En el marco de la Semana de la Comunicación 2020, la Universidad Europea de Madrid analiza el impacto de la pandemia en la cita electoral de noviembre

Las elecciones estadounidenses ante la disrupción del coronavirus

AP/ALEX BRANDON - El presidente de Estados Unidos Donald Trump

¿Qué impacto tendrá el coronavirus en las elecciones presidenciales de Estados Unidos? ¿Cómo está gestionando el gigante americano la expansión de la pandemia? ¿Pueden los demócratas sacar partido de la situación actual? Responder a estas y otras preguntas ha sido el objetivo de la mesa redonda ‘US Presidential Elections and the impact of COVID-19 in American global leadership’ auspiciada por la Universidad Europea de Madrid (UEM).

El encuentro virtual se ha celebrado en el marco de la Semana de la Comunicación 2020 y ha sido moderado por el catedrático de Comunicación y Política Internacional José María Peredo Pombo. Han tomado parte como ponentes el periodista Ramón Pérez Maura, la investigadora del Real Instituto Elcano Carlota García Encina, el consultor Daniel Ureña -y presidente de Hispanic Council- y Alana Moceri, analista y profesora en la UEM.

Todos los participantes han coincidido en señalar que el coronavirus ha pasado a ser un tema central en la vida política estadounidense; al fin y al cabo, el país se ha convertido en el nuevo centro de la epidemia. Los participantes han calificado el coronavirus como la “guerra” de Donald Trump, haciendo un paralelismo histórico con otros presidentes que han acudido a las urnas con el país inmerso en conflictos armados. Es el caso, por ejemplo, de George Bush hijo.

El factor de la pandemia lo ha condicionado todo significativamente, desde el proceso de primarias en el Partido Demócrata hasta, a buen seguro, como señalan los ponentes, las presidenciales de noviembre, convertidas ya de facto en algo parecido a un plebiscito sobre la gestión de la emergencia sanitaria por parte del Gobierno de Donald Trump.

Pérez Maura, columnista internacional con una amplia trayectoria en información sobre Estados Unidos, ha recordado, no obstante, que buena parte de la gestión sanitaria en el país está transferida a los Estados. Al no haber un sistema de salud a nivel federal, quienes están cobrando más preponderancia en la gestión política son algunos de los gobernadores. En concreto, Pérez Maura se ha referido al neoyorquino Andrew Cuomo como uno de los rostros más visibles de los demócratas a lo largo de las últimas semanas.

Con todo lo anterior, García Encina y Moceri sí han querido puntualizar que, a pesar de eso, buena parte de las responsabilidades en algunas decisiones de gran calado, como, por ejemplo, la posible reapertura de la economía en los próximos días, recaerán sobre los hombros de la Casa Blanca. 

Igualmente, Ureña ha reconocido que las decisiones que tome Trump en las próximas dos o tres semanas estarán muy presentes en el recuerdo de los electores cuando llegue la cita electoral. Asimismo, ha destacado que será importante el juego de narrativas de aquí a que los estadounidenses sean llamados a las urnas; gestos como la retirada de fondos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden cobrar bastante significado.

Joe Biden, candidato presidencial del Partido Demócrata
Los demócratas: una oportunidad inesperada

¿Con qué posibilidades llegará Joe Biden, el futuro contrincante de Trump, a los comicios de noviembre? Aunque aún es pronto para contestar a la pregunta de forma taxativa, sí parece claro que tendrá más fuerza de la que se preveía hace tan solo un par de meses. Así lo cree Pérez Maura, que advierte de que el veterano político demócrata, que comenzó la campaña sin demasiada fuerza, se ha encontrado en una posición más ventajosa como consecuencia de la crisis económica que pueda traer el coronavirus.

El periodista ha planteado que Trump siempre ha basado sus éxitos en clave económica. Sin embargo, el parón de la buena marcha del país podría afectarle muy negativamente. El beneficiario podría ser Biden, aunque, en palabras de Pérez Maura, no esté haciendo “nada especial” de cara a la opinión pública. Alerta, no obstante, de que, dentro del propio partido, sigue existiendo una división “muy relevante” entre la línea más centrista del candidato presidencial y el carril izquierdista que encarna Bernie Sanders, el que fue su mayor rival en las primarias.

A este respecto, García Encina ha apuntado que Biden es consciente de que necesita a los partidarios de Sanders y, por este motivo, ha modificado su mensaje y se ha aproximado a algunas de las ideas de Sanders en lo relativo a servicios públicos, como la educación y, sobre todo, la sanidad. Incluso, parece estar asumiendo que la pandemia supone, quizá, el impulso necesario para repensar el modelo social y económico del país; una premisa que, a priori, encajaría más en el programa del de Vermont.

En torno a Biden, los ponentes han señalado que otra de las incógnitas ahora mismo es quién será la persona a la que designe como su potencial vicepresidenta. Moceri ha recalcado que el candidato ya adelantó en su día que sería una mujer, pero, aun así, la cuestión sigue siendo un interrogante que ha levantado grandes expectativas entre la mayoría de los analistas políticos.

En todo caso, los ponentes han aprovechado para poner de relieve el hecho de que el país continúa sumamente polarizado a pesar de la situación de emergencia sanitaria. Como señala Moceri, un candidato con tan poca capacidad de generar consenso como es Trump provoca que sus seguidores continúen dándole masivamente su apoyo y sus detractores no se planteen nunca votar por él.

En suma, la incertidumbre generada por el virus en todos los ámbitos permea también el electoral. No obstante, la crisis sanitaria y económica parece haber abierto una ventana de oportunidad para que Joe Biden consiga una victoria que parecía altamente improbable hace solamente unas semanas.

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