El partido islamista Al-Islah lanza una operación contra el STC y desencadena enfrentamientos abiertos entre los separatistas sureños y el Gobierno

Los Hermanos Musulmanes siembran el enfrentamiento en el sur de Yemen

photo_camera AFP/NABIL HASAN - Combatientes del Consejo Transicional Sureño (STC) disparan hacia las posiciones de las fuerzas gubernamentales respaldadas por Arabia Saudí en la provincia de Abyan

No hay respiro en Yemen. Cuando parecía que la situación empezaba a recobrar una parte de su estabilidad en el país árabe, que encara su quinto año de una guerra con muchos intereses en juego, el panorama ha vuelto a empeorar ostensiblemente. Los combates en el sur del país se han reanudado con inusitada violencia.

La situación en las regiones más meridionales del país se ha degradado desde que los líderes del Consejo Transicional Sureño (STC, por sus siglas en inglés), un grupo secesionista que cuyas tropas cuentan con el apoyo de Emiratos Árabes Unidos (EAU), reclamasen para sí toda la soberanía sobre las infraestructuras críticas de Adén, la principal ciudad portuaria del país. Esta iniciativa, de la que EAU se desmarcó oficialmente, tensó enormemente las relaciones con el Gobierno de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, respaldado por Arabia Saudí. 

En virtud del proceso de paz abierto en Jeddah, STC y la administración de Al-Hadi, que han combatido juntos la amenaza de los rebeldes hutíes financiados por Irán, debían alcanzar un acuerdo para compartir la gestión de los territorios del sur. Sin embargo, el movimiento unilateral de Aidarous al-Zubaidi, máximo dirigente del STC, rompió la dinámica de diálogo el estallido de las últimas horas.

De izquierda a derecha, el príncipe heredero de Abu Dhabi Mohamed bin Zayed al-Nahyan, el presidente de Yemen, Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, y el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, en la ceremonia de firma de la paz entre el Gobierno del Yemen, respaldado por los saudíes, y los separatistas del sur en Riad

Este lunes, un grupo de combatientes afín al Gobierno lanzó un ataque sobre Zinjibar, bajo control del STC. Esta ciudad, aunque no es demasiado grande en términos de población, tiene una gran importancia política y estratégica, ya que es la capital de la gobernación de Abyan y el principal núcleo urbano costero de las proximidades de Adén.

La responsabilidad del ataque, según el líder militar del STC Nabib al-Hanashi, citado por Agence France Presse, se atribuye a milicianos pertenecientes al movimiento islamista Al-Islah. Al-Islah es un apoyo sólido de Al-Hadi dentro de Yemen, pero también tiene otros aliados a nivel internacional. Su facción política está afiliada a los Hermanos Musulmanes, una organización que es considerada terrorista por Egipto, el país donde surgió.

Así, después de este primer ataque, los choques en la ciudad se han venido sucediendo repetidamente. El balance exacto de pérdidas humanas no está del todo claro, pero fuentes militares y médicas han asegurado al diario argelino El Watan que, al menos, hay diez víctimas mortales entre combatientes del STC y del Gobierno.

Según el portavoz secesionista Al-Hanashi, sus efectivos han sido capaces de detener un ataque a lo que se considera, en palabras del líder Aidarous al-Zubaidi, “las ganancias territoriales [del STC]”. La opinión del Gobierno de Al-Hadi, naturalmente, es distinta. “Haremos todo lo que sea necesario para preservar el Estado, sus instituciones y la seguridad de los ciudadanos contra el STC”, ha declarado recientemente el ministro de Asuntos Exteriores Mohammed al-Hadhrami, en referencia al estallido de violencia.

Combatientes del STC hacen un gesto de victoria durante los enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales apoyadas por Arabia Saudí en la zona de Sheikh Salim
Reflejo geopolítico

De este modo, se ha reactivado un frente en el que están luchando dos teóricos aliados: por una parte, el STC al que apoya, al menos parcialmente, EAU y, por otra, las Fuerzas Armadas de Hadi, respaldadas por Arabia Saudí. ¿Es casual que los combates se hayan producido a raíz de un ataque de islamistas relacionados con los Hermanos Musulmanes?

Probablemente, no. El movimiento islamista tiene, a su vez, conexiones bastante sólidas con los gobiernos de Qatar y de Turquía, que son importantes rivales geopolíticos de Arabia Saudí y EAU, especialmente en el caso de Qatar. En 2017, el denominado cuarteto árabe, integrado por las administraciones de Riad, Abu Dhabi, Manama y El Cairo, acusó a Doha de financiación de grupos terroristas yihadistas a través de los Hermanos Musulmanes.

De este modo, la Hermandad y sus aliados serían los primeros beneficiados de un recrudecimiento de las tensiones entre Emiratos y Arabia Saudí. Debe recordarse que Yemen no es el único conflicto donde esta lucha de intereses internacionales tiene su reflejo. En la guerra libia, puede observarse la misma enemistad. Mientras que Turquía y Qatar apoyan al Gobierno de Acuerdo Nacional de Fayez Sarraj, que cuenta con una nutrida presencia de miembros de los Hermanos Musulmanes entre sus filas, Arabia Saudí, EAU y Egipto respaldan sin fisuras al Ejército Nacional Libio (LNA) del mariscal Jalifa Haftar.

Fuerzas del gobierno yemení
Crisis sobre crisis en Yemen

Aun está por ver si los choques actuales entre separatistas sureños y el Gobierno se prolongan en el tiempo o si, por el contrario, ambas partes consiguen reconducir la situación hacia los cauces de diálogo que ya se habían abierto previamente. De momento, el STC, según un análisis del medio especializado Middle East Eye, ya ha comenzado a reforzar su tejido económico, a través de una orden que decreta que todos los depósitos bancarios e ingresos han de ser transferidos a su propio banco, lo que representará un golpe duro para el Banco Central del Gobierno; un movimiento que podría agravar el cisma interno.

Independientemente de los problemas entre los dos socios, en el plano bélico, los enfrentamientos entre las fuerzas oficialistas y los rebeldes hutíes, el brazo de Irán en Yemen, siguen produciéndose en buena parte del centro y el norte del país. Las milicias chiíes, al contrario que la coalición liderada por el Ejecutivo saudí, ha optado por no acogerse al alto el fuego decretado unilateralmente por Riad para poder afrontar con mayor dedicación la crisis del coronavirus.

Un combatiente rebelde hutí sostiene su arma durante una reunión destinada a movilizar a más combatientes para el movimiento apoyado por Irán, en Saná, Yemen, el jueves 20 de febrero de 2020

La emergencia humanitaria en Adén y las proximidades ya alcanzaba cotas extremas ante del advenimiento de la pandemia de COVID-19. La ciudad portuaria lleva años siendo un foco activo de enfermedades contagiosas. Actualmente, el patógeno que apareció por primera vez en Wuhan, que ya ha causado 10 muertes y 65 infecciones, convive con virus transmitidos por la picadura de mosquitos, como el dengue y la chikunguña. Las recientes inundaciones en toda la región han propiciado que estas afecciones proliferen rápidamente.

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