Los países involucrados en el gasoducto Nigeria-Marruecos vivirán un aumento económico importante
La construcción del gasoducto Nigeria-Marruecos va en marcha y todo apunta a que el proyecto va a traer consecuencias muy positivas. Younes Maamar, un experto marroquí en energía y desarrollo, ha sido entrevistado por la agencia oficial de noticias marroquí, MAPNews, donde ha afirmado que este conducto va a ser beneficioso en todos sus sentidos.
Maamar sostiene que el conducto va a ser principalmente positivo en los países por donde pasará. Estas naciones verán mejoradas sus economías y, por tanto, sus expectativas económicas crecerán y conllevará a que sus ciudadanos mejoren su nivel de vida. Hay que recordar que el gasoducto pasará por Benín, Ghana, Togo, Liberia, Costa de Marfil, Sierra Leona, Guinea, Gambia, Guinea-Bissau, Senegal y Mauritania, además de Nigeria y Marruecos, donde inicia y acaba su recorrido. Finalmente, el gas se transportará desde el país alauí hasta España.
“La importancia de este proyecto es el desarrollo de una infraestructura regional de gas en beneficio de todos los países que atravesará este gasoducto, porque haría tres cosas. En primer lugar, consolidar los pequeños mercados de todos estos países que, por sí solos, no tienen la masa crítica para desarrollar una infraestructura de gas para su propio mercado”, asegura el experto en energías.
Estos países, que tendrán su parte de gas, podrán hacer un cambio en su mix energético. De esta manera, la energía será pagada a menor coste y algunos sectores como el eléctrico y el industrial verán aliviados sus pagos por su alto consumo. Esto permitirá a su vez, que los mercados se unan y se movilice la financiación para el desarrollo del proyecto.
Por otra parte, los países involucrados también tendrán la oportunidad de desarrollar su propio potencial geológico. Al desarrollarse esta industria, los yacimientos de gas y de otros tipos se verán impulsados y se empezará a operar en ellos de una manera más eficiente. Asimismo, al tener un gasoducto, cada una de estas naciones tendrá en su poder una tasa de tránsito que favorecerá la financiación y el movimiento de ciudadanos entre territorios.
La construcción del conducto servirá como unión entre todos los países por donde circulará. Esto fue asegurado por Nasser Bourita, ministro de Relaciones Exteriores marroquí y su homólogo nigeriano, Geoffrey Onyeama.
Hace un mes, durante la 1ª Reunión Ministerial de los Estados Atlánticos Africanos ambos dirigentes tuvieron la oportunidad de hablar sobre los avances del proyecto y sobre cómo afectará a cada una de las regiones por donde pasará. Estos concordaron en que el gasoducto será el impulso de una congregación amistosa entre todos los países del este africano gracias a que se verán beneficiados económicamente.
“Este es un proyecto que está avanzando, que será un modelo de integración regional y que cambiará la cara del Atlántico y del este de África Atlántica”, dijo Bourita durante el evento.
El gasoducto Nigeria-Marruecos sería el conducto de gas más largo del mundo. Este recorrerá 7.000 km de largo y unirá a 15 países económicamente. Este megaproyecto fue impulsado tanto por el rey Mohammed VI de Marruecos, como el presidente nigeriano Muhammadu Buhari y ya lleva años en marcha. El diseño, construcción y funcionamiento está a cargo de varias empresas reconocidas por trayectoria en este tipo de ideas energéticas como la firma Worley. También cuenta con la asistencia de instituciones como la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos (ONHYM) y la Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria (NNPC) como los principales impulsores del conducto.
En estos momentos, todavía se encuentra en la fase inicial del proyecto. Ya se han hecho los primeros bocetos y diseño técnico, pero todavía tardará un poco en ser realidad. Aún así, todos los países involucrados han dado luz verde a que empiecen las obras cuanto antes.
Su construcción promete solucionar varios problemas que se están dando en la actualidad con la crisis energética. La guerra en Ucrania y el bloqueo hacia Rusia está provocando que todos los países tengan que buscar alguna alternativa hasta que la situación se calme. Este conducto sería una respuesta muy acertada y los países por donde circula verán reducidas drásticamente sus importaciones de gas y de crudo.
