Las detenciones en la frontera entre Estados Unidos y México han aumentado un 88% en el último año fiscal
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha detenido a unos 970.000 migrantes en la frontera con México y las zonas cercanas, lo que supone un aumento del 88 por ciento a lo largo del último año fiscal respecto al anterior, según ha informado el director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), Mark Morgan.
Morgan, que ha destacado que las cifras han descendido recientemente hasta llegar a 52.000 en el mes de septiembre –el menor nivel del año–, ha alertado de que a pesar de los arrestos un gran número de migrantes han logrado «salirse con la suya» y no ser detenidos.
Cerca de 150.000 personas han escapado de la Patrulla Fronteriza, tal y como ha explicado Morgan durante una rueda de prensa. Según la cadena de televisión ABC, Morgan ha descrito el número de cruces de migrantes en la frontera como una estimación «conservadora».
«Esto hace nuestro país menos seguro», ha aseverado Morgan en relación con el movimiento del personal del ICE de los puestos de seguridad a la zona fronteriza. Más del 40% de los agentes han sido redirigidos ante el aumento del flujo migratorio en la zona.
Los agentes han detenido a 608.697 miembros de familias y niños sin acompañantes que han tratado de cruzar la frontera a lo largo del año fiscal 2019, según los datos del ICE. En el anterior año fiscal se registraron 218.000 arrestos.
En total, cerca 1 millón de migrantes ilegales han sido detenidos en la zona fronteriza durante dicho periodo. «Estos son números que ningún sistema migratorio puede gestionar, ni siquiera el de este país», ha afirmado Morgan.
La Administración del presidente, Donald Trump, ha implementado nuevas políticas para reducir las solicitudes de asilo, lo que incluye el programa llamado ‘Protocolos de Protección de Migrantes’, según el cual los migrantes son enviados de vuelta a México mientras sus solicitudes son tramitadas en suelo estadounidense.
Por otra parte, Morgan ha alertado de que el país continúa enfrentándose a una «crisis humanitaria y nacional» incluso a pesar de que las cifras hayan disminuido durante los últimos meses.
Las organizaciones criminales transnacionales «están aprovechándose de la crisis humanitaria y utilizan a las familias y los niños como diversión para conseguir que gente mala y drogas entren en el país», ha subrayado. «Pasa todos los días», ha afirmado antes de añadir que «esas drogas y criminales están consiguiendo entrar en cada ciudad de este país».
