Las muertes por terrorismo decrecen y repuntan los ataques de ultraderecha
Las muertes causadas por el terrorismo se redujeron en el mundo un 15,2 % en 2018 frente a 2017. En Europa occidental, Estados Unidos y Oceanía, aumentaron los incidentes terroristas de grupos de extrema derecha, según el último Índice Global de Terrorismo (GTI). De acuerdo con este estudio, realizado en 163 países y presentado esta semana en Londres por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), las muertes por atentados decayeron el año pasado por cuarto año consecutivo 15.952.
"El hallazgo más importante que se desprende es que vemos una continuidad de la tendencia del retroceso de muertes por terrorismo", ha destacado Thomas Morgan, del IEP, en unas declaraciones a Efe. Frente al pico de 2014, las muertes por terrorismo son ahora un 52 % más bajas. El experto ha considerado que, en general, se trata de un índice "alentador", especialmente porque "la bajada en muertes ha sido sostenida durante varios años".
No obstante, "el hecho de que el terrorismo continúe extendido refuerza la creencia" de que es un problema "global que no va a desaparecer pronto", ha advertido. Según el GTI, que evalúa el impacto de esta forma de violencia en base al número de víctimas y otros factores, pese al decrecimiento en el número total de muertes por atentados, la cifra de países afectados por esta lacra continúa siendo elevada. En este sentido, 71 países registraron el pasado año al menos una muerte por atentado.
El documento revela también que, por primera vez desde 2003, Irak no fue el país más afectado por el terrorismo, sino que fue Afganistán. El país centroasiático sufrió el mayor deterioro. Registró en 2018 un total de 7.379 muertes por esta causa, un aumento del 59 % frente a 2017.
Irak y Somalia, por el contrario, acusaron las mayores caídas. El dato se atribuye principalmente a la menor actividad del grupo terrorista Daesh en Irak y Al-Shabab en Somalia. De hecho, el declive de Daesh continuó por segundo año consecutivo. Las muertes provocadas por esa organización cayeron un 69 %, mientras que los ataques se redujeron un 63 %.
Sobre la situación de España, Morgan ha comentado que su posición en el índice -en el puesto 59- experimentó una "mejora" en 2018 -al bajar 9 posiciones-, si bien su situación es ahora "particularmente volátil" por los "incidentes violentos registrados en Cataluña" en los últimos años. "Sin embargo, eso no incrementa necesariamente el riesgo a que se produzca un ataque terrorista", ha añadido.
El informe cifra en 33.000 millones de dólares (29.900 millones de euros) el impacto global económico del terrorismo en 2018, lo que supone una reducción del 38 % frente a los números registrados en 2017.
Se destaca como "una de las tendencias más preocupantes" el repunte de incidentes de este tipo acometidos por grupos de extrema derecha en los últimos cinco años, particularmente en Europa occidental, Norteamérica y Oceanía. En concreto, el número total de episodios de este cariz ha aumentado en un 320 % en los últimos cinco años y las muertes producidas por esas organizaciones ultraderechistas han subido un 52 %, hasta un total de 26.
A finales del pasado septiembre, 77 muertes se vincularon a esos grupos, si bien el terrorismo de ultraderecha sigue constituyendo una pequeña fracción frente al de todo el mundo. Morgan ha indicado que esos terroristas son en muchos casos "personas que se han radicalizado online y que no están afiliadas a ninguna organización, lo que hace que ese tipo de ataque sea particularmente difícil de abortar o prever". Otro dato de interés apunta a que el conflicto es el principal impulsor de actividad terrorista. En 2018, el 95 % de muertes por terrorismo se dieron en países que sufrían conflictos violentos.
En otro apartado se destaca la creciente participación de mujeres en actividades terroristas. No obstante, se trata de un pequeño porcentaje en todos los ataques registrados. Entre 1985 y 2018, hubo 300 atentados suicidas con más de 3.000 víctimas mortales en los que, al menos, estaba involucrada una mujer. La mayor parte de ese incremento se asocia con el grupo Boko Haram, pues casi el 80 % de sus atentados cometidos en los últimos cinco años han sido perpetrados por mujeres.
