Mueren al menos 20 soldados turcos en un ataque perpetrado por el Ejército de Haftar en Libia

La violencia en Libia pone en peligro el sistema sanitario del país en plena crisis del coronavirus

REUTERS/ESAM OMRAN AL-FETORIA - Miembros del Ejército Nacional Libio (LNA), comandados por el mariscal Jalifa Haftar

El recrudecimiento de los combates en Libia, donde ambos bandos dependen del apoyo extranjero, ha creado el escenario perfecto para la aparición de una batalla por la supremacía aérea, al mismo tiempo que el brote de coronavirus continúa propagándose por el país. Así, durante las últimas horas, al menos 20 soldados turcos han muerto en un ataque perpetrado por el Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés), según han informado las tropas de Haftar a través de la red social Twitter. 

Según estos datos, el Ejército Nacional Libio atacó a última hora de este lunes un depósito de armas y municiones en la región de AbuGrain, al este de la ciudad costera occidental de Misrata; un ataque en el que han perdido la vida varios soldados de las milicias del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), entre ellos un menor de edad.  Este ataque se ha producido, en parte, en respuesta a la Operación Tormenta de Paz, una ofensiva lanzada por el Gobierno de Acuerdo Nacional para atacar a las fuerzas de Haftar en el sur de la capital del país.  

El portavoz del LNA, Ahmed al-Mismari, ha explicado que uno de los aviones de carga que fue atacado el pasado domingo transportaba suministros médicos a un hospital de campaña que fue enviado para luchar contra el brote de coronavirus en la ciudad de Tarhuna, según ha recogido el diario Asharq Al-Awsat. “Los crímenes de las milicias del GNA –apoyadas por Turquía- contra los civiles son inimaginables”, subrayó durante una rueda de prensa en la localidad de Bengasi. Durante esta conferencia, Al-Mismari insistió en el hecho de que el LNA respeta el alto el fuego y advirtió de que “está decidido a poner fin a la invasión turca” en Libia. 

El portavoz del Ejército Nacional Libio (LNA), el coronel Ahmed al-Mismari

Además, este lunes varios barrios de Trípoli han sido atacados por varios proyectiles disparados por las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar, según ha recogido el diario The Libya Observer. El portavoz del Ministerio de Salud del Gobierno de Unidad, Amin al-Hashemi ha lamentado que un trabajador extranjero haya resultado herido por este ataque en las inmediaciones del hospital Al-Khadra. “Tres personas han resultado heridas en el ataque de Haftar a Abu Salim, incluido un muchacho de 15 años. El bombardeo continúa en Ghabat Al-Nasser, Hay Dimashiq y Abu Salim. Al menos cuatro civiles han resultado heridos”, ha explicado. 

Por el momento, todos los pacientes de este hospital –la mayoría de ellos con enfermedades crónicas- han sido evacuados. Por su parte, el coordinador humanitario para Libia, Yacoub El Hillo, ha emitido un comunicado este lunes tras el ataque al hospital Al Khadra en Trípoli criticando este tipo de violaciones por ambas partes beligerantes al acuerdo de cese de hostilidades. “En un momento en que la gente en Libia no necesitaba más que un hogar seguro e instalaciones médicas que funcionaran, recibimos la noticia de otro ataque a un hospital. Se trata de una clara violación del derecho internacional humanitario”, ha asegurado. 

Yacoub El Hillo, coordinador residente humanitario de la ONU y representante residente del PNUD en Siria

“Los repetidos llamamientos de las Naciones Unidas y la comunidad internacional para que se ponga fin a las hostilidades han sido respondidos con total desprecio y con la intensificación de los combates. Esto es inaceptable en un momento en que los trabajadores sanitarios y de la salud son vitales en nuestra lucha contra una pandemia mundial. El hospital Al-Khadra, con 400 camas, era uno de los potenciales centros de salud asignados por la COVID-19”, ha lamentado a través de este comunicado.

Asimismo, a través de esta declaración, Yacoub El Hillo ha anunciado que, en marzo de 2020, al menos 37 centros de salud han sufrido daños provocados por los enfrentamientos entre las tropas de Haftar y el Gobierno de Acuerdo Nacional. De ellos 14 han tenido que ser cerrados y otros 23 se encuentran en una situación inestable. “Esta insensata escalada debe detenerse para que las autoridades sanitarias y los organismos de ayuda humanitaria puedan responder a la COVID-19 y seguir llegando a las personas que necesitan asistencia humanitaria”, ha advertido. “Las autoridades sanitarias libias, junto con las Naciones Unidas y nuestros socios humanitarios, han estado corriendo contrarreloj para contener la propagación del virus. Para que Libia tenga alguna posibilidad de hacer frente a la COVID-19, el conflicto actual debe detenerse inmediatamente”, ha subrayado. 

Dron turco Bayraktar TB2

A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional por alcanzar un alto el fuego, los combates en Libia se han recrudecido desde la segunda semana de marzo, después de que las fuerzas del comandante Haftar decidieran lanzar una nueva ofensiva para hacerse con el control de Trípoli.  En respuesta, el 25 de marzo, el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA), con sede en Trípoli y apoyado por Turquía, lanzó una contraofensiva, denominada como Operación Tormenta de Paz, para hacer retroceder a las fuerzas de Haftar.  Las conversaciones de Moscú y la conferencia de Berlín celebrada a principios de este año han quedado relegadas en el olvido, un olvido que ha creado el escenario perfecto para que se recrudezcan los combates y aumente la escalada de tensiones entre ambas partes beligerantes por el control del espacio aéreo y por el control de la capital del país.
 

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