Las autoridades han arrestado a varios activistas iraníes y ciudadanos extranjeros acusados de participar en las manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini. Teherán culpa a EE. UU. e Israel de “planificar” las protestas

Las protestas en Irán se extienden a universidades y centros educativos

photo_camera AFP/MONA HOOBEHFEKR - Las protestas lideradas por mujeres se han extendido e intensificado en distintos puntos del país al grito de “justicia, libertad y no al hiyab obligatorio”

Las protestas en Irán entran en su tercera semana consecutiva y se extienden a los centros educativos. En las últimas horas, la Universidad Tecnológica de Sharif en el centro de Teherán han sido escenario de una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes. Según denunciaron ciudadanos iraníes en las redes sociales, la policía empleó gases lacrimógenos, perdigones, bolas de pintura y balas de goma, provocando la muerte de algunos manifestantes. De acuerdo con testigos, las fuerzas de seguridad los instaron a abandonar las instalaciones y dirigirse a un aparcamiento subterráneo de la universidad donde había antidisturbios esperando para arrestarlos.

Desde la dirección de la universidad han negado las detenciones, los heridos y las muertes y han ordenado el cierre del centro educativo hasta nuevo aviso. Los medios de comunicación oficiales, por su parte, hablan de enfrentamientos y peleas entre estudiantes afines y contrarios al Gobierno.

Las protestas han llegado a otros centros educativos de la capital, así como a Tabriz, Isfahán o Shiraz. Según datos del Comité de Mujeres del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (NCRI, por sus siglas en inglés), se han reportado manifestaciones en al menos 48 universidades iraníes. Lo mismo ha ocurrido en institutos y colegios. En una escuela de Karaj, por ejemplo, las alumnas -muchas de ellas con el pelo descubierto- expulsaron a un funcionario del Ministerio de Educación, según informa Iran International.

A medida que las protestas se expanden y se intensifican la respuesta de las autoridades se torna cada vez más violenta. De acuerdo con la ONG Iran Human Rights (IHR) más de 130 iraníes han muerto desde que comenzasen las protestas tras el asesinato de la joven kurda Mahsa Amini a manos de la policía de la moral por llevar mal colocado el velo islámico.

IHR denuncia la muerte de 41 personas el pasado 30 de septiembre en la ciudad de Zahedan por protestar contra la violación de una niña perteneciente a minoría étnica baluchi a manos del jefe de la policía de Chabahar. La ONG con sede en Suecia subraya también que el acceso a internet continúa sufriendo cortes. Aplicaciones como Instagram, WhatsApp, Signal, Viber, Skype, LinkedIN, Google Play, App Store están bloqueadas por el régimen.

Amnistía Internacional ha acusado a Irán de usar “fuerza letal” contra sus propios ciudadanos. La organización ha filtrado un documento oficial emitido a los comandantes de las fuerzas de seguridad en el que los instan a “enfrentar severamente” a los manifestantes. “Las autoridades iraníes han decidido hacer daño o matar a las personas que salen a la calle para expresar su ira por décadas de represión e injusticia”, señala Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.

Además de la alta cifra de fallecidos y heridos, las fuerzas de seguridad han detenido a famosos activistas como Hossein Masumi o Bahareh Hedayat, quien ya había sido arrestada en otras ocasiones, de acuerdo con la BBC. Por otro lado, las autoridades iraníes también han detenido a nueve extranjeros acusados de provocar los disturbios. Entre los arrestados hay ciudadanos de Alemania, Polonia, Italia, Francia, Países Bajos o Suecia, según informó el Ministerio de Inteligencia de Irán.

Teherán asegura que Occidente está detrás de las protestas. En concreto, el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, ha apuntado a sus dos principales enemigos: Estados Unidos e Israel, a los que acusa de “planificar” las protestas “con la ayuda de algunos iraníes traidores en el extranjero”. Desde que comenzaron las manifestaciones, Washington ha impuesto nuevas sanciones a Irán dirigidas a la policía de la moral a las organizaciones de seguridad. En un comunicado reciente, el presidente Joe Biden admitió sentirse “gravemente preocupado” por la situación en Irán y prometió “costos adicionales” aquellos que utilizan la violencia contra los manifestantes.

A pesar de la alta cifra de muertos, heridos y detenidos, existe cierta esperanza de cambio entre los iraníes. La famosa abogada y activista iraní, Nasrin Sotoudeh ha expresado su optimismo a la revista Time, destacando que las protestas actuales presentan “una posibilidad muy real de cambio de régimen”. “Lo que la gente quiere es un cambio de régimen y no volver al pasado”, añade Sotoudeh.

La brutalidad y violencia de las autoridades no lograr frenar las protestas desencadenadas tras la muerte de Amini. “Esto no se está calmando, se está extendiendo. La valentía de los jóvenes en las calles frente a las fuerzas de seguridad es extraordinaria”, indica un iraní a The Guardian. “Al principio se quitaron el velo, pero ahora usan piedras y cócteles molotov. No hay un liderazgo único, pero sus tácticas son cada vez más sofisticadas”, agrega, según recoge el periódico británico. 

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