Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, y su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleba, han viajado hasta la provincia turca de Antalya para seguir negociando sobre el devenir del conflicto

Los ministros de Asuntos Exteriores de Moscú y Kiev se reúnen en Turquía

PHOTO/Anatalya Diplomacy Forum - Las delegaciones ucraniana y rusa se reúnen en Anatalya, Turquía, el 10 de marzo de 2022

Los representantes de Rusia y Ucrania se han citado este medio día en Antalya, al suroeste de Turquía, para mantener las primeras conversaciones de más alto nivel desde que el Kremlin lanzó su “operación militar especial”. Mevlut Cavusoglu, ministro de Asuntos Exteriores turco, ha sido el encargado de presidir la reunión tripartita.  

El encuentro ha finalizado sin un acercamiento de posturas. En su lugar, ambos ministros se han lanzado graves acusaciones. Dmitro Kuleba, ministro de Kiev, dijo que sus expectativas sobre estas conversaciones eran bajas y animó a Serguéi Lavrov a abordarlas desde una perspectiva cercana y pacífica.

Esta cita ha supuesto, en cambio, un éxito diplomático para Turquía. El presidente de Ankara, Recep Tayyip Erdogan, lleva semanas ofreciéndose como mediador al tener buenas relaciones con ambos países. Sin embargo, el país turco está dividido en este conflicto, por un lado, califica de inaceptable la invasión rusa y, por otro, no aprueba las sanciones a Moscú.  

Lavrov

Mustafa Aydin, profesor de la Universidad Kadir Has de Estambul, asegura que la reunión supone “un paso adelante” y podría favorecer la deseada escalada diplomática. La posición rusa “está dando paso poco a poco a una postura de negociación, aunque todavía no lo suficiente para alcanzar un resultado concreto”. 

Las cuestiones humanitarias más urgentes han sido el núcleo central del diálogo. Kuleba afirma que sus objetivos son conseguir un alto el fuego de 24 horas y presionar a favor de corredores humanitarios que permitan evacuar las personas atrapadas en puntos críticos. “Vine aquí con una propuesta humanitaria: crear un corredor humanitario hacia y desde Mariupol”.  

La situación se está volviendo cada vez más delicada en esta ciudad. Sus habitantes apenas tienen acceso a alimentos, fármacos o agua potable. Los convoyes humanitarios que intentan llegar hasta ahí se ven obligados a dar la vuelta y los fallecidos tienen que ser enterrados en una fosa común.  

El pasado miércoles, Rusia bombardeó su hospital de maternidad, cobrándose la vida de tres personas, entre ellas una niña. Lavrov, por su parte, rechaza que estuviera en funcionamiento y defiende que se había convertido en el cuartel del Batallón Azov, una milicia radical del ejército ucraniano.  

El jefe de la diplomacia ucraniana acusa a su homólogo ruso de no estar abierto a una negociación. “Le hice una pregunta muy simple: ‘tenemos nuestros teléfonos, yo puedo llamar a los dirigentes y tener una respuesta inmediata. ¿Puede hacerlo usted?’. Él no respondió”. A pesar de no haber conseguido ningún avance, Kiev tiene esperanzas de que Lavrov trate las demandas expuestas con las autoridades rusas a su vuelta a Moscú.  

Asimismo, el representante ruso se mantiene firme en la idea de desmilitarizar y desnazificar el país vecino. Reconoce que las sanciones aplicadas por Estados Unidos y sus aliados tienen una virtud ya que nunca más van a estar a merced de Occidente en ninguna cuestión sustancial.  

Anatalya

La única condición del Kremlin para detener la ofensiva es que Ucrania cumpla con todas sus exigencias: el reconocimiento las repúblicas separatistas del Donbás, la creación de una nueva constitución que reconozca un estatus neutral o el abandono de sus aspiraciones de adherirse a la OTAN. 

Putin, por su parte, estaría dispuesto a sentarse con Zelensky siempre y cuando esa reunión ofrezca algún “valor añadido” y permita llegar a acuerdos sólidos. Rusia sigue confiando en que la balanza militar se siga inclinando a su favor a pesar del sufrimiento provocado.  

Desde que comenzó el conflicto, ya son más de 2,3 millones de ucranianos que han huido de su país, según la Organización Internacional para las Migraciones. Además, la ONU cifra en 474 el número de civiles fallecidos. A modo de condena, los países occidentales han impuesto sanciones económicas sin precedentes contra empresas, bancos y oligarcas rusos. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato