"Nos han vendido el terrorismo como una amenaza existencial que requiere una respuesta excepcional, pero, a su vez, solo un determinado tipo de terrorismo. Después de los atentados del 11-S, solo es yihadista,” Javier Biosca. 

La realidad sobre el terrorismo en Europa. ¿Cuál es el verdadero peligro? 

photo_camera Reuters/John Kirk-Anderson- - Brenton Tarrant, autor de los ataques a las mezquitas de Christchurch en Nueva Zelanda.

El terrorismo yihadista no es el único que debe preocuparnos.

El terrorismo de corte yihadista siempre ha estado y está en el punto de mira, consolidándose como uno de los mayores miedos de las sociedades occidentales. Sin embargo, la realidad es otra, encontrándose enmascarada y protegida. 

Impera un concepto sobre el terrorismo algo clásico y sesgado, tomando como atentado de dicha índole sólo los acometidos por individuos impulsados por un motivo religioso. Tratando como “terrorista” desde un primer momento cuando se trata de un individuo musulmán y como “autor de la matanza”, en el caso de un hombre blanco occidental. Como bien apunta Moussa Bourekba, del Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona (CIDOB), existe una  “legitimación lenta pero segura del uso de la violencia por parte de individuos afiliados a la ultraderecha”i. Tal y como indica el Índice de Terrorismo Global 2019, este tipo de atentados ha aumentado en un 320%ii en los últimos cinco años (1.156 delitos violentos con 838 víctimas durante 2018 en Occidenteiii), a pesar de haber prevalecido los atentados yihadistas en los medios de comunicacióniv

El aumento de este tipo de terrorismo encuentra parte de su explicación en la legitimación propulsada los propios partidos políticos y sus gobernantesv, promoviendo la xenofobia, homofobia e islamofobiavi, siendo esta un arma de doble filo. Según el Índice de Terrorismo Global, en 2017 se cobraron 17 vidas, ascendiendo a 26 en el siguiente año y a 77 en 2019vii

FOTO/MICK TSIKAS/AAP Nueva Zelanda, Christchurch: Un hombre reza delante de las flores y rinde homenaje a las víctimas de los ataques a las mezquitas

En España, sólo en 2016 se detectaron 309 casos de ataques xenófobosviii. En el año 2019 se produjeron varios ataques terroristas de carácter xenófobo contra centros de MENAS, deteniéndose en el transcurso de las investigaciones a un francotirador que había amenazado con asesinar al presidente del Gobierno por un chat de Vox, desmantelándose a su vez un taller clandestino de fabricación de explosivos y almacenamiento de armasix

Uno de los atentados con más repercusión de los últimos años en Europa sucedió en Noruega contra un campamento de las juventudes del Partido Laborista, obra del neonazi Anders Breivik   en 2011, dejando 77 muertes y 151 heridosx. Es importante resaltar una de las características más llamativas de este tipo de terrorismo: al igual que hizo Hitler con su ‘Mein kampf’, Breivik dejó escrito y publicado un manifiesto que explica las razones de su ataque, basándose en la “islamización de Europa” en manos de la izquierda multiculturalistaxi 

Como ejemplo de su influencia contamos con el atentado en la mezquita de Christchurch en 2019, con un total de 49 personas asesinadasxii. El autor, Brenton Tarrant, inspirado en las palabras y hechos del “comandante” Breivik, publicaba de manera previa al atentado su propia obra: ‘El Gran Reemplazo’xiii

FOTO/Sandy Huffaker/Getty Images/AFP Improvisado memorial para las víctimas el 15 de agosto de 2019 en El Paso, Texas. 22 personas murieron en el centro comercial Walmart en un tiroteo masivo el 3 de agosto.

Estos acontecimientos y el auge que han experimentado los partidos políticos de extrema derecha en Europa en los últimos años han avivado esta oleada de violencia homófoba, xenófoba y misógina. En Alemania sólo en 2017 se registraron 1.054 actos de violencia  de extrema derechaxiv, en Reino Unido e Italia, se han venido sucediendo ataques con armas de fuego y armas blancas contra políticos, llegando incluso al asesinato en el caso de la diputada británica Jo Cox en 2016xv, además de ataques contra inmigrantes y homosexuales por parte de miembros de grupos neofascistas como Casa Pound, aliado de Hogar Social, Liga Nortexvi o el Movimiento de Resistencia Nórdico en Sueciaxvii. Francia, país europeo que más relevancia ha tomado durante los últimos años en cuanto a atentados yihadistas se trata, se ha convertido también en epicentro del terrorismo de ultraderechaxviii

En Estados Unidos, especialmente desde la llegada del presidente Trump, y Canadá se ha experimentado una ola de este tipo de violencia (39 de 48 muertes proceden del supremacismo blancoxix). Destacamos el atentado antisemita por Robert Bowers en una sinagoga de Pittsburg en 2018, con 11 personas asesinadas. Mientras que en territorio canadiense se subraya el ataque contra una mezquita en Quebec en 2017, con seis muertosxx

Podemos tomar como catalizador de esta tendencia extremista el nacimiento de Daesh y su expansión por Occidente mediante la radicalización y captación de individuos para su conversión en muyahidines. Estos hechos han conmocionado a las sociedades occidentales potenciando la preocupación y el odio hacia los inmigrantes, especialmente árabes, y reforzando los discursos nacionalistas. Reflejo de ello es el auge en el apoyo a partidos políticos de extrema derecha durante las elecciones de 2019: encabezando la lista el partido correspondiente a Suiza con un 29% de votos, en Austria con 26%, Dinamarca con 21%, y entre los países más renombrados, Francia y Alemania con 13%, Italia un 17% y España con un 10% (Partido VOX).  

AFP/DANIEL LEAL-OLIVAS Carteles y fotos en el Puente de Londres en memoria de las víctimas del atentado del 12 de diciembre de 2019 en el centro de Londres.

No obstante, a pesar de la relevancia mediática de los atentados yihadistas, en el año 2018, los datos demuestran que la realidad es otra: un 17,2% de atentados de extrema derecha frente a un 6,8% de corte yihadistaxxi. Este tipo de atentados ha sido y es denominado como de  “lobos solitarios”xxii algo que no resulta del todo correcto teniendo en cuenta que actúan bajo las premisas establecidas por un determinado grupo, que aunque directamente no les dirija sí que forman parte de un movimiento ideológico globalxxiii. Es en este punto donde se evidencia la importancia de internet en el terrorismo, sea del corte que sea, pudiéndose comprobar en la conexión entre Breivik y Tarrant o entre Hogar Social y Liga Norte.  

Entre las características que comparten los yihadistas y los neonazis destaca el uso de internet como principal plataforma favorecedora de la auto radicalización. El acceso a una cantidad ingente de información y teorías que se ciñen a sus ideales propicia el convencimiento de que la única vía útil y efectiva sea la de la violenciaxxiv. Otro punto en común y quizás de mayor relevancia debido a su peligrosidad, es lo que podemos denominar “espejo de Afganistán”. Al igual que ocurre entre los yihadistas que en su momento participaron en la guerra de Afganistán o que de manera más actual han huido a Siria e Irak, en la ultraderecha se localiza el foco en Ucrania donde el llamado Batallón de Azov acoge a ‘foreign fighters’ de todas partes de Occidente entre sus filas. Según fuentes del FBI se trata de unos 17.000 ultraderechistas procedentes de 50 países.  ¿El problema? Al igual que con los flujos de retornados de Afganistán, Siria e Irak, estos individuos regresaran a sus puntos de origen más violentos, con más ansia de atacar y en definitiva más radicalizados.xxv 

AP/VINCENT THIAN - En esta foto de archivo del 18 de marzo de 2019, una familia pone flores en un muro del Jardín Botánico de Christchurch en Nueva Zelanda.

De igual manera ocurre con la vuelta de la propaganda por el hecho; el terrorismo de izquierdas o anarquista ha cogido fuerza especialmente en Grecia, Italia, Turquía, Francia y Españaxxvi. Los movimientos de esta ideología han puesto en el punto de mira los movimientos sociales de protesta como vía de captación. A modo de ejemplo, en Turquía eran detenidos el pasado octubre 93 de los 120 individuos buscados por la Fiscalía, pertenecientes al grupo terrorista de extrema izquierda DHKP-C (Partido-Frente Revolucionario Liberación del Pueblo), autor del atentado suicida contra la Embajada estadounidense en Ankara en 2013 acabando con la muerte de un guardia de seguridadxxvii. Sólo en Estados Unidos se registraron más de 300 ataques contra agentes de la ley por parte de individuos de extrema izquierda en un solo añoxxviii

Durante el mes de mayo, la Policía italiana detenía a una célula de terrorismo anarquista que atentaba contra las redes de vigilancia policial, contra los sistemas de transmisión de señal de televisión y organizaba disturbios contra CIEs. Sólo durante el año 2018 hubo 34 ataques por terroristas de este cortexxix

En España era detenido en enero al anarquista Gabriel Pombo da Silva, con un historial delictivo que suma más de 30 años de prisión. La operación era posible gracias a una llamada telefónica en la que se verificaba su llamamiento a la comisión de atentados. Finalmente era detenido por su presunta participación en delitos de apología terrorista, de homicidio, secuestro, robo con fuerza, extorsión y simulación de delito, además de delitos por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, munición y explosivos. Pombo da Silva era perseguido también por la Policía italiana por sus conexiones con la FAI (Federazione Anarchica Italiana)xxx

REUTERS/CHARLES PLATIAU - Las fuerzas de seguridad hacen guardia en el lugar de un incidente cerca de las antiguas oficinas de la revista francesa Charlie Hebdo en París, Francia, el 25 de septiembre de 2020. 

Otros grupos como Straight Edge Madrid también son difusores y defensores de “la licitud de la lucha activa y esencialmente violenta contra el orden constitucional” y autores de múltiples atentados contra la Policía y diversas infraestructuras, destacando la colocación de un artefacto explosivo en la Basílica del Pilar y en la Catedral de la Almudena en 2013xxxi. Además de la detención de otro grupo situado en Murcia, auto adiestrado en la fabricación y uso de explosivos, con integrantes poseedores de una ingente cantidad de materiales para la fabricación de bombas caseras, las cuales habían sido colocadas en torres eléctricas, depósitos de agua, diversas infraestructuras y en las cercanías de la     A-30 y zonas residencialesxxxii.  

Se comprueba así quiénes han resultado y resultan un verdadero peligro para la sociedad occidental y se evidencia la peligrosidad otorgada a los hechos en base a la autoría de estos. Un tema del que deberíamos reflexionar, analizando cuál es el verdadero peligro que nos acecha. 

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