Las respuestas al sorpresivo reconocimiento de Estados Unidos y la normalización de relaciones entre Israel y Marruecos no han tardado en llegar desde diferentes puntos del mundo

Las reacciones al reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental

AFP PHOTO / MOROCCAN ROYAL PALACE - El primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, el presidente estadounidense, Donald Trump y el rey de Marruecos, Mohamed VI

Donald Trump está utilizando sus últimos meses al frente de la Casa Blanca para romper algunos de los paradigmas más consolidados de las relaciones internacionales y el funcionamiento global. A los históricos Acuerdos de Abraham entre Emiratos Árabes Unidos e Israel, al que siguieron Baréin y Sudán, ahora se añade la normalización del cuarto país árabe, Marruecos, y el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Este último hecho, se produce además contraviniendo las disposiciones de Naciones Unidas y con su presidencia ya en funciones, a la espera de que Joe Biden se instale en la Casa Blanca.

El anuncio de Estados Unidos incluye también la apertura de un consulado en Dajla, en lo que sería la primera representación diplomática occidental en el Sáhara Occidental. El consulado se sumaría al de otros países africanos – la mayoría de los que han ido confirmando la ubicación de un consulado en el Sáhara Occidental, ya sea en Dajla o El Aaiún – y otros árabes, como Emiratos Árabes Unidos o Baréin. Marruecos ha conseguido de esta manera consolidar diplomáticamente sus pretensiones de soberanía sobre el Sáhara Occidental, pese a las denuncias del Frente Polisario y la preocupación de otros países como Qatar, Argelia o la propia Naciones Unidas, que el pasado octubre renovó el mandato de la MINURSO.

Atalayar_Acuerdos de Abraham

Respecto a la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprovechó el comienzo de la Hanukkah para en una aparición televisiva congratularse por la "histórica" decisión de Marruecos. Netanyahu indicó cuáles serían los primeros movimientos: "en primer lugar estableceremos oficinas de enlace, posteriormente relaciones diplomáticas directas y, por último, vuelos directos entre ambos países". Otra de las primeras declaraciones al respecto de la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel, fueron las del presidente egipcio Al-Sisi, que indicó que "esto es un paso importante hacia la estabilización y la cooperación regional en Oriente Medio".

El portavoz de Hamas, Hazem Qassem, repitió las declaraciones ya mantenidas con anterioridad respecto a los acuerdos con el resto de países, y señaló que esta decisión "no ayuda a la causa palestina y alienta la ocupación de Israel".

Atalayar_Al Sisi

Al igual que Hamas en relación con la decisión de Marruecos, el Frente Polisario ha criticado duramente la decisión de Estados Unidos, que supone un batacazo para su posicionamiento en el conflicto del Sáhara Occidental, ya que, además, el reconocimiento estadounidense puede generar un efecto dominó que implique el reconocimiento de otros países de peso. En especial, el Frente Polisario espera con interés la postura de la Unión Europea, y en particular la de algunos de los países, como Francia o España. En una nota de prensa, se comunicaba que "El Frente Polisario y el gobierno saharaui condenan en los términos más enérgicos la decisión de Donald Trump de atribuir a Marruecos algo que no le pertenece".

En el comunicado saharaui se señalaba también "la falta de reconocimiento de la mayoría de la comunidad internacional a la soberanía marroquí, y la violación de la Carta de Naciones Unidas que esto supone". A este respecto, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, no ha variado su posición, indicando que su decisión está ligada a las resoluciones del Consejo de Seguridad. Pese a las declaraciones de Guterres, la realidad es que las negociaciones que lidera Naciones Unidas entre los actos regionales, que además de a Marruecos y el Frente Polisario, incluyen a Mauritania y Argelia, están suspendidas, y el cambio de posición estadounidense, aunque podría no ser mantenido por Joe Biden, puede sentar un nuevo precedente.

Atalayar_Sahara Occidental

Esta decisión de Donald Trump pilla a contrapié a la Unión Europea, que se encuentra desde ayer reunida en un nuevo Consejo Europeo que tiene que decidir, entre otras cosas, las posibles sanciones a Turquía, aunque es posible que se busque dar algún tipo de respuesta a este nuevo frente diplomático. España, por su parte, comunicó anoche la anulación de la Reunión de Alto Nivel que estaba prevista celebrar en Marruecos la semana que viene. Según el comunicado, se han esgrimido cuestiones relativas a la pandemia para su cancelación, aunque la coincidencia con la decisión estadounidense plantea la posibilidad de que se pretenda buscar un posicionamiento al respecto antes de cualquier tipo de encuentro.

Durante los próximos días y semanas se irá valorando cómo de importante será esta decisión para el futuro del conflicto del Sáhara Occidental, y si otros países occidentales siguen a Estados Unidos en su decisión. También en relación a la normalización de las relaciones con Israel, Donald Trump advirtió de que al menos 5 países estaban en disposición de la normalización de relaciones, de los cuales Marruecos sería el cuarto. La vista se posa ahora sobre otros como Omán o, incluso, la propia Arabia Saudí, que podrían ser los siguientes en hacerlo.

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