Grandes antenas de 70 metros y sensores miniaturizados de muy pocos centímetros acompañan a la gran misión norteamericana al Planeta Rojo

La tecnología española desembarca por tercera vez en Marte junto con Perseverance de la NASA

photo_camera PHOTO/NASA-BILL INGALLS - El equipo del explorador de Marte Perseverance de la NASA observando en el control de la misión la llegada de las primeras imágenes momentos después de que la nave espacial aterrizara con éxito en Marte, el 18 de febrero de 2021, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California

El vehículo todo terreno Perseverance ya se encuentra sobre la superficie del Marte. Las astronaves Al-Amal de Emiratos y Tianwen-1 de China que orbitan el Planeta Rojo desde el día 9 y 10 de febrero, respectivamente, han sido testigos mudos de su espectacular entrada en la atmosfera marciana y de su suave amartizaje sobre la superficie del planeta más codiciado de las últimas semanas.

Los técnicos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) ya están inmersos en verificar que todos los sistemas e instrumentos a bordo responden de forma óptima a los comandos enviados desde Tierra. Dentro de unos días, una vez culminadas las comprobaciones, Perseverance comenzará a rodar y dará comienzo su tarea científica. En esencia, consiste en buscar rastros de vida pasada, recoger muestras del suelo y probar nuevas tecnologías para ser empleadas en futuras misiones tripuladas.

Más de 44 de millones de personas en todo el mundo han seguido en directo la retransmisión de la televisión de la NASA que, plagada de testimonios de responsables de la misión, han narrado paso a paso la secuencia final del viaje de Perseverance desde la Tierra hasta el último planeta rocoso del Sistema Solar.

Las primeras imágenes llegan momentos después de que la nave exploradora Perseverance de la NASA aterrice con éxito en Marte, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, EE.UU. 18 de febrero de 2021

Denominado de forma exagerada “los siete minutos de terror”, es el periodo temporal que existe desde que un objeto penetra en la atmosfera de Marte a más de 19.500 kilómetros por hora, se pierde la comunicación con tierra y se retoma hasta que se posa sobre la superficie del planeta.

Durante ese corto y critico tiempo, de forma automática y progresiva, Perseverance tuvo que eyectar el módulo de navegación con el que viajó por el cosmos, desplegar el enorme paracaídas de frenado de 21,5 m de diámetro, desprenderse de su escudo térmico protector, activar su radar y su sistema de navegación para identificar el lugar más idóneo para posarse, encender sus retrocohetes para obtener una velocidad final de 3 kilómetros por hora y desplegar un singular sistema de cables para depositarlo en las inmediaciones de la planicie del cráter Jezero.

La arriesgada operación de arribada de Perseverance también ha sido presenciada desde lo alto por la veterana sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA), que gira alrededor de Marte desde diciembre de 2003, y por la norteamericana Mars Reconnaissnace Orbiter (MRO), que describe la misma singladura desde noviembre de 2006. 

Durante los mal llamados siete minutos de terror, Perseverance disminuyó su velocidad de 19.500 a 3 kilómetros por hora mientras eyectaba el módulo de navegación, desplegaba su paracaídas, se desprendía del escudo térmico y encendía sus retrocohetes para posarse con suavidad sobre suelo marciano
Cuatro acompañantes españoles 

Y, por tercera vez, la NASA ha vuelto a poner en manos de instituciones, empresas, técnicos y científicos españoles una serie de aportaciones nacionales, cuyo correcto funcionamiento ha resultado y va a seguir siendo indispensable para el éxito de la misión de exploración más completa de cuantas ha hecho la humanidad hasta el presente.

La contribución española se ha concretado en cuatro grandes áreas. En primer lugar, en las telecomunicaciones entre la Tierra y la astronave. En su etapa final de aproximación a Marte, el Complejo de Seguimiento de Robledo de Chavela (Madrid), perteneciente a la Red de Espacio Profundo de la NASA, ha sido la receptora de la señal de la sonda norteamericana, que ha llegado hasta la antena parabólica DSS-63 de 70 metros, con su hermana pequeña DSS-55 de 34 metros actuando como reserva. 

A bordo de Perseverance figura una placa con tres microchips (arriba) en donde figuran los nombres y apellidos de 10.932.295 personas de todo el mundo que dieron sus datos a la NASA para viajar hasta Marte

Ambas han seguido a la sofisticada máquina de una tonelada hasta su entrada en la atmósfera marciana a las 21:48 hora peninsular española, momento en el que se perdió la comunicación, tal y como estaba previsto. El enlace se restableció a partir de las 21:56 horas, una vez que el vehículo se posó sin desperfectos sobre la superficie marciana. Ya en el suelo, comenzó a transmitir a la sonda MRO, que actuaba como relé de comunicaciones y reenviaba los datos a las antenas españolas DSS-65 y DSS-54 ambas de 34 metros, que lograban que los responsables de la misión en Pasadena (California) saltarán de alegría al conocer el éxito del descenso.

La ciencia y la industria nacional también aportan otros dos componentes clave, cuyo correcto funcionamiento es indispensable para el éxito de la labor de exploración de Perseverance. Por un lado está el llamado Analizador de la Dinámica del Entorno Marciano o MEDA ‒acrónimo de Mars Environmental Dynamics Analyzer‒, uno de los siete instrumentos científicos a bordo del vehículo todo terreno de seis ruedas. 

Las antenas parabólicas del complejo espacial de la NASA en Robledo de Chavela (Madrid) han vuelto a ser las protagonistas de las comunicaciones con tierra del tramo final de una misión marciana de Estados Unidos

El investigador principal de MEDA es el profesor José Antonio Rodríguez-Manfredi, jefe de instrumentación del Centro de Astrobiología, un organismo conjunto del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). En su intervención en directo en TVE-1, Rodríguez-Manfredi ha recalcado la importancia del sistema de recogida de muestras de Perseverance, que “las depositará sobre la superficie para que una misión de exploración futura las traiga a la Tierra”.

El proyecto se ha materializado en la sede de Airbus CRISA en Tres Cantos (Madrid) y es obra de un equipo multidisciplinar capitaneado por el tándem formado por Tirso Velasco y José Moreno, director y jefe técnico de MEDA, respectivamente. Con un peso total de 5,5 kilos, el conjunto se compone de once precisos sensores meteorológicos y equipos medioambientales miniaturizados, que deben “funcionar sin fallo alguno rodeados de equipos electrónicos a plena actividad y en un entorno hostil como es Marte”, coinciden ambos ingenieros.

Un singular sistema de cables depositó al rover Perseverance de forma automática en las inmediaciones de la planicie del cráter marciano Jezero
Una muy pequeña antena fabricada en Madrid

Alojados en diferentes lugares del vehículo, uno de ellos es una pequeña cámara para tomar imágenes del cielo del Planeta Rojo y observar la intensidad y el perfil de las tormentas de polvo. Otros sirven para calcular la velocidad y sentido del viento, medir la temperatura del aire y del suelo, la humedad relativa de la atmosfera, las variaciones de presión sobre la superficie, analizar las propiedades del polvo en suspensión o para estudiar la variación de la intensidad de la radiación solar infrarroja. Una avanzada Unidad de Control se responsabiliza de planificar la toma de datos y de mantener la interconexión con los ordenadores principales del rover.

MEDA es la tercera estación meteorológica y ambiental que España aporta a las misiones marcianas de la NASA. Sobre el Planeta Rojo permanece desde el 6 de agosto de 2012 el rover Curiosity, que incorpora REMS (Rover Environmental Monitoring Station), y desde el 26 de noviembre 2018 está en funcionamiento el laboratorio InSight, que lleva el TWINS (Temperature and Wind for InSight,) todos ellos fruto de una estrecha colaboración entre el CAB y Airbus CRISA.

 Las astronaves Al Amal de Emiratos y Tianwen-1 de China que están alrededor del Planeta Rojo desde el día 9 y 10 de febrero, respectivamente, han sido testigos de la arriesgada entrada de Perseverance en la atmosfera marciana

La tercera aportación tecnológica española es la pequeña antena orientable de alta ganancia HGAG, que sirve para la comunicación bidireccional directa entre Perseverance y las estaciones de control y seguimiento de la Red de Espacio Profundo de la NASA. Obra del equipo que la ingeniera Ana Olea ha dirigido en la sede madrileña de Airbus Space Systems, a través de ella se enviarán de manera directa a la Tierra las informaciones sobre el estado de salud de todos los sistemas a bordo del vehículo y los datos recogidos por sus diferentes instrumentos científicos. 

De 8 kilos de peso, tan solo 30 centímetros de diámetro y creada para que pueda funcionar en un rango de temperaturas entre -135ºC y + 90ºC, cuenta con un mecanismo de apuntamiento cuyo diseño, fabricación, verificación e integración lo ha realizado la compañía SENER Aeroespacial, establecida en Tres Cantos (Madrid) y que dirige José Julián Echevarría.

Cuatro aportaciones nacionales hacen posible la misión Perseverance de exploración marciana: las antenas de Robledo de Chavela, la antena bidireccional de comunicación con Tierra, la cámara SuperCam y la estación meteorológica y ambiental MEDA

La cuarta marca Made in Spain es el complejo sistema de calibración de SuperCam, un instrumento liderado por Francia basado en técnicas espectroscópicas y de imagen, con el que es posible conocer a distancia la composición química y mineralógica de las rocas del entorno. Es obra del equipo del profesor Fernando Rull, de la Universidad de Valladolid.

Las grandes antenas parabólicas de 34 metros del Complejo de Seguimiento de Robledo de Chavela en Madrid confirmaron el éxito del descenso de Perseverance sobre Marte y levantaron de alegría de sus sillas a los técnicos de la misión en Pasadena, California

Una gran novedad que incorpora Perseverance es Ingenuity, un pequeño helicóptero que se convertirá en la primera aeronave que surcará los cielos del Planeta Rojo. Con una instrumentación muy básica y con un peso inferior a los 2 kilos, está propulsado por aspas contrarrotatorias, cuyas baterías se alimentan con paneles solares miniaturizados. La fecha de su primer vuelo todavía es un secreto.

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