La política exterior comunitaria está siguiendo la línea de actuación marcada desde Washington, lo que también ha sucedido con las tensiones de Oriente Medio

La Unión Europea cede ante la presión de Estados Unidos sobre Venezuela

AFP/ SAUL LOEB - El presidente estadounidense Donald Trump (C) asiste a una reunión multilateral sobre Venezuela en Nueva York, el 25 de septiembre de 2019, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas

La Unión Europea (UE) sancionará a siete altos cargos venezolanos. Así lo han hecho saber fuentes comunitarias consultadas por la agencia EFE, al término de una reunión que se ha producido este miércoles en Bruselas. La publicación en el Diario Oficial de la UE tendrá lugar este viernes y, de esta manera, entrarán en vigor las nuevas medidas acordadas. También se conocerá para entonces la identidad de los funcionarios sancionados. 

Esta decisión sigue la línea adoptada por el Parlamento Europeo en el mes de julio, cuando se aprobó una resolución en la que se instaba a los países miembros a “aplicar más sanciones selectivas a los miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas implicados en torturas y otras graves violaciones de derechos humanos”.

Con el anuncio de este miércoles, se culmina, así, una campaña de presión ejercida desde Estados Unidos para condenar las violaciones de derechos humanos en el país latinoamericano, que se inició el 10 de septiembre con las declaraciones del representante especial de EEUU para Venezuela, Elliot Abrams. “Europa se ha convertido en un patio de recreo para el régimen de Venezuela”, llegó a asegurar el funcionario norteamericano. “Un mayor número de personas del régimen está utilizando ahora a Europa como una especie de zona turística […] Envían allí a sus familias, a sus esposas, a sus amantes, a sus hijos. Sus cuentas bancarias están aquí. Hemos publicado en reiteradas ocasiones información sobre las mansiones que compran, los clubes nocturnos a los que van sus hijos adolescentes. Eso no debería estar sucediendo”, señaló Abrams al respecto.

En esta línea, el representante lanzó un duro y directo mensaje contra la gestión de la Unión Europea en la crisis venezolana, definiéndola como “inútil” y culpable de “un error de cálculo” por no haber impuesto sanciones más firmes al Gobierno de Nicolás Maduro.

El Representante Especial de los Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, se dirige al Consejo Atlántico sobre el futuro de Venezuela en Washington, DC, el 25 de abril de 2019

Cabe destacar, en este punto, que la política exterior estadounidense en materia venezolana se orienta en una línea más dura que la comunitaria, con dos vertientes diferenciadas: por un lado, la imposición de sanciones contra Venezuela. De acuerdo con un informe del Congreso fechado a 22 de agosto de este año, el Departamento del Tesoro estadounidense mantiene sanciones contra 129 ciudadanos venezolanos o extranjeros conectados con el país latinoamericano. Asimismo, el Departamento de Estado ha revocado la vista de cientos de personas y la Administración Trump ha impuesto medidas punitivas contra la compañía estatal de petróleo venezolana (PDVSA), el Gobierno, el BCV, la industria del oro y otras entidades.

Uno de los últimos movimientos estadounidenses sobre esta cuestión se ha producido este miércoles. El Departamento del Tesoro ha anunciado que ha incluido en su “lista negra” sancionatoria a cuatro entidades que operan en el sector petrolero de la economía venezolana y a cuatro buques que transportaban petróleo y derivados desde Venezuela con destino a Cuba.

Por otro lado, el recrudecimiento de la presión sobre otros países y grupos políticos, como la Unión Europea, para que adopten su misma postura. En este sentido, y a pesar de las acusaciones de Abrams sobre la ineficiencia de la gestión europea en la crisis venezolana, cabe recordar que la Unión Europea sí ha impuesto sanciones al país latinoamericano, en concreto, desde el 13 de noviembre de 2017, con el objetivo de “lograr un cambio y apoyar soluciones democráticas compartidas”. Las medidas aprobadas incluyen un embargo de armas y equipo “para combatir la represión interna”, y una prohibición de viajar y congelamiento de activos contra 18 funcionarios “responsables de violaciones de derechos humanos, así como de la socavación de la democracia y del Estado de derecho” en Venezuela. Ahora, con la inclusión de los nuevos siete altos cargos, el número de sancionados se eleva a 25.

Refinería de la petrolera venezolana PDVSA en Willemstad, en la isla de Curazao
Las relaciones UE-EEUU en los últimos tiempos

No solo la Unión Europa ha sucumbido ante la presión estadounidense en la cuestión venezolana. En el marco de los ataques a Saudi Aramco de hace una semana y media, el bloque comunitario ha vuelto a adoptar una postura complaciente con las pretensiones estadounidenses. A pesar de que la responsabilidad de la ofensiva, que causó el recorte del 5% de la producción mundial de petróleo, todavía no se ha esclarecido de forma oficial, Irán ha sido erigido como el gran autor material de los ataques. El primer país en acusar directamente al país de Hasán Rohaní fue Estados Unidos, al que luego siguió Arabia Saudí, escenario de la ofensiva. 

Si bien condenó los ataques, la Unión Europea ha mostrado una postura equidistante hasta este lunes, cuando los líderes de Alemania, Francia y Reino Unido emitieron un comunicado conjunto con la siguiente afirmación: “Está claro para nosotros que Irán es responsable de este ataque. No hay otra explicación”. El contundente mensaje respalda la posición estadounidense en esta materia y supone un alineamiento claro de los principales actores de la comunidad internacional en favor de la Administración Trump y en detrimento de Irán, que es acusado constantemente de ser el factor desestabilizador de Oriente Medio. 

: El presidente francés Emmanuel Macron (Izq.) se reúne con la canciller alemana Angela Merkel (2ª Der) y el primer ministro británico Boris Johnson (Der) en la sede de las Naciones Unidas el 23 de septiembre de 2019 en Nueva York

En este contexto, cabe recordar que con la puesta en marcha de la Operación Centinela (‘Sentinel’) de EEUU en el estrecho de Ormuz – ahora denominada Constructo Marítimo de Seguridad Internacional (IMSC, por sus siglas en inglés) – el pasado 29 de agosto, se abandonó por completo el plan europeo ideado por el Gobierno británico anterior a Boris Johnson para garantizar la seguridad marítima de la zona. Reino Unido, que había ideado y tenía la pretensión de capitanear el programa bajo la figura del que fuera secretario de Exteriores con Theresa May, Jeremy Hunt, ha virado su política exterior por completo desde Bruselas a Washington con la entrada en escena del nuevo primer ministro, lo que parece haber debilitado la influencia y capacidad de decisión propia comunitaria. 

Con estas últimas acciones, por lo tanto, se podría establecer que la política exterior estadounidense ha influido, de forma determinante, en las líneas de actuación seguidas desde la Unión Europea, y al menos, en dos de las cuestiones que han marcado la agenda internacional en los últimos tiempos: las tensiones en Oriente Medio protagonizadas por EEUU e Irán, y la crisis en Venezuela. 

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