El presidente turco se niega a paralizar el país y aboga por continuar con la actividad económica, a pesar del aumento de contagios en la nación euroasiática

Los casos de coronavirus en Turquía se disparan mientras envía ayuda a otros países

AFP/ADEM ALTAN - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, durante una conferencia de prensa celebrada después de la reunión de coordinación para luchar contra el coronavirus, en Ankara

15.679 casos confirmados de coronavirus y 277 muertes a fecha de 2 de abril son los datos que deja el virus COVID-19 en Turquía, según el ministro de Salud, Fahrettin Koca. En su cuenta de Twitter, el funcionario compartió los últimos datos con los que cuenta el Gobierno turco: en las últimas horas 46 personas, habían fallecido a causa de la infección. Además, el número de pruebas se ha incrementado en más de 15.000 por día: “El número de pruebas aumentó un 25,2% desde ayer (lunes)”, dijo el ministro de Sanidad, quien añadió que los equipos médicos están identificando casos positivos más rápido y con mayor precisión.
Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, no ha impuesto una cuarentena obligatoria, pero ha aconsejado una “voluntaria”.

Sin embargo, los funcionarios sanitarios han instado en repetidas ocasiones a los ciudadanos a quedarse en casa y respetar las reglas de distanciamiento social.El mandatario parece creer que la pandemia no afectará gravemente a su país, a pesar de los datos, y a través de la OTAN ha mandado un avión de transporte A400M con 25 toneladas de mascarillas, batas desechables y gel desinfectante a España. Esta operación de cooperación viene como respuesta a la petición de ayuda que hizo España a la Alianza Atlántica. “A las 11:30 (hora local) ha llegado un avión de la fuerza aérea turca con apoyo de ese país en respuesta a la solicitud que se hizo a la OTAN”, ha explicado en rueda de prensa el jefe del Estado Mayor de la Defensa español, el general Miguel Ángel Villarroya.

El ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, durante una conferencia de prensa en Ankara

Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González, vía Twitter, ha agradecido este gesto de Ankara. Hace cinco años, el Ejército español se desplegó en Adana, en la frontera turco-siria, y este gesto correspondería a la ayuda mostrada por España en esa zona. 

Italia también se ha visto beneficiada por esta colaboración turca. Pero los aviones turcos que transportaban material necesario para combatir al virus, producidos por el Ministerio de Defensa y empaquetados en cajas selladas por la presidencia turca, despegaron cuando el principal sindicato de médicos de Turquía, la Asociación Médica Turca, se quejó de la escasez de protección y de equipamiento en los hospitales.

Miembros de la familia de pie junto a un coche fúnebre, llevando el ataúd de su ser querido, en Estambul
Sin clases ni vuelos, pero el trabajo sigue

Este lunes, Erdogan puso en cuarentena a 41 ciudades de todo el país, pero no ha llegado a declarar el bloqueo nacional. Los vuelos internacionales han sido suspendidos, así como las clases en colegios y universidades y están prohibidas las oraciones masivas, además del total aislamiento en sus casas a los mayores de 65 años. El presidente turco ha lanzado una campaña para recaudar dinero para las personas afectadas por la pandemia, así como un nuevo hospital con 600 camas en Estambul para tratar a personas afectadas por el virus.

Según el Financial Times, Turquía es uno de los países donde el brote de coronavirus avanza con más rapidez. Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y uno de los principales opositores de Erdogan, instó al presidente a imponer restricciones radicales, advirtiendo de que en Estambul viven 15,5 millones de personas. “Ni siquiera quiero pensar, Dios nos ayude, sobre la forma en que esta pandemia podría extenderse a causa de aquellas que todavía están afuera”, dijo este lunes al canal turco Fox News. En la misma postura está el alcalde de Izmir, la tercera ciudad más grande de Turquía.

Una vista de la emblemática Plaza Taksim en el centro de Estambul, desierta debido al coronavirus

El presidente turco, en su discurso ante la nación el lunes por la noche, insistió en su postura de que la economía debe continuar funcionando: “Turquía es un país donde la producción debe continuar”, en todas las circunstancia y condiciones. Sobre el sistema de salud turco, el presidente dijo que el país estaba preparado y que cuenta con unas buenas infraestructuras, personal, equipos y cantidad de camas de cuidados intensivos. “En comparación con Europa y Estados Unidos, somos uno de los países que superará la propagación de esta enfermedad”, dijo Erdogan.

Ahora, en el panorama turco, los papeles parecen haberse revertido. Si en los últimos años ha sido Erdogan el que ha mostrado dureza en sus decisiones, por lo que ha sido frecuentemente atacado por la oposición, durante el brote de coronavirus el mandatario parece haber optado por una estrategia de laissez-faire o dejar hacer-que recuerda a la primera etapa de Boris Johnson cuando estalló la crisis-, en vez de imponer medidas estrictas para una población de 83 millones de habitantes. 

Un sanitario turco comprueba la temperatura de un conductor en un punto de control, en el lado asiático de Estambul

En este sentido, medios locales han hablado de tensiones entre miembros del Gobierno que quieren medidas más estrictas frente aquellos que están preocupados por los daños económicos que acarrearía la paralización del país, en un país que todavía no se ha recuperado de la crisis económica del 2018. Gran parte del sector del turismo ha cerrado y la mayoría del sector automovilístico también, aunque el trabajo continúa en algunas fábricas y en la construcción.

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