La UE estudia un paquete de 5,7 mil millones de euros para financiar la migración
La Unión Europea está estudiando la posibilidad de destinar un paquete total de 5.770 € millones ($6.800 millones) a proyectos humanitarios en Turquía, Jordania y Líbano, con el fin de evitar una nueva ola de refugiados a la UE provenientes de Siria. De este paquete, 3.500 € millones ($4.200 millones) se destinarían a Turquía, para que siga acogiendo a los refugiados sirios, que escapan de la guerra civil que cumple ya una década, hasta 2024.
Según han dicho dos diplomáticos en la sesión informativa del miércoles, este paquete sería parte de un plan regional más amplio de apoyo a los refugiados para evitar que los inmigrantes lleguen al bloque. Las ayudas irían destinadas a proyectos humanitarios, no a Gobiernos y, a diferencia de la anterior ronda de financiación de 6.000€ millones firmada en 2016 entre la Unión y Ankara, esta vez el dinero provendrá en su totalidad del presupuesto común de la UE, por lo que el Parlamento Europeo deberá dar su aprobación.
En la declaración de los miembros del Consejo Europeo del 25 de marzo de 2021 se invitó a la Comisión a presentar una propuesta al Consejo, para la continuación de la financiación para los refugiados sirios en Turquía, así como en Jordania y Líbano. También se enfatizó el deseo de reforzar la cooperación migratoria con Turquía.
Se espera que los 27 miembros del Consejo Europeo apoyen la propuesta de financiación de la Comisión Europea. Se discutirá en la cumbre del 24 y 25 de junio, donde los líderes de la UE se reunirán en Bruselas para discutir cuestiones relacionadas con la pandemia, la recuperación económica, la migración y las relaciones exteriores, incluidas las relaciones con Turquía y Rusia.
Actualmente Turquía acoge a unos cuatro millones de refugiados sirios y ha gastado más de $40.000 millones en la prestación de servicios básicos, pide que los fondos de la UE se paguen directamente al Gobierno de Ankara. No es probable que se acepte esa exigencia por parte de la Unión, puesto que hay una gran preocupación por el creciente autoritarismo de Turquía y el deterioro historial de los derechos humanos en la Nación. Tampoco hay que olvidar que Turquía está involucrada militarmente en la guerra de Siria y que actualmente controla Afrin, al norte del país. Asimismo, también se acusa a Turquía de utilizar a los inmigrantes como moneda de cambio, algo que Ankara niega.
También es posible que se reabra el tortuoso debate de la UE sobre las relaciones con Turquía, a la que los legisladores acusan desde hace tiempo de reprimir las libertades de los medios de comunicación y de encarcelar a los opositores políticos sin un juicio adecuado, algo que Ankara también niega.
Según el acuerdo migratorio original de marzo de 2016, Turquía aceptó recuperar a todos los migrantes y refugiados que cruzan el Egeo para entrar ilegalmente en Grecia, incluidos los sirios, a cambio de más fondos. Por su parte, la UE ha prometido suprimir la obligación de visado para los turcos que visiten Europa y acelerar el intento de Ankara de unirse al bloque, aunque todas las conversaciones en este ámbito están estancadas.
Los líderes de la UE tratarán de reactivarlas el jueves en la cumbre, ofreciendo a Ankara la posibilidad de seguir reforzando la cooperación en ámbitos de interés común. El ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, se reunió el fin de semana pasado con el jefe de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, para hablar de la migración, la liberalización de los visados y los vínculos entre Turquía y la UE.
Cavusoglu dijo en una conferencia de prensa que la UE debe "volver a la mesa" en las negociaciones con Turquía. "Esperamos que la UE dé ahora pasos concretos", "ha pasado más de un año y medio y aún no hemos recibido respuesta sobre estas cuestiones. Esperamos que esta cumbre sea un punto de inflexión y que no den largas a Turquía".
