Las violaciones de los derechos humanos son el único medio de supervivencia del régimen iraní
En su informe para la 46ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Javaid Rehman, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Irán, expresó su preocupación y pidió al Consejo de Derechos Humanos que prestara especial atención a las violaciones de los derechos humanos en Irán.Rehman basó su informe en las noticias y en la información de la que disponía, ya que el régimen aún no ha aceptado sus peticiones para viajar a Irán.
Rehman citó el elevado número de ejecuciones en Irán el año pasado. Según él, las autoridades iraníes informaron oficialmente de al menos 233 ejecuciones el año pasado. Estas ejecuciones no han contado con procedimientos legales adecuados. En particular, señaló los juicios injustos de los presos políticos Navid Afkari y Mostafa Salehi que condujeron a sus ejecuciones.
Asimismo, Hedayat Abdullahpour, ciudadano kurdo (miembro del Partido Democrático del Kurdistán), fue ejecutado el 11 de mayo de 2020 a pesar de la falta de pruebas contra él. El régimen lo torturó para obligarlo a hacer confesiones falsas. Más recientemente, el 28 de febrero, cuatro hombres árabes de Juzestán, a saber, Jasem Heidari, Ali Khosraji, Hossein Silavi y Nasser Khafajian, fueron ejecutados en Ahvaz.
Los detenidos iraníes son encarcelados en secreto, sin acceso a un abogado y en régimen de aislamiento, bajo tortura e incluso privación de agua y alimentos. Por supuesto, el informe de Javaid Rehman es sólo una pequeña parte de lo que el régimen está haciendo en Irán, porque el número de personas que han sido ejecutadas en secreto es mucho mayor que las cifras publicadas. A continuación se enumeran algunas de las violaciones de los derechos humanos en Irán: Violación de la libertad de expresión y del acceso a la información, según Javaid Rehman
El año pasado, el régimen iraní siguió censurando la mayoría de las plataformas de redes sociales, como Twitter, Facebook, etc. Además, impidió la difusión de noticias cortando completamente Internet o interrumpiendo las conexiones en ciudades y pueblos de Irán, donde se estaban produciendo protestas generalizadas. El último caso fue la desconexión de Internet durante las recientes protestas en la provincia de Sistán y Baluchistán, en el sureste de Irán. Además, con el aumento de la cuota de suscripción a Internet, el régimen trata de impedir que la gente tenga acceso a la red, por lo que está menos informada de las noticias y los acontecimientos actuales. Con la pobreza generalizada entre la mayoría de la población de Irán, muchos no pueden permitirse el acceso a Internet.
El año pasado se suicidaron varios estudiantes que no podían permitirse teléfonos móviles para continuar su educación en línea (debido al cierre de las escuelas por el brote de COVID-19), lo que llamó la atención de la opinión pública.
Presión de escritores y periodistas
La detención y el encarcelamiento de blogueros y periodistas independientes fue otro aspecto de la represión en 2020. A continuación se exponen algunos ejemplos:
Ruhollah Zam, director de Amad News, fue secuestrado en Irak y ejecutado el 22 de diciembre de 2020, tras un simulacro de juicio.
Mehrnoosh Tafian, activista de los medios de comunicación, residente en Ahvaz, fue detenida y trasladada a la prisión de Sepidar, en Ahvaz, en noviembre de 2020.
La periodista Nada Sabouri y su esposo Sohrab Salehin fueron detenidos en agosto de 2020 acusados de ponerse en contacto con las familias de los presos políticos y de cubrir noticias sobre ellos.
Soheil Arabi, condenado inicialmente a muerte por insultar las santidades islámicas, se puso en huelga de hambre. Lleva ocho años sufriendo las más duras torturas físicas y mentales en las cárceles del régimen.
El fotógrafo y periodista Noushin Jafari fue condenado a 5 años de prisión por cargos de "blasfemia" y "difusión de propaganda contra el Estado".
Yasin Ghasemi Bajda, escritor y traductor, fue detenido en febrero en Zahedan acusado de "blasfemia", "insultar al fundador de la República Islámica", "difundir mentiras" y "difundir propaganda contra el régimen".
Nasser Tavassoli, reportero del sitio web Turkmen News, fue detenido por la Oficina de Inteligencia del Condado de Gorgan.
Hamed Pourmand, reportero deportivo, fue detenido por la Oficina de Inteligencia del Condado de Gonbad Kavous.
También se detuvo a un importante número de iraníes con doble nacionalidad, acusados de espionaje para presionar a gobiernos extranjeros.
El año pasado, los derechos de los trabajadores iraníes siguieron siendo violados por el régimen. En lugar de responder a las legítimas reivindicaciones y protestas de los trabajadores que se concentraban en todo el país para protestar por sus malas condiciones de vida y reclamar sus salarios y prestaciones impagadas, el Gobierno reprimió sus concentraciones y los detuvo. Cabe señalar que más del 70% de los trabajadores iraníes viven por debajo del umbral de la pobreza. Un ejemplo de represión contra los trabajadores es la detención y el despido de varios trabajadores del Complejo de Caña de Azúcar de Haft Tappeh, en el suroeste de Irán, en el verano de 2020.
Otro ejemplo es la continuación de las huelgas de los camioneros por sus derechos fundamentales. En lugar de escuchar sus demandas, el Gobierno reprime a los conductores.
En el oeste de Irán, 143 porteadores fronterizos o "kolbars" murieron y resultaron heridos en sólo seis meses tras ser blanco de las fuerzas del régimen en las provincias de Azerbaiyán Occidental y Kurdistán. Los kolbars no tienen otra opción que llevar pesadas cargas a sus espaldas a través de la frontera debido al desempleo y la pobreza en el oeste de Irán.
Recientemente, en febrero de 2021, decenas de baluches, que transportan combustible a través de la frontera, fueron asesinados y heridos en el sureste de Irán por la Guardia Revolucionaria.
Violación de los derechos de las minorías religiosas
El año pasado, las minorías religiosas siguieron siendo objeto de diversas limitaciones y discriminaciones. Muchas de ellas fueron encarceladas bajo falsos pretextos. Estas medidas represivas incluyeron la agresión a los bahais y la prohibición de estudiar en las universidades y encontrar empleo en las oficinas gubernamentales sólo por creer en la fe bahaí. Se impusieron numerosas condenas de prisión a los bahái, en muchos casos por motivos ilusorios. Por ejemplo, Sofia Mobini y Negin Tadrisi, dos mujeres bahai de Teherán, fueron condenadas a 10 años de prisión. Más recientemente, Hamid y Saeed Naseri y Afshin Emami Yad fueron condenados a 7 años de prisión en febrero de 2021 por su fe bahai. En otro caso, ocho bahaíes fueron condenados a 11 años de prisión en el sur de Irán. Además, el régimen de Irán ha impuesto presiones a la comunidad derviche y suní impidiéndoles llevar a cabo sus ceremonias religiosas.
El planteamiento del régimen respecto a la COVID-19
En febrero de 2020, tras la ocultación inicial del brote de COVID-19 en Irán, el líder supremo del régimen, Alí Jamenei, reconoció la propagación del virus en el país. Inicialmente calificó el virus de insignificante y más tarde lo utilizó como una oportunidad para evitar las protestas y contener la ira del pueblo. Esperaba que la gente olvidara su resentimiento hacia el régimen por la preocupación generalizada por la pandemia.
Como resultado de su absoluta negligencia y de sus medidas no preventivas, Irán es actualmente el país con el mayor número de muertes por COVID-19 después de Estados Unidos. Según informes fidedignos, el número de víctimas del COVID-19 en Irán ha alcanzado ya casi 230.000. A pesar del elevado número de muertes, Jamenei prohibió la importación de las vacunas de Pfizer y Moderna y prometió, en su lugar, vacunar a los iraníes con una vacuna "hecha en Irán", cuyo lanzamiento está previsto para finales del verano.
Dado el cambio de Gobierno en Estados Unidos y el hecho de que la administración Biden quiere comprometerse y llegar a un acuerdo con Irán en materia nuclear, de misiles y regional, ¿se discutirán las violaciones de los derechos humanos del régimen y la falta de libertades en Irán en futuras negociaciones y como condición para levantar las sanciones?
Jamenei sabe que la razón por la que el Sha fue depuesto fue la política de derechos humanos de Carter y el cese de las torturas y ejecuciones por parte del Sha. Por lo tanto, es muy poco probable que acepte respetar y proteger las libertades, ya que esto es sinónimo del fin de los 42 años de Gobierno del régimen.
Cyrus Yaqubi es un analista de investigación y comentarista de asuntos exteriores iraníes que investiga la economía de los países de Oriente Medio que dependen de los ingresos del petróleo y compara su progreso con su sistema de Gobierno, cubriendo especialmente una variedad de temas sobre Irán.
