Victor Relaño/CapitalMadrid.com
Analistas neoyorquinos advierten a los inversores de la confluencia de tres factores políticos a finales de octubre. Recomiendan atesorar oro, dinero en efectivo y bonos del Tesoro estadounidense
Una tormenta perfecta sin nombre se acerca, como en la película de "Pánico en el túnel". Los únicos puertos seguros serán oro, dinero en efectivo y bonos del Tesoro. Y asegúrese de tener a mano un salvavidas”. Quien así habla es James Rickards, un gurú del universo del New York Times bajo cuyo paraguas ha escrito ya tres best sellers. Rickards considera que una “tormenta perfecta” desplegará toda su fuerza hacia el otoño. La culpa: Donald Trump.
“Los peores pánicos siempre están precedidos por la sensación de que nada puede salir mal”, advierte Rickards, para quien hacia finales del mes de octubre entrarán en apogeo tres fuerzas coincidentes capaces de desencadenar la estampida inversora típica de las grandes crisis financieras.
El primer factor es el deseo de los demócratas por impugnar al presidente Donald Trump, el segundo es la previsión de un sesgo del partido de la oposición hacia portavoces más afines a ideas socialistas a finales de año que, como se sabe, se consideran muy negativas por parte de los estadounidenses. El tercer factor es el denominado spygate, el relato falso de que el candidato Donald Trump conspiró con Rusia y el espionaje durante su campaña presidencial.
Rickards no es ningún arribista de nuevo cuño. Un representante del iluminismo económico. Su trayectoria ofrece una idea de los conocimientos que atesora durante medio siglo. Dispone de una trayectoria espectacular: sus ocho primeros años de ejercicio profesional los desarrolla como agente de bonos, para trabajar durante seis años en el famoso Long Term Capital Management (LTCM). Tras dirigir el rescate de esta entidad, fundó su startup tecnológica y entre los años 2007 y 2008 fue banquero de inversión y asesor de amenazas financieras de la CIA.
Se jacta de que, en los últimos 50 años, ha vivido nada menos que doce crisis mundiales, entre las que se encuentran el embargo del petróleo árabe entre 1973 y 1974, la hiperinflación de Estados Unidos entre 1977 y 1980, la crisis del tequila mexicano en 1994, Rusia y la crisis del LTCM y la de Lehman Brothers en 2008.
Ciclón en camino
“Una tormenta política y de mercado perfecta ya está en camino y puede ocurrir tan pronto como en Halloween 2019, marcando una nueva “tormenta de Halloween”. Prepárese”. Cualquiera de estas tormentas crearía suficiente incertidumbre para que los inversores vendan acciones, recauden efectivo y se queden al margen. La combinación de los tres los hará correr por las colinas. “Los próximos seis meses presentarán desafíos sin prededentes para los inversores”, advierte James Rickards.
“Ocurren tormentas metafóricas perfectas en la política y en los mercados de capitales? La respuesta es sí, indica el gurú de Wall Sreet.