al mismo tiempo, servirá para cubrir el suministro de alimentos, refugio, agua y apoyo sanitario, así como los servicios de salud, educación y protección.

El ébola no es el único problema

Además del ébola, la nación africana se enfrenta a una peligrosa mezcla de crisis sanitarias y humanitarias como el mayor brote de sarampión a nivel mundial, un desplazamiento interno de personas a gran escala, la inseguridad y la pandemia de coronavirus. Hasta el 4 de junio, se registraron 3.494 casos de COVID-19 y 74 muertes en la República Democrática del Congo.

Mark Lowcock advirtió a la comunidad internacional de que la situación en la nación africana es “un claro recordatorio” de que no hay que desatender las crisis humanitarias que ya estaban presentes antes del inicio de la pandemia del coronavirus. “Si perdemos de vista la situación en lugares como la República Democrática del Congo, las personas vulnerables que están atrapadas en círculos viciosos de sufrimiento no tendrán la oportunidad de luchar contra la COVID-19”, señaló.

Los brotes de ébola no acaban de desaparecer

Durante este año, la República Democrática del Congo estuvo cerca de acabar con los brotes varias veces. Antes de declarar el fin de un brote, la Organización Mundial de la Salud recomienda esperar 42 días desde que el último caso confirmado haya dado negativo dos veces consecutivas en los análisis de sangre practicados para detectar la presencia del virus.

El coordinador humanitario de las Naciones Unidas explicó que se requieren esfuerzos continuos para evitar más brotes. Esto incluye el aumento de la capacitación de la nación africana para luchar contra el Ébola, conseguida durante este brote, y el fortalecimiento de su sistema de salud de acuerdo con los planes del Gobierno sobre la asistencia médica universal.

La asignación de 40 millones de dólares para la República Democrática del Congo lanzada esta semana se suma a un desembolso previo de 30 millones de dólares. Desde su creación, el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia ha ayudado a cientos de millones de personas destinando más de 6.500 millones de dólares en 104 países y territorios. “Esto no habría sido posible sin el generoso y constante apoyo de los donantes”, finalizó Lacroix.
 

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