El Parlamento del país ha anunciado una iniciativa nacional que establecerá un “nuevo proceso político”, que no ha logrado calmar los ánimos

La violencia avanza imparable en Irak

AFP/SABAH ARAR - Manifestantes iraquíes se reúnen en lo alto del edificio abandonado de la plaza Tahrir de Bagdad durante las manifestaciones antigubernamentales del 11 de noviembre de 2019

Un día después de que la Comisión Parlamentaria de Derechos Humanos de Irak anunciara que 319 personas han sido asesinadas tras el comienzo de las protestas antigubernamentales el pasado 1 de octubre, el balance se ha vuelto a incrementar en, al menos, cinco víctimas mortales más en las últimas horas, según han informado los medios locales. Por su parte, los heridos superan ya los 15.000. 

Los episodios violentos más recientes se han focalizado en la ciudad de Nasiriya, ubicada en la provincia de Dhi Qar, al sur del país. De acuerdo con el citado medio, también 130 personas han resultado heridas, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad, y 34 manifestantes han sido detenidos. Las protestas se recrudecieron este fin de semana cuando los participantes trataron de cerrar los departamentos y oficinas gubernamentales, y ocuparon uno de los principales puentes de la ciudad, donde la policía abrió fuego indiscriminado contra los allí congregados para intentar dispersarlos.

Las fuerzas de seguridad iraquíes mataron a varios manifestantes antigubernamentales e hirieron a otros el sábado, haciéndolos retroceder desde tres puentes en el centro de Bagdad, según funcionarios médicos y fuentes de seguridad

Del mismo modo, en la capital, Bagdad, los enfrentamientos han cobrado fuerza esta madrugada en las inmediaciones de la Plaza Tahrir, epicentro de las protestas, donde se sitúa el Ministerio de Finanzas, al que los manifestantes prendieron fuego. 

Otro episodio que ha hecho saltar las alarmas fue que las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos dentro del Hospital de Niños Habboubi en Nasiriyah. Los efectivos irrumpieron en las instalaciones para responder a una protesta que había convocado el personal sanitario. “Tuvimos que trasladar a los niños pacientes al Hospital Moussawi para salvarles la vida”, aseguró el jefe de Salud Abdelhussein al-Jaberi a AFP.

Bomberos iraquíes en el Ministerio de Finanzas incendiado por los manifestantes en la plaza Khallani de Bagdad el 11 de noviembre de 2019

Estas prácticas de las fuerzas de seguridad iraquíes han sido condenadas de forma categórica en el último informe de la Comisión, que ha alertado del “mal uso” de gases lacrimógenos, bombas de sonido, cócteles molotov y piedras y maquinaria punzante, tanto por parte de los efectivos gubernamentales como por parte de algunos manifestantes, que “han causado bajas de ambas partes”.

En este escenario, han comenzado a surgir los primeros rumores que apuntan a un posible sabotaje de las protestas, por parte de grupos de manifestantes que habrían acordado con miembros del Gobierno dinamitar las protestas a cambio de recibir fondos económicos o citas con las autoridades. “La traición surgió el sábado por la noche, cuando los grupos comenzaron a negociar la entrega de los puentes [que vertebran Bagdad] al Gobierno”, aseguraba un activista anónimo al medio local Al-Mada. Por ello, la Comisión ha solicitado a los líderes de la sociedad civil que “cooperen con las fuerzas de seguridad para restaurar la vida de las instalaciones públicas, escuelas, universidades y departamentos, a fin de mejorar los derechos humanos y continuar brindando servicios humanitarios a los ciudadanos”.

: Las fuerzas de seguridad iraquíes disparan gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes antigubernamentales en el centro de Bagdad, Irak, el domingo 10 de noviembre de 2019

En este contexto, la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI) ha publicado una declaración con una serie de principios y medidas para solventar “el clima de ira y miedo” que se ha establecido en el país, como consecuencia de “una acumulación de frustraciones por la falta de progreso en los últimos 16 años”. La delegación de la ONU contempla, como principios, proteger el derecho a la vida sobre todo; garantizar el derecho de reunión pacífica, manifestación y libertad de expresión, tal como se otorga en la constitución; practicar la máxima moderación en el manejo de las protestas, incluido el uso de munición real; prohibir el uso indebido de dispositivos no letales (como los botes de gas lacrimógeno); entregar plena responsabilidad a los perpetradores y reparación a las víctimas; y, finalmente, actuar de conformidad con la ley, incluso con respecto a las propiedades públicas y privadas. 

Para que todo ello se cumpla de forma efectiva, UNAMI establece una serie de medidas inmediatas que deben adoptarse en el plazo máximo de una semana, siendo la prioridad la liberación de todos los manifestantes pacíficos detenidos desde el 1 de octubre e, intrínsecamente relacionado con esto, el respeto a los ciudadanos que protestan que, en ningún caso, “serán blancos”. Otras acciones contempladas en la hoja de ruta son el inicio de una investigación completa de los casos de secuestro, en la que se revele la identidad de los responsables; y, del mismo modo, la aceleración los procesos de identificación y enjuiciamiento de los autores de los ataques a los manifestantes; en esta misma línea, el enjuiciamiento y el castigo de los responsables del uso excesivo de la fuerza, de conformidad con la ley; y, por último, el lanzamiento de un llamado público a todas las partes regionales e internacionales para que no interfieran en los asuntos internos de Irak, en una clara alusión a las políticas injerencias orquestadas desde Irán, pero también en referencia a Estados Unidos, como han denunciado los manifestantes en sus carteles en las protestas.

Un manifestante antigubernamental muestra balas durante los enfrentamientos con las fuerzas policiales antidisturbios en la calle Al Rasheed, cerca de la plaza Tahrir

La Misión de Naciones Unidas también detalla una retahíla de medidas a aplicar a corto plazo, en un periodo de una a dos semanas, entre las que se incluyen una reforma electoral, la reforma del sector de la seguridad -prohibiendo cualquier arma fuera de control-; y la ejecución de diversas herramientas encaminadas a poner fin a la corrupción, por medio de la publicación del patrimonio de la élite política y de la abolición de los comités económicos.

A medio plazo, esto es, de uno a tres meses, se prevé la adopción de una nueva Constitución -tras el trabajo del Comité de Revisión Constitucional-; el comienzo de los trabajos de la Comisión de Integridad, que presentará casos de corrupción al Consejo Superior Judicial o al Tribunal Central Anticorrupción; y la promulgación de una batería de leyes sobre el Tribunal Federal, la Seguridad Social, la crisis de vivienda, los hidrocarburos (petróleo y gas), el fomento de inversiones y asociación del sector púbico-privado, el Consejo de Ministros y Ministerios y el Consejo de Reconstrucción.

Manifestantes antigubernamentales prendieron fuego y cerraron calles durante las protestas en curso en Bagdad, Irak, el sábado 9 de noviembre de 2019

Como parte del trabajo de la UNAMI sobre el terreno, cabe destacar la visita realizada por la representante especial de la agencia, Jeanine Hennis, a Irak, en un viaje calificado como misión de investigación. “Cada día recibo informaciones sobre manifestantes muertos, secuestrados, detenidos arbitrariamente, atacados o intimidados”, aseguró la delegada diplomática. La conclusión principal de su visita fue que hoy en día “los derechos fundamentales son continuamente violados” en Irak.

Los esfuerzos de Naciones Unidas para sofocar las protestas están siendo apoyados desde la esfera internacional, con Estados Unidos al frente -a pesar de las denuncias de los manifestantes que le acusan de injerir en los asuntos internos del país-. En una declaración de la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca, el gigante norteamericano ha confirmado su adhesión a la UNAMI “para pedirle al Gobierno iraquí que detenga la violencia contra los manifestantes y cumpla la promesa del presidente Barham Saleh de aprobar la reforma electoral y celebrar elecciones anticipadas”. “También pedimos al resto de la comunidad internacional que se una a nosotros para apoyar un futuro mejor para el pueblo iraquí”, concluye la nota.

Jeanine Hennis-Plasschaert, representante especial de las Naciones Unidas para Irak y jefe de la UNAMI, durante una conferencia de prensa en la ciudad santa de Najaf, Irak, el 11 de noviembre de 2019

Cabe recordar, en este punto, que el pasado 31 de octubre, el mandatario reafirmaba su apoyo a “elecciones anticipadas, con una comisión electoral nueva e independiente, porque la legitimidad del gobierno viene del pueblo”, al mismo tiempo que el primer ministro, Adil Abdul-Mahdi mostraba su disposición a dimitir si los partidos políticos acordaban un sustituto.

Casi dos semanas después, las promesas siguen sin llegar a ningún puerto y apenas se vislumbra un ápice de cambio. Este domingo, los líderes del país, es decir, Saleh, Mahdi, el presidente del Parlamento, Mohammed Halbousi, y el presidente del Consejo Judicial Supremo, se reunieron en el Palacio de la Paz de Bagdad para acordar “reformar el sistema electoral” de Irak, pero no mencionaron la cuestión de las elecciones anticipadas. Tampoco se contemplan más medidas, a pesar de la hoja de ruta proporcionada por la UNAMI.

Un manifestante herido es llevado rápidamente a un hospital durante los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes y los manifestantes antigubernamentales en el centro de Bagdad, Irak, el sábado 9 de noviembre de 2019

Del mismo modo, este sábado la Cámara de Representantes lanzó una iniciativa nacional para promover el diálogo, formada por las tres presidencias, académicos, representantes religiosos, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y delegados de Naciones Unidas. “Esta iniciativa establecerá un nuevo proceso político a través del desarrollo de grandes programas de reforma comprometidos con todas las instituciones estatales legislativas y ejecutivas”, aseguró un portavoz del Parlamento al medio local Al-Mada.

En la práctica, esto se traducirá en varios puntos concretos: la reforma de la ley electoral para abolir el sistema de cuotas y reducir el número de miembros de la Cámara a 150 diputados; y el reemplazo de la Comisión Electoral por un nuevo órgano independiente con jueces y expertos imparciales de todas las afiliaciones políticas. “El éxito de esta iniciativa depende de cuán seria sea en la implementación de las demandas de los manifestantes”, explicó el diputado Nada Shaker en Al-Mada.

En esta línea, y pese al anuncio del comienzo del proceso reformatorio, la violencia sigue siendo la nota predominante en el día a día de Irak y los manifestantes, hartos del sistema, ya se han negado a negociar bajo este escenario, marcado por la fuerte represión policial que ha dinamitado las manifestaciones, en un principio, pacíficas. Cabe destacar, sin embargo, que la información sobre este punto es confusa, pues según reporta Al-Mada, “los manifestantes acordaron darle al primer ministro un periodo de varios meses para implementar los paquetes de reforma anunciados, aunque no ha quedado claro cómo se llegó a ese pacto”. 

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