Razones y consecuencias de la retirada del asesor de Seguridad Nacional de la Administración Trump

La política exterior dura de John Bolton sale de la Casa Blanca

photo_camera AP/EVAN VUCCI - El presidente estadounidense Donald Trump dice que cesó al asesor de Seguridad Nacional John Bolton, por que "estaban muy en desacuerdo" en muchos temas

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha comunicado a través de su cuenta de Twitter la salida del que fuera asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, de la Administración. “Sus servicios ya no son necesarios en la Casa Blanca. No estuve de acuerdo con muchas de sus sugerencias, al igual que otros en la Administración y, por lo tanto, le pedí a John su renuncia, que me la dio esta mañana. Le agradezco mucho por su servicio prestado”, se podía leer en el mensaje publicado por el mandatario en la red social.

Por su parte, Bolton ha negado que fuera despedido, ya que ha asegurado que fue él quién renunció antes de que su superior se lo pidiera. 

Así, de este anuncio se puede desprender una idea vertebral, que se encuentra explícita: Donald Trump y John Bolton no compartían el mismo punto de vista sobre cuestiones importantes de Seguridad Nacional. El recién destituido asesor se mostró en contra de la política de conversaciones y debilitamiento de sanciones con Corea del Norte, de la retirada de tropas de Siria acordada con la Turquía de Recep Tayyip Erdogan y de la búsqueda de un diálogo con las altas esferas iraníes para rebajar las tensiones en el golfo Pérsico, como recoge Político.

Combo

El medio sitúa como el episodio detonante del despido de Bolton la ruptura de las negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes en Camp David, pues tanto el exasesor como el presidente se han atribuido la responsabilidad de la decisión de abandonar la mesa de diálogo.

Bolton ya se opuso a este plan del presidente, lo que derivó en un enfrentamiento contra la otra gran figura de la Casa Blanca, el secretario de Estado Mike Pompeo. De hecho, el exasesor siempre mostró su desconfianza hacia el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Khalilzad, a quien acusaba de tener “demasiada autoridad para liderar las negociaciones” y de estar dando “demasiada influencia a los líderes talibanes”. Unas críticas que le transmitió directamente al presidente estadounidense.  

Según un exasistente de la Administración de Obama afiliado al grupo de defensa de la Política Exterior para América, Colin Kahl, Donald Trump “está desesperado por llevar a cabo una serie de acuerdos, por más cosméticos que sean, antes de las elecciones de 2020, en Afganistán, Irán y Corea del Norte” y ha visto en este proceso a Bolton “como un obstáculo”.

El asesor de seguridad nacional John Bolton, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, el lunes 28 de enero de 2019, en Washington

Pero cabe destacar que Bolton ha visto sus aspiraciones materializadas en otros asuntos de seguridad nacional como Cuba o Venezuela, países en los que abogó por la aplicación de medidas duras.

En el primer caso, se ha conocido recientemente que Estados Unidos ha emitido nuevas regulaciones que limitan las remesas que sus ciudadanos pueden enviar a Cuba, una norma que se sitúa en la línea de mantener el embargo económico a la isla. El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, declaró, entonces, que el objetivo era “aislar financieramente al régimen cubano” a través del bloqueo del acceso del país a “una moneda fuerte”, para poder, así, “frenar el mal comportamiento del Gobierno cubano”.

En el segundo caso, la política exterior estadounidense se ha orientado en dos vertientes: por un lado, la imposición de sanciones contra Venezuela. De acuerdo con un informe del Congreso fechado a 22 de agosto de este año, el Departamento del Tesoro estadounidense mantiene sanciones contra 129 ciudadanos venezolanos o extranjeros conectados con el país latinoamericano. Asimismo, el Departamento de Estado ha revocado la vista de cientos de personas y la Administración Trump ha impuesto medidas punitivas contra la compañía estatal de petróleo venezolana (PDVSA), el Gobierno, el BCV, la industria del oro y otras entidades. Por otro lado, el recrudecimiento de la presión sobre otros países y grupos políticos, como la Unión Europea, para que adopten su misma postura.

Por ello, se puede afirmar no todo han sido discrepancias entre las dos figuras. En este sentido, la experta Eliana Johnson ha definido a Bolton como una persona “seria y cerebral”, que “inmediatamente formó un equipo de leales afines inmensamente capaces de impulsar sus prioridades políticas, que, a veces, pero no siempre, eran las de su jefe”. “Tenía una visión de los intereses estadounidenses y el uso de poder de Estados Unidos que, bajo una línea dura predecible y lógica, se ubicaba dentro de los límites históricos de la diplomacia estadounidense”, se refiere así a Bolton la CNN.

Salidas notables de la Casa Blanca de Donald Trump
El reemplazo temporal, Kupperman

Ahora, el asesor de Seguridad Nacional que ocupará temporalmente el cargo será Charles M. Kupperman, designado suplemente en enero de este año de Bolton y conocido por su periodo de servicio en la legislatura de Ronald Reagan y por haber formado parte de juntas de varios contratistas de defensa, como Lockeehd Martin o Boeing.

“Si bien los progresistas celebraron la partida de John Bolton, es probable que esa alegría sea breve”, advierte el portal Common Dreams. La razón son los lazos que unen las líneas ideológicas de Bolton y Kupperman, pues ambos han trabajado juntos durante décadas. “Charlie Kupperman ha sido un asesor para mí durante más de treinta años, incluso durante mi mandato como asesor de Seguridad Nacional del presidente Trump”, declaraba Bolton en una rueda de prensa posterior al nombramiento de Kupperman como su segundo de a bordo. 

Los expertos más críticos con la designación citados por Common Dreams alertan de que Kupperman “es un extremista de derecha”, “un neandertal islamófobo reaganita” y “una criatura de la industria de defensa”.

Cabe recordar, en este punto, que formó parte del consejo del Centro de Política de Seguridad (CSP) durante nueve años, una institución denunciada por apoyar teorías conspiranoicas como la que defiende que la Hermandad Musulmana se ha infiltrado en la estructura política del gigante norteamericano.

Por ello, este nombramiento no ha sido bien recibido por el Consejo de Relaciones Islámicas Americanas (CAIR, por sus siglas en inglés). Su director ejecutivo, Nihad Awad, ha declarado que no se puede simplemente “reemplazar un islamófobo por otro” y ha acusado a Kupperman directamente de tener “una marca de intolerancia anti-musulmana”. Estas razones llevan a Awad a aseverar que “no se le debe confiar uno de los roles de seguridad de más alto rango en Estados Unidos”. 

Y después de Kupperman, ¿qué?

Según ha informado la cadena estadounidense CNN, se barajan hasta 10 nombres sustituir definitivamente a la figura de John Bolton. En la decisión, que previsiblemente se tomará la semana que viene, han entrado en juego desde funcionarios de la Casa Blanca, hasta militares de alto rango, pasando por embajadores estadounidenses en el exterior.

Así, en el primer grupo suenan Brian Hook, representante especial de EEUU para Irán y asesor principal de políticas del secretario de Estado, Mike Pompeo; Steve Biegun, representante especial de EEUU en Corea del Norte; Rob Blair, asesor de seguridad nacional del jefe de gabinete interino Mick Mulvaney; Keith Kellogg, asesor de seguridad nacional del vicepresidente Mike Pence; y Fred Fleitz, ex jefe de gabinete de Bolton en NSC.

En el segundo grupo, destacan Ricky Waddell, comandante general de la Reserva del Ejército de EEUU que sirvió durante un año como asesor adjunto de Seguridad Nacional; Douglas Macgregor, coronel retirado del Ejército de EEUU; y Jack Keane, general retirado de cuatro estrellas.

En el tercer y último grupo sobresalen Richard Grenell, embajador de EEUU en Alemania, y Pete Hoekstra, embajador de EEUU en los Países Bajos.

Sea quien sea el elegido, teniendo en cuenta de que cabe la posibilidad de que al final Donald Trump designe a otro nombre que no figure en esta lista, se convertirá en el cuarto asesor de Seguridad Nacional en menos de tres años, tras John Bolton, H.R. McCaster, y Michael T. Flynn.

La salida de Bolton deja una consecuencia por excelencia: “Sin él, Trump puede tener más margen para complacer sus instintos más moderados, donde rara vez las grandes conversaciones coinciden con la acción. Será más impulsivo, menos estratégico y estará más orientado a crear momentos icónicos, como el cruce de la frontera con Corea del Norte acompañado por Kim Jong-Un”, expone la CNN.

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