Las sociedades árabes viven en la encrucijada cinco años después de las revueltas
Carmen Chato
Pie de foto: El periodista de la agencia EFE, Javier martín, rodeado por su libro sobre la geopolítica del caos que provoca el terrorismo
La presentación en Casa Árabe de los libros ¿Qué queda de las revueltas árabes? Activistas, cambios y claves, del periodista y activista David Perejil (editor) y Estado Islámico. Geopolítica del caos del delegado de la agencia EFE en el norte de África Javier Martín fue el marco en el que se desarrolló la conferencia Geopolítica y sociedades árabes: claves de la actualidad convulsa.
En la sede de Casa Árabe en Madrid estos periodistas, acompañados por Reem Khalifa, activista y fundadora del periódico Al Wasat de Bahréin, disertaron sobre la situación actual en el Norte de África y Oriente Medio cinco años después de la irrupción de las revueltas árabes. Pasado un lustro, las perspectivas son muy distintas si se pone el foco en Túnez, Marruecos, Siria o Yemen de la misma manera que no todos los países de la zona partían del mismo punto de salida en el inicio de las “turbulencias”. Transiciones a regímenes democráticos, estados fallidos, cruentas guerras civiles o inestabilidad interna crónica son algunas de las situaciones que se viven en estos países que canalizaron de distintas formas el descontento popular.
Una compleja coyuntura que, a ojos de David Perejil, se le clasifica con una etiqueta reduccionista aunque quedan las demandas de paz, justicia social y libertad de las sociedades civiles protagonistas de este episodio de la historia. Para Perejil quizá lo más importante es que no se haga un silencio informativo algo que defiende con la tesis de que estas revueltas, cinco años después, siguen estando de actualidad pues es un proceso dinámico que hay que explicar para comprender el devenir de la región.
Un futuro que sólo se va a poder comprender si se tiene en cuenta la geopolítica de la zona y, en concreto, lo que en palabras de este periodista es una guerra fría regional entre Irán y Arabia Saudí, potencias árabes que siempre han sido relevantes en Oriente Medio pero que en la actualidad juegan un papel en la arena internacional muy distinto al de hace unos pocos años.
“Estamos siendo testigos del fin de Oriente Medio que hemos conocido” fueron las palabras con las que quiso definir Javier Martín este cambio de coyuntura. Actores ya conocidos pero con roles cambiantes que hacen que Occidente intente aplicar recetas ya obsoletas en la región y que sólo producen conflictos y enfrentamientos.
Martín quiso señalar también que se está haciendo una lectura errónea de la situación, atribuyendo un matiz de movimientos sectarios religiosos a demandas de libertad y derechos civiles producidos por el cansancio en el que viven inmersos estas sociedades. Un giro en el guion de la historia que se debe aprovechar pero, subrayó, sólo entendiendo que las personas en Oriente Medio huyen de la miseria y de la falta de horizontes, tal y como sucede en la actualidad con los refugiados que llegan a Europa.
Bahréin, un caso en el olvido
Fue el reino de Bahréin, rico en reservas de hidrocarburos, el que se convirtió en el primer país del Golfo Pérsico (y tras Túnez y Egipto, el tercero del mundo árabe) en el que los manifestantes tomaron una de las plazas de la capital en 2011 para expresar su descontento.
Pero años después, las revueltas en esta isla situada frente a las costas de Arabia Saudí y Catar parecen haber pasado desapercibidas para la opinión pública. Fue la periodista bahreiní Reem Khalifa la encargada en Casa Árabe de explicar a la audiencia el caso de su país, lugar en el que no fueron unas revueltas de carácter sectario las que se vivieron allí sino que las calificó de levantamientos que demandaban el respeto de derechos civiles y de los derechos humanos. Pluralismo en el espectro informativo, democracia y una justicia imparcial son, para Reem Khalifa, lo que necesita en estos momentos Bahréin y lo que ya en 2011 su sociedad civil exigía en la plaza de la Perla en Manama.
