Los bancos del Golfo reducen sus préstamos por temor a la falta de liquidez de dólares

Los bancos del Golfo están reduciendo sus préstamos con el objetivo de minimizar pérdidas por la crisis del coronavirus, según ha informado este martes la agencia Reuters. La drástica caída de las ventas de crudo a causa de la pandemia provocará una escasez de divisas en una región muy dependiente de esta materia prima, han advertido los banqueros. Los precios del petróleo han alcanzado esta semana su nivel más bajo en 18 años y ahora mismo rondan los 20 dólares. Además, Arabia Saudí ha anunciado que producirá niveles de petróleo récord.  

Los prestamistas del Golfo, igual que los del resto del mundo, esperan una caída en los préstamos a industrias afectadas por el coronavirus, como el comercio minorista, el turismo o el transporte, aunque también deben enfrentarse a la caída de precios del crudo en la región. Los banqueros esperan que la restricción de los préstamos afecte más a las pequeñas empresas, más vulnerables ante el desplome de la demanda y a las caídas de la cadena de suministro. 

“Los bancos tienen mucho miedo a entregar préstamos a las pequeñas y medianas empresas, por lo que no sé cómo se van a recuperar estas compañías, ya que no van a disponer de apoyo financiero”, ha asegurado en declaraciones a Reuters un banquero de Estados Unidos.  

Falcon Group, compañía que ayuda a las empresas a monetizar sus inventarios, ha tenido en las últimas semanas una mayor demanda de su servicio, según ha explicado a Reuters Kamel Alzarka, presidente y fundador de la empresa. Alzarka afirma que sectores como automotriz, aviación, comercio minorista o el manufacturero buscan ahora liquidez, a menudo después de haber retirado las líneas de crédito que tenían con los bancos. “Las entidades no se pueden permitir perder dinero, a no ser que el gobierno intervenga y respalde algunas de sus pérdidas”, asegura Alzarka.  

Los bancos centrales del Golfo han puesto en marcha medidas por valor de decenas de miles de dólares para aliviar la crisis sanitaria, como reembolso de préstamos a empresas y particulares. Los productores de petróleo, ante la perspectiva de un fuerte aumento de los déficits fiscales, también han comenzado a reducir sus proyectos estatales, lo que puede mitigar el impacto de las medidas de estímulo tomadas por los bancos centrales.