Despidos, ERTE, rebaja salarial… los clubes improvisan ante una situación desconocida mientras sus gestores intentan poner cordura en su propio caos

La pandemia que transforma al fútbol

photo_camera AFP/ANDER GILLENEA - Fotografía de archivo del estadio Ipurua en Eibar en el partido de fútbol de la Liga española entre el Eibar y la Real Sociedad, que se jugó a puerta cerrada por el coronavirus

No sabemos en qué va a transformar al fútbol el coronavirus, pero el virus ha conseguido mover los cimientos del rey de los deportes. Y de la baraja entera porque Tokio y el COI ya han trasladado la maquinaria olímpica a 2021.

#SinVAR

Hay muchos actores en el negocio del fútbol. Los hay en tiempos de bonanza, más aún en tiempos de crisis sobrevenidas sin avisar. Mientras el Madrid y el Barça se peleaban por qué equipo era peor, mientras el VAR ocupaba las tertulias y los radicales veían manos negras de lunes a viernes, nada nos hacía pensar que nos iban a quitar todo eso de golpe. Y, más aún, no esperábamos que la respuesta del planeta fútbol tuviera que ser inmediata. Eso ha provocado indecisiones y cambios de planteamiento sobre la marcha. Nunca habíamos sufrido algo así. No había manual.

#FútbolDeDespacho

Mientras España aguanta la respiración y espera confinada en casa que llegue el pico de contagios y las mascarillas a los sanitarios, el fútbol se sigue jugando en los despachos. Esos lugares siniestros donde se cocina a fuego lento el futuro del negocio. LaLiga, la RFEF y el sindicato de jugadores no han dejado atrás sus diferencias ni en mitad de una pandemia mundial que se está cobrando miles de vidas. Los medios han conseguido que su ruido ni nos llegue. Que sus peleas pasen desapercibidas. Que sus minutos de gloria sean de fracaso. 

#SinOpio

Javier Tebas no podía parar la ingeniería futbolística que pone en marcha cada año. Su fútbol maneja el 3% del PIB español. Los políticos saben que los partidos calman a las masas de votantes cuando ellos no pueden cumplir sus promesas. Casi siempre. Miles de negocios viven de esos 90 minutos. Tebas quería acabar la competición jugando a puerta cerrada porque sabía que el negocio está en la televisión, no en los estadios. Compró test de coronavirus para los equipos de Primera y Segunda. Quería aislar al fútbol de una sociedad que ya vive aislada. La Eurocopa apretaba pero no ahogó. 

Un hombre con máscara y guantes delante de una tienda de artículos deportivos que exhibe camisetas de los equipos de fútbol Real Madrid CF y FC Barcelona, el 17 de marzo de 2020
#Euro2021

La UEFA anunció la Euro 2021. Lo hizo rápido. Sin paños calientes. Sin dudas. Dejando solo al COI en su empeño olímpico. Y abrió las puertas a que las ligas puedan terminar sin agobios. Metidos en verano. Seguros. Con público. Y con las deseadas finales intactas. Ahora queda tomar decisiones. Esperar a que los responsables sanitarios dicten órdenes para poder salir a la calle. Para volver al colegio, al trabajo, a las tiendas… y al fútbol. No será fácil. 

#Ridículos

LaLiga y la RFEF hace tiempo que interpretan el papel de los políticos. Afear y criticar todo lo que hace su contrario mecánicamente. Ese piloto automático les hizo llegar a la ridícula situación de acordar suspender el fútbol en España sin fecha de vuelta y luego enviar unos comunicados disparatados culpándose de nimiedades. Presión política, sin duda. Había que mandar el mensaje al pueblo de que esto va para largo. Que el fútbol no va a volver el 5 abril ni a mediados de mayo. Volverá cuando sea seguro y todo lo prioritario funcione como antes. 

#Despidos

Los clubes podían vivir ajenos a todo esto. Los jugadores estaban en sus casas, bien equipadas y cumpliendo una rutina de trabajo que les mantenga en forma hasta la vuelta. Teletrabajo, alguna que otra videoconferencia, entrevistas por Skype y a esperar. La palabra mágica era ERTE, los despidos temporales de siempre que ahora toman valor. Las empresas cierran hasta nueva orden y pueden poner en pausa los contratos de sus trabajadores para volver a retomar la labor más adelante. No les echan, pero tampoco les pagan. Muchos clubes de Primera y Segunda ya han anunciado que se acogen a la medida. El Barça ha sido el primero de los grandes seguido del Atlético de Madrid. Ya sabemos de los problemas económicos del conjunto catalán y el Atleti nunca ha escondido que no vive en la abundancia. Los empleados que no pueden acogerse al teletrabajo sufrirán la medida.

#RealSolidario

El Real Madrid se mantiene a la espera. No ha parado las obras del Bernabéu, pero ha puesto el estadio a disposición de la Comunidad de Madrid para acoger material sanitario en sus instalaciones. También se sabe que hay dinero en la tesorería. Quizá hasta para pagar las nóminas un par de meses y no meterse en despidos. Otra cosa son los sueldos de la plantilla. El Barça pide reducir un 50% y la plantilla el 25%. Ojalá pudiéramos asistir a la negociación sindical de la plantilla con Bartomeu. Un cuadro. Si los jugadores no juegan, los clubes no pagan.

Están en su derecho, pero el fútbol se mueve por otros derroteros económicos. Hacienda e histórica manga ancha con equipos deudores provocó el famoso límite salarial y el plan de pagos al Erario. 

Una mujer con una mascarilla en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid
#ElFútbolSufre

La pandemia ha movido la primera ficha y detrás han caído el resto. El fútbol se ha desestabilizado. Los que creían que su negocio era intocable sufren cuando no son portada de la prensa deportiva. La solidaridad habitual de los equipos se hace más grande en estas situaciones. El deporte que gobierna el mundo habla de despidos, de ERTE, de reducción de nóminas, pierde minutos de pantalla… Una cura de humildad inevitable. 
 

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