Libia y el tráfico de armas: El 'proyecto SAFTE' publica un informe que implica al Polisario

Miguel Ángel Ortíz Asín. Presidente Fórum Canario Saharaui.

El pasado 18 de abril se dio a conocer las conclusiones de un informe financiado por la Comisión Europea, que hace un balance del acceso de los movimientos terroristas al comercio ilegal de armas. El proyecto SAFTE—acrónimo de Studying the Acquisition of Illicit Firearms by Terrorists in Europe— es una iniciativa de investigación internacional que persigue, tal y como su nombre indica, el estudio e investigación de la adquisición de armas de fuego ilícitas por terroristas en Europa. Dicho proyecto recibe financiación de la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior de la Unión Europea, en el marco de la convocatoria de propuestas para apoyar iniciativas transnacionales para combatir el tráfico de drogas y armas de fuego. En este caso la coordinación del proyecto corre a cargo del Flemish Peace Institute, radicado en Bélgica.

Entrando en materia, buena parte del informe en cuestión se centra en los países del norte de África: Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez. Se incluye el Sahara Occidentalcomo territorio de estudio, y revela el aumento del comercio ilícito de armas de fuego en la zona, debido a la escasa capacidad de los Estados para controlar sus fronteras. Asimismo, destaca que actualmente hay un ambiente enrarecido y hostil, principalmente en los puntos fronterizos de estos países con Mauritania, Mali y Níger.

La revolución y el conflicto civil en Libiason los principales impulsores de la circulación de armas ligeras y la inestabilidad en el norte de África. El Sahel se ha convertido en un supermercado de armas, distribuidas por las redes hacia Oriente Medio y, desde 2015, Libia se ha convertido en un nuevo mercado, reabsorbiendo las armas para su conflicto interno. Sin embargo, y a pesar de que hay gran número de redes de traficantes de personas de Libia a Europa, no se han detectado flujos de armas procedentes de Libia en todo el Mediterráneo.

Los patrones de circulación de las armas ligeras varían ampliamente entre los países, debido principalmente a la naturaleza del monopolio de la fuerza de los gobiernos de la región. Mientras Marruecos, Túnez y Argelia combaten las células terroristas, la situación de inestabilidad en Libia ha dispersado el tráfico de armas entre diferentes actores (milicias, coaliciones tribales, grupos yihadistas, etc.), donde la legalidad está virtualmente ausente o, como ocurre en el caso del Frente Polisario, donde existe ausencia de estatalidad por los motivos de sobra conocidos.

Las armas pequeñas y armas ligeras han destacado como una materia de contrabando y un activo clave para traficantes. Egipto es el único fabricante conocido de armas pequeñas en la región, y Argelia sólo fabrica municiones. Libia, Marruecos y Túnez no tienen industrias de armas. De hecho, en Libia su producción está prohibida por la ley. Según destaca el informe, Marruecos y Argelia están entre los más grandes importadores de armas en África y, mientras que Marruecos no reporta episodios violentos significativos o incautaciones de armas de fuego, las autoridades argelinas periódicamente informan sobre las numerosas incautaciones de armas y las operaciones de lucha contra el terrorismo en el país, especialmente en sus fronteras con Libia, Malí y Níger. En el Sáhara Occidental, el Frente Polisario mantiene fuerzas armadas activas y tiene un superávit de armamento. Marruecos tiene una fuerte presencia militar en el Sáhara Occidental, pero la zona no es inmune a las actividades de contrabando y el tráfico de armas pequeñas. 

Igualmente, según el informe, el volumen de armas que se puso en circulación después de la caída de Gadafi es muy difícil de evaluar, ya que según fuentes de la inteligencia británica más de un millón de toneladas de armas fueron saqueadas después de su caída. Pero mientras la comunidad internacional puso especial énfasis en comprobar las armas químicas y sistemas de defensa aérea, se prestó poca o ninguna atención en la proliferación de armas pequeñas originarias de las reservas libias. Esto ha supuesto un enorme negocio para las redes de tráfico ilícito en el Norte de África, donde se hacen llegar a grupos terroristas y organizaciones criminales.

Así, haciendo una comparativabasada en el citado informe entre los dos países vecinos, Argelia y Marruecos, vemos como en el caso del primero, pese a que su Ministerio de Defensa ofrece periódicamente actualizaciones y cifras de noticias sobre las incautaciones de armas y las operaciones antiterroristas, el equipo de expertos que realizó el informe no pudo inspeccionar físicamente el material incautado. Por otra parte, en lo que respecta a Marruecos, tan solo se reportan unos pocos casos de incautaciones de armas, y apuntan a los afiliados de ISIS. Asimismo, se estiman en menos de 50 los incidentes violentos que fueron divulgados por ACLED (Armed Conflict Location and Event Data Project)en el período 2010-2016, implicando MUJAO, AQMI, Al-Qaeda y al Frente Polisario. 

Según se hace constar, además de material libio, las municiones de fabricación argelina se están utilizando por los grupos armados en norte de Malí y por el ejército del Frente Polisario. En el análisis del informe, los sujetos involucrados en estos movimientos de armas a menudo son contrabandistas o terroristas no identificados. En términos de grupos armados activos, en 2016 AQMI, los soldados del Califato (Jund al-halafa), y las milicias islamistas han estado involucrados en incidentes violentos, sobre todo ataques contra las fuerzas de seguridad, aunque desde 2014 han estado más activos el Mouvement pour l'unicité et le Jihad en Afrique de l'Ouest (MUJAO), el Frente Polisario y Ansar Cene.

Gracias al apoyo de algunos Estados, en particular Argelia y Libia, el Frente Polisario, está equipado con un arsenal relativamente grande, principalmente procedente de reservas libias y malienses. Dicho arsenal se ve ampliado con las armas incautadas al ejército marroquí durante el periodo bélico que duró hasta 1991. Asimismo, posterior al alto el fuego, algunos excedentes acabaron en redes de tráfico de armas, con destino a Mauritania, por parte de excombatientes del Polisario, desarrollando este tráfico ilícito transfronterizo en ambas direcciones (Sahara Occidental/Mauritania).

Por tanto, se puede afirmar que dicho movimiento tiene ahora suficientes armas propias para diversos fines, entre ellos la posibilidad de vender y abastecer al mercado regional, completando su depósito armamentístico con la mencionada munición argelina. Por ello, el Fórum Canario Saharaui, haciéndose eco de este relevante informe sobre la circulación ilícita de armas de fuego y la política de agitación en el norte de África, condena radicalmente estas acciones, reprobadas unánimemente por la comunidad internacional. Asimismo, se debe tener en cuenta que esta no es la primera vez que surge el debate sobre un posible vínculo entre el Polisario, el tráfico de armas y sus relaciones con movimientos terroristas ya que en el pasado reciente se ha llamado la atención de la comunidad internacional sobre las conexiones entre el Polisario y AQMI a través de distintos informes y publicaciones en prensa.

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