Las criptomonedas siguen creciendo y ya no son sólo una inversión
Mientras la actividad económica mundial se paralizaba a causa de la pandemia de la COVID-19, las criptomonedas iban a experimentar un crecimiento exponencial que, aún un año después del comienzo de la pandemia, sigue imparable, situando algunas de ellas, como el bitcoin, en máximos históricos. Esta es posiblemente la más conocida de todas y su crecimiento desde marzo del pasado 2020 es de un 1000%, alcanzando un valor de 42.673 euros el bitcoin.
Lo que hace muy poco tiempo era desconocido y generaba cierta incertidumbre entre la ciudadanía, es ahora una oportunidad para millones de inversores que ven en las criptomonedas nuevas oportunidades de negocio. Y no sólo particulares. Empresas de la talla de Tesla o Mastercard han apostado fuertemente por divisas como el Bitcoin.
El caso de la empresa dirigida por Elon Musk es más controvertido aún. No sólo anunció la adquisición de 1.500 millones de dólares en Bitcoin – una compra que se realizó en Japón, según la documentación presentada ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos – sino que, además, hizo oficial que Tesla comenzará a aceptar esta divisa como forma de pago. Eso sí, el CEO de Tesla y Space X anunció que esta medida “estará sujeta a las leyes aplicables e inicialmente de forma limitada”.
No obstante, la estrategia empleada por el empresario de origen sudafricano no está del todo bien vista. Nouriel Roubini, economista de gran prestigio en Estados Unidos y que predijo la crisis de las hipotecas basura en 2008, cree que es “irresponsable” y supone una “manipulación del mercado”. La actividad de Musk en redes sociales como Twitter ha generado mucha controversia en la comunidad empresarial: “Primero toma una posición individual sobre bitcoin, dispara su precio, y luego anuncia la inversión de Tesla”, dijo Roubini, a lo que añadía: “El SEC (Comisión de Bolsa y Valores,) debería investigar a las personas que tienen un impacto en el mercado capaz de manipular el precio de los activos. También es un comportamiento criminal”.
La seguridad era el aspecto más cuestionado hace no demasiado tiempo. Sin embargo, en la actualidad es precisamente la gran protección que presentan las criptomonedas lo que ha hecho que incluso bancos las incluyan en sus carteras, como es el caso de Ripple y Ethereum. Si hay que buscarle un pero a esta innovadora divisa es la que señala el CEO del Corum Center for Strategic Studies and Economic Research de Londres, Tariq Al-Rifai, que argumenta que las criptomonedas no tienen las mismas características que de una moneda convencional, en la que las fluctuaciones son mínimas. En cambio, en el caso de las criptomonedas, las fluctuaciones son mucho más grandes, lo que dificulta el mantenimiento del valor real de las unidades compradas. Ejemplo claro es la importante caída que experimentó el Bitcoin a finales de 2017, cuando su valor se desplomó desde los 20.000 dólares hasta los 3.000.
Son más de 1.300 las criptodivisas que existen actualmente en el mundo. Y ahora, tanto grandes empresas como inversores particulares ven en ellas una oportunidad de diversificar su inversión, como medio de cobertura contra la inflación y, además, como una reserva de valor en un mundo en el que todo parece apuntar, el dinero físico está destinado a desaparecer. Y es que las criptomonedas fueron creadas para permanecer, no como algo pasajero. Los últimos datos indican que hay entre 5,8 y 11,5 millones de carteras que almacenan Bitcoin y otras criptos. Considerando que cada inversor tenga dos, significaría que entre 2,9 y 5,8 millones de personas son usuarios activos de criptomonedas, un dato que, por otra parte, no deja de aumentar. Y no parece que vaya a dejar de hacerlo después de que, por primera vez en la historia y gracias a Tesla, las criptomonedas sean aceptadas a cambio de bienes físicos, como son los coches fabricados por la empresa dirigida por Elon Musk.
