Esta organización terrorista ha lanzado un ataque contra las fuerzas del Ejército Árabe Sirio en Deir Ezzor

La sombra de Daesh se cierne sobre Siria

photo_camera AFP/DELIL SOULEIMAN - Un miembro de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) hace guardia mientras acompaña a los soldados estadounidenses en el campo occidental de la ciudad siria nororiental de al-Malikiyah (Derik), durante una patrulla en las ciudades kurdas cercanas a la frontera con Turquía, el 7 de junio de 2020

La historia de Daesh (el autodeterminado Estado Islámico) cambió por completo el 25 de octubre de 2019. Aquel día, Abu Bakr al Bagdadi, líder de esta organización terrorista perdió la vida durante una operación militar realizada por un comando de fuerzas especiales estadounidenses en una aldea del noroeste de Siria. La pandemia provocada por el nuevo coronavirus ha transformado el panorama geoestratégico relegando a los conflictos, que durante un tiempo ocuparon el centro del debate político y mediático, a un segundo plano. La lucha contra Daesh en Siria, Irak y otros lugares no ha sido una excepción, provocando el resurgimiento de esta organización terrorista en determinados territorios como en Siria, donde Daesh ha lanzado este domingo un nuevo ataque contra las fuerzas del Ejército Árabe Sirio (SAA) en la campiña de Deir Ezzor. 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) ha apuntado que Daesh atacó las posiciones del Ejército sirio en la región de Badiya al-Mayadeen, provocando graves enfrentamientos en una zona ya devastada por el conflicto. Según este organismo, al menos ocho soldados del régimen han perdido la vida en este ataque, que se ha producido en la zona de Al-Mazare, una de las regiones con mayor concentración de fuerzas iraníes y milicias leales al régimen. Sin embargo, el SOHR ha  incidido en que “ni Daesh atacó las posiciones iraníes ni los iraníes apoyaron a las milicias del régimen para repeler el ataque”. 

Daesh ha aprovechado la pandemia de la COVID-19 para aumentar su presencia en Siria e Irak, y excepcionalmente en Libia. Tras este ataque, las fuerzas de esta organización terrorista desaparecieron en el vasto desierto sirio, según ha informado el digital Al Masdar News. Ante la presencia de Daesh en esta región, el Ejército Sirio, el Ejército Iraquí (junto con Hashd Al-Shaabi) y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) han iniciado una serie de operaciones para acabar con este grupo terrorista. 

Desde el 24 de marzo de 2019, el SOHR ha documentado el asesinato de al menos 570 soldados del régimen y de milicias leales al mismo de nacionalidades sirias y no sirias, incluidos al menos dos rusos, y 127 milicianos respaldados por Irán. Todos murieron en ataques, bombardeos y emboscadas perpetrados por Daesh, al oeste del Éufrates, en los desiertos de Deir Ezzor, Homs y Al-Suwaidaa.

En esta foto de archivo los civiles evacuados del asediado asentamiento de Daesh en Baghouz esperan en una zona de control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por los Estados Unidos, en la provincia siria oriental de Deir Ezzor, el 5 de marzo de 2019

Este organismo – con sede en Londres y una red de informantes en suelo sirio—también ha registrado la muerte de al menos cuatro civiles que trabajaban en campos de gas y de once  pastores. Asimismo, el SOHR ha informado de la muerte de al menos 212 miembros de Daesh en estas mismas fechas en ataques o bombardeos. Tras tener lugar este ataque, Daesh ha lanzado otro contra las posiciones de las Fuerzas de Defensa Nacional (FND) respaldadas por el régimen en el desierto de Al-Bolil, en la zona rural de Deir Ezzor, provocando la muerte de tres personas. 

En este escenario de inestabilidad marcado por una triple crisis (política, social y económica), el presidente sirio Bachar al-Asad – quien cuenta con el apoyo de Rusia e Irán -- está avanzando en su objetivo de recuperar cada centímetro del territorio sirio, incluido la gobernación de Idlib, en el noroeste del país. En el último bastión de las fuerzas rebeldes, el grupo yihadista Tahrir al-Sham y el Ejército Libre Sirio (FSA), mantienen sus posiciones, respaldadas por las fuerzas militares turcas. Las hostilidades en esta región llevaron a Ankara y Moscú a firmar un documento que precisa los términos del cese de hostilidades.  En virtud de este acuerdo, las fuerzas armadas rusas y turcas comenzaron a realizar patrullas conjuntas a lo largo de la autopista que conecta Alepo con Damasco o la carretera que une Alepo con Lataquia. 

Oficiales del ejército turco, a la derecha, hablan con un oficial del ejército ruso cerca de la ciudad turca de Idil, en la frontera entre Turquía y Siria, antes de realizar su tercera patrulla conjunta en el noreste de Siria, el viernes 8 de noviembre de 2019

Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés ha anunciado este lunes su intención de repatriar a diez niños hijos de yihadistas de nacionalidad francesa que se encontraban atrapados en los campamentos del noroeste del país. La agencia de noticias EFE ha destacado que la decisión de trasladarlos a Francia se justifica en “la situación de vulnerabilidad de estos niños y en el marco de las autorizaciones dadas por los responsables locales”. 

El coronavirus es una amenaza para los acuerdos de cooperación internacionales, cruciales para luchar contra el Daesh, tanto en Siria, como en otras regiones como el Sahel, la cuenca del lago Chad o Afganistán. El secretario general adjunto de la Oficina de Lucha contra el Terrorismo de la ONU, Vladimir Voronkov, advirtió el pasado mes de febrero de que este grupo terrorista pretende “resurgir y recuperar relevancia global, tanto virtual como real, aspirando a restablecer su capacidad y reanudar sus operaciones internacionales de gran complejidad”. Pese a la pérdida de su último bastión en Siria en marzo del año pasado y la de su líder en octubre, Daesh – una organización caracterizada por su gran capacidad de resiliencia y su adaptación a los nuevos contextos -- ha continuado intensificando su presencia en un país destruido por el conflicto. 

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