La caída regional del PIB latinoamericano en 2020 será la peor de toda su historia

La pobreza extrema en América Latina podría llegar a los niveles de 1990 tras la pandemia

photo_camera REUTERS/EDGARD GARRIDO - Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL)

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha sacado su informe anual número 72 titulado “Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2020”. En este informe se ofrecen cifras desalentadoras respecto al desarrollo económico de la región que, tras la pandemia del coronavirus, vive una gran recesión que no se recuperará hasta 2024.

Durante la presentación del informe, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, anunció la principal conclusión del estudio: “La cooperación internacional, a través de una mejor distribución de la liquidez global, debe apoyar la expansión del espacio de políticas en la región”.

La CEPAL depende de la Organización de las Naciones Unidas y es la responsable de promover el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe. La institución se creó en 1948 y, desde entonces, realiza informes anuales de investigación económica.

La pandemia del coronavirus lo ha cambiado absolutamente todo este año. “Lo que estaba por avanzar ha retrocedido y nos va a costar mucho recuperarlo”, reincidía Bárcena. Para la recuperación y la transformación económica y social tras la crisis desatada por la pandemia, será esencial mantener y profundizar las políticas macroeconómicas activas.

El informe presenta en esta nueva edición un análisis de los efectos económicos provocados por la pandemia en cada país de la región y entrega recomendaciones de políticas para enfrentarlos. Sobre todo en materia fiscal y monetaria, junto con la importancia de resaltar la cooperación internacional. 

La primera parte del informe hace un repaso de la economía regional en 2019, la segunda parte se centra en la vulnerabilidad financiera que ha quedado tras la pandemia del coronavirus y, por último, la tercera parte incluye un anexo país por país para la consulta específica del desarrollo económico de cada nación.

“La pandemia de la COVID-19 está teniendo impactos negativos históricos en lo económico, productivo y social, con secuelas y efectos a mediano plazo sobre el crecimiento, aumentos en la desigualdad, pobreza y desempleo. Por ello, el proceso de recuperación de  la actividad económica (PIB) a sus niveles precrisis será más lento que lo observado en la crisis ‘subprime’ (de 2007-2008)”, indicó Alicia Bárcena al dar a conocer el documento.

América Latina pasa por la peor crisis económica del siglo, más que en 2008

Según el informe, América Latina y el Caribe está viviendo su peor crisis económica en un siglo, con una contracción estimada de su Producto Interno Bruto (PIB) regional de -9,1%. Debido a esto, a fines del 2020 el nivel de PIB per cápita sería igual al de 2010, es decir, habría un retroceso de 10 años con un fuerte aumento en la desigualdad y la pobreza.

Se prevé, además, el cierre de 2,7 millones de empresas formales en 2020, mientras que el desempleo alcanzaría a 44 millones de personas (con un incremento de 18 millones de personas respecto al nivel de 2019, el mayor aumento desde la crisis financiera global). Por ello, durante la presentación la CEPAL incentivó a los Gobiernos a apoyar a las pequeñas y medianas empresas, “la liquidez no está equilibrada”, declaraba Bárcena.

Además, la pobreza llegaría a los mismos niveles observados en 2005, es decir, marcaría un retroceso de 15 años, alcanzando a 231 millones de personas, mientras que la pobreza extrema llegaría a los niveles de 1990, lo que implica un retroceso de 30 años, alcanzando a 96 millones de personas.

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“En este escenario, serán necesarias políticas macroeconómicas activas para retomar el crecimiento y promover una agenda de transformación estructural. Hay que fortalecer los ingresos públicos, mantener las políticas monetarias expansivas convencionales y no convencionales, y fortalecer la macro regulación prudencial junto a la regulación de los flujos de capitales para preservar la estabilidad macro financiera en el corto y mediano plazo.”, explicó Bárcena durante la presentación.

La pandemia ha ayudado al avance de las políticas fiscales

En materia de política fiscal, el Estudio Económico 2020 indica que los países han realizado diversos esfuerzos fiscales pata mitigar los efectos de la pandemia, que en promedio suman el 4,1% del PIB, acompañados de garantías estatales de crédito de hasta 10% del PIB. Estos esfuerzos fiscales, además de las caídas en los ingresos públicos, han contribuido a un mayor déficit fiscal y aumentos de la deuda pública.

En este sentido, el documento indica que el desafío es mantener una política fiscal activa en un contexto de mayor endeudamiento.  Para ello se requiere una política fiscal en un marco de sostenibilidad fiscal centrado en los ingresos. 

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Es necesario que América Latina y el Caribe aumenten su recaudación tributaria, que actualmente es de 23,1% del PIB en promedio para los Gobiernos generales de la región, comparado con el 34,3% de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). 

Para esto se debe combatir la evasión y elusión tributaria, que llega al 6,1% del PIB regional, consolidar el impuesto a la renta a personas físicas y corporaciones, extender el alcance de los impuestos sobre el patrimonio y la propiedad, establecer impuestos a la economía digital y correctivos, como los ambientales y relacionados a la salud pública.

“La política fiscal activa debe vincular el corto (de emergencia) con el mediano y largo plazo, para cambiar el modelo de desarrollo hacia la transformación productiva con sostenibilidad e igualdad”, señaló la secretaria de la CEPAL. 

En el informe recomiendan a los países latinoamericanos orientar el gasto público hacia la reactivación y transformación económica fortaleciendo la inversión pública hacia sectores que fomenten el empleo, la paridad de género, la inclusión social, la transformación productiva y una transición igualitaria hacia la sostenibilidad ambiental.

América Latina sigue necesitando apoyo internacional

Para expandir el espacio de políticas, la CEPAL considera distribuir mejor la liquidez global a través de la cooperación internacional. En este campo se debe capitalizar las instituciones de crédito multilaterales para ampliar su capacidad de financiamiento y liquidez tanto en la coyuntura como con una mirada más larga. 

La CEPAL también recomienda institucionalizar la cooperación entre los Bancos Centrales para sostener tanto las políticas monetarias expansivas como aquellas dedicadas a la preservación de la estabilidad macro financiera, junto con ampliar la red de seguridad financiera mundial y regional para contrarrestar los efectos negativos de la volatilidad de los flujos financieros en momentos de crisis sistémicas.

En este ámbito, la iniciativa Fondo para Aliviar la Economía COVID-19 (Fund to Alleviate COVID-19 Economics - FACE), presentada por el Gobierno de Costa Rica recientemente “es un ejemplo de mecanismo de cooperación internacional para mejorar la distribución de la liquidez global hacia los países en desarrollo”, explicaba Bárcena.

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El informe también resalta que el alivio y restructuración de la deuda para países con vulnerabilidades y alta carga de pagos de intereses es necesario para expandir espacio de políticas.

Actualmente, los países de renta media concentran el 96% del total de la deuda de los países en desarrollo (excluyendo a China e India), por lo que es urgente que la comunidad financiera internacional amplíe las condiciones de liquidez para hacer frente a las necesidades de financiamiento a nivel mundial.

“Aliviar el pago de intereses de la deuda aumentaría la disponibilidad de recursos para el desarrollo”, declaró Alicia Bárcena. “En este ámbito, existe una imperiosa necesidad del alivio de la deuda del Caribe. La CEPAL ha abogado por el apoyo financiero para que las economías vulnerables del Caribe puedan generar resiliencia a través de una iniciativa para reducir su deuda y la creación de un Fondo Caribeño de Resiliencia”, destacó.

Durante la conferencia la CEPAL anunció que el próximo noviembre publicarán otro informe sobre las medidas adoptadas por los Gobiernos latinoamericanos para paliar la pandemia. En este informe se podrán ver los cambios estructurales que darán un rumbo u otro a la economía de la región.

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