La posición de España en el mundo en 2016

Irene Infante Ríos

El equipo investigador del Real Instituto Elcano (RIE) ha elaborado el documento “España en el mundo 2016: perspectivas y desafíos”, en el que se analiza la posición internacional de nuestro país durante el año que comienza y se realiza un balance de los principales hechos acaecidos durante el año 2015.

El detallado análisis, llevado a cabo por el conjunto de investigadores del RIE, permite elaborar elementos de juicio suficientes para comprender las implicaciones que la actual política española tiene en relación a la posición global de nuestro país. Asimismo, en el documento se profundiza en una serie de recomendaciones con el fin de lograr “una política exterior y de internacionalización más efectiva”, como reza el informe.

El análisis comienza explicando las perspectivas de acción exterior del nuevo gobierno, cuyo dilatado proceso de formación comporta, según se indica en el documento, la “incertidumbre” en materia de política interna y exterior. De esta forma, por un lado, este se interroga acerca de la atención que el nuevo gobierno prestará a la agenda exterior del Estado, con los recortes presupuestarios que se han producido en estos y otros asuntos. Por otro, el documento destaca el débil carácter internacional de la política en nuestro país, con escasas referencias a la política exterior y europea en el seno del debate político, lo que parece ser una contradicción, a juzgar por la posición de España en el mundo -una potencia de grado medio con presencia internacional- y la imagen postiva de nuestro país en el exterior en la actualidad.

Como se indica en el documento, los principales retos a los que se enfrenta España refieren a cuestiones relativas seguridad y defensa, política económica y energética internacional, cooperación, proyección cultural y política migratoria. Al mismo tiempo, frente a la convulsa realidad del mundo actual, en el informe se indica que nuestro país debe asumir una mayor presencia en la gestión multilateral de los principales retos y desafíos globales, que engloban temas relacionados con los derechos humanos, la seguridad y el terrorismo internacionales, la economía, el clima y el desarrollo a nivel mundial.

El tercer capítulo del documento aborda el papel de España en el mundo en un momento histórico de grandes dificultades. La crisis económica, la llegada masiva de refugiados prevenientes de Siria y otros países en conflicto y las exigencias de reforma del estatus de Reino Unido en el seno de la UE conforman un panorama sumamente delicado en Europa.

También se plantea la amenaza que los diversos conflictos en el Magreb y Oriente Medio comportan para la seguridad en los países de la ribera sur del Mediterráneo, incluido España. El análisis estipula que la inestable situación de estos países podrá recrudecerse “debido al impacto económico de la pronunciada caída de los precios de los hidrocarburos”, tras cumplirse cinco años de las revueltas que agitaron el mundo árabe. 

Con respecto a América Latina, los diferentes cambios a nivel político y social que esta área geopolítica está experimentando se ven como una oportunidad, con el fin de “reforzar los consensos entre las principales fuerzas políticas españolas en torno a América Latina” y “relanzar la presencia [española]”, como se indica en el documento.

La relación entre Estados Unidos y España es también analizada en el documento, donde se hace referencia a la cooperación entre ambos países en el ámbito de la defensa y los diversos desafíos a la seguridad internacional. Al mismo tiempo, se señala la importancia de las elecciones presidenciales que se celebrarán durante el año 2016 en Estados Unidos, cuyo resultado influirá sin ninguna duda en el conjunto de la Comunidad Internacional.

El Sahel y África Subsahariana, tal y como se detalla en el informe, es una zona de elevado interés para España, en parte por las cifras de crecimiento económico, que parecen mantenerse, y también por el compromiso de nuestro país en estabilizar la zona, con tropas españolas desplegadas en varios países (Malí, Somalia, la República Centroafricana y Senegal).

Con respecto a Asia y el Pacífico, aunque se señala que la agenda de la política exterior española hacia Asia es poco intensa, el documento destaca la buena relación bilateral entre España y China “tras un 2015 bastante fructífero”, lo que permite que augure un salto cualitativo en las relaciones entre España y los países asiáticos.

Finalmente, el informe realiza una retrospectiva en la que se señala la dificultad creciente en el análisis internacional y, por consiguiente, la compleja tarea de realización de pronósticos. En él se señala que “cuando haya acabado el año será el momento de constatar si acertamos o no, aunque lo que sí puede comprobarse ahora es hasta qué punto lo hicimos en nuestras previsiones del año pasado. Y, en efecto, cotejando la edición anterior es fácilmente constatable un elevado grado de anticipación de los acontecimientos”, lo que es reflejo del elevado grado de interés de este documento. 

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