La respuesta de la UE ante la crisis del multilateralismo
La tercera y última jornada del curso ‘Reforzar el papel internacional de la Unión Europea en la Conferencia sobre el Futuro de Europa’ ha estado marcada por el multilateralismo como término primordial que se asocia directamente con la política de la Unión Europea y por la situación de crisis actual en la que se encuentra. En el contexto de las relaciones internacionales, la idea del multilateralismo comprendería crear un ámbito público internacional en el cual se consiga consolidar las relaciones interestatales con el fin de crear un espacio donde la expresión de los Estados sea libre y sea un reflejo de la pluralidad de los países, sin embargo, los últimos desafíos emergentes han evidenciado que los símbolos identitarios de la UE en esta materia, es decir, el multilateralismo y la cooperación, comienzan a peligrar y a ser cada vez más frágiles.
El catedrático emérito de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad de Catania, Fulvio Attiná, ha presentado en un primer seminario el tema del multilateralismo en el marco de las políticas públicas mundiales. El académico ha realizado una reflexión acerca del multilateralismo, tildándolo como “un término para nominar las respuestas de los Estados y para que estos se basen en encontrar la mejor respuesta a problemas de escala global centrándose en la Unión Europea”. 
Ofreciendo una respuesta a la pregunta sobre qué es el multilateralismo y la actitud de la UE en esta materia, Attiná ha afirmado que “es algo que responde a los problemas de gran escala, no es un sinónimo de cooperación o de colaboración entre los miembros de raza blanca. El multilateralismo fue usado por primera vez hace 70 años en relaciones internacionales, ante el problema de no tener una respuesta a los problemas globales. Hoy tenemos problemas que tienen que ponerse bajo control a nivel de escala mundial como es el caso de la propagación de la pandemia de la Covid”, afirma.
En este sentido, es un “término que tiene que usarse solo para nombrar las respuestas de los países en la ejecución de políticas destinadas a resolver problemas mundiales. La mejor respuesta en este caso sería la coordinación de políticas”.
“El multilateralismo es estar de acuerdo en lo común del problema colectivo, seleccionando la institución y estableciendo una elaboración de políticas para ejecutar las normas de procedimiento. El primer paso para ello es establecer una elaboración de políticas a realizar y crear oficinas especializadas para implementarlas. Después, las instituciones que hagan la política tienen que supervisar su implementación y asistir a los países a los cuales se ha implementado la medida”, argumenta.
“A una escala mundial en los problemas colectivos, las instituciones y políticas son cada vez más numerosas, pero muchas de ellas están aún en fase de desarrollo”, entre estas problemáticas se encontraría “el tema de los refugiados, inmigraciones, energía limpia y el cumplimiento de los derechos humanos, siendo estos problemas transnacionales” pero en los que “existen problemas para crear una posición única en las soluciones de estas dificultades de gran escala”. 
Para resolver estas problemáticas, el profesor propone “crear una Oficina de la UE para el GCM (el pacto mundial para una migración segura, ordenada y regular) de la ONU con una visión de ir más allá para dar posibles respuestas a problemas globales como es la migración”. En esta línea, “se incluirá una red de representantes de los Estados miembros que impulsen la convergencia de las políticas nacionales, tomando como ejemplo el plan de ejecución de las políticas del cambio climático”.
Junto a esto, Attino se ha mostrado esperanzado expresando su deseo “para que esta Conferencia de respuestas definitivas a estos problemas”. 
En una segunda conferencia, la profesora de relaciones internacionales en el Vesalius College, Cateria Carta ha presentado el tema sobre el servicio europeo de Acción exterior, teniendo en cuenta los métodos predominantes de elaboración de las políticas.
La profesora critica que en “los ámbitos de la política exterior están todavía divididos, por lo que habría que ejecutar un nuevo acuerdo que implica a todas las instituciones, así como un nuevo presidente permanente del Consejo Europeo, una reorganización del Consejo de la UE y la creación de un cuasi ministerio de asuntos exteriores, así como ministerios sectoriales con la comisión”.
Como conclusiones plantea ejecutar “una política constante de reforma salpicada de límites de larga duración, una colaboración estratégica y crear un espacio potencial para una mayor orientación de la política exterior, siempre que se establezcan sólidos acuerdos interinstitucionales”.
Para finalizar y a modo de conclusión, el jefe adjunto de la división de Planificación Estratégica del SEAE, Alexandros Yannis, ha clausurado el curso afirmando que “la idea primordial de la Conferencia sobre el Futuro de Europa es escuchar”. Yannis prosigue ultimando que “hay que seguir en el camino de la lucha por una Europa más democrática más participativa, con innovaciones institucionales, y cambios constitucionales” en la que idea de democracia participativa basada en la ciudadanía sea una de las bases fundamentales de un nuevo proyecto europeo que comienza a despegar.
Por su parte, Francisco Aldecoa ha puesto el broche final a la celebración del seminario tildándolo como un curso “intenso, profundo y bastante completo en el que se ha tratado de juntar a 30 profesores y a 30 alumnos para rematar una declaración de propuestas que consiga representar las distintas sensibilidades de los ciudadanos”.
