El futuro presidente de la Republica deberá utilizar su influencia para desbloquear importantes proyectos de cooperación militar que comparte con Alemania

Los programas de armamento que esperan a Macron o Le Pen en el Palacio del Elíseo

PHOTO/AFP/JOEL SAGET & ERIC FEFERBERG - Cuando a partir del 24 de abril se siente en la mesa de su despacho oficial de presidente de la Republica, Emmanuel Macron o Marie Le Pen tendrán que decidir su postura en los grandes proyectos de cooperación militar que Francia comparte con Alemania

Las altas autoridades políticas, militares e industriales de Francia están en alerta tras el anuncio efectuado el 27 de febrero en el Bundestag por el nuevo canciller alemán Olaf Scholz. El sustituto de Ángela Merkel se ha comprometido a aumentar el presupuesto de Defensa hasta el 2% del PIB para potenciar a sus Fuerza Armadas.

Pasada la sorpresa inicial y las elecciones generales del 10 de abril, París se prepara para reactivar los principales programas de armamento que desarrolla de forma conjunta con Berlín. Consciente de sus limitaciones financieras, el Gobierno galo los ha tenido aparcados a la espera del resultado de los comicios que concluyen el 24 de abril.

Ya sea Emmanuel Macron el ganador de la segunda vuelta y acceda de nuevo al Palacio del Elíseo, o que Marie Le Pen resulte la vencedora y se convierta en la primera mujer en presidir la República, cualquiera de los dos va a tener que decidir qué hacer con los grandes proyectos de cooperación militar que Francia comparte con Alemania y permanecen atascados.

PHOTO/Pascal Segrette - El contrato industrial del programa para desarrollar el avión de combate europeo de los años 2040 (FCAS) y sus pilares tecnológicos está bloqueado por falta de entendimiento entre Dassault, Airbus Alemania e Indra

La relación en materia de Defensa entre Berlín y París es crucial para los dos países y se mantiene sólida desde hace más de seis décadas, pero con altibajos. Se materializa a través del Consejo Franco-Alemán de Defensa y Seguridad, que reúne cada seis meses al presidente de Francia y al canciller de Alemania, a sus ministros de Defensa y Exteriores, así como a los jefes de Estado Mayor de la Defensa y de las fuerzas terrestres, navales y aéreas

El citado Consejo adquiere una gran relevancia cuando se trata de dar luz verde a nuevos programas de armamento. El último gran acuerdo entre los dos países para desarrollar sistemas de armas en cooperación se remonta al 13 de julio de 2017. Fue en el Palacio del Elíseo de París, en la cumbre presidida entre el entonces recién nombrado presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la ya veterana canciller de Alemania, Ángela Merkel.

PHOTO/Bundeswehr - Alemania mantiene en servicio una flota de unos 50 helicópteros Tigre con sistema de visión sobre el mástil del rotor principal. Pero no asume todavía su modernización al estándar Mk III que afrontan Francia y España, aunque es probable que se adhiera en breve
Cuatro con problemas y uno encauzado

Hace más de 5 años, en la capital del Sena sentaron las bases para hacer realidad el nuevo marco de cooperación en sistema de armas que hoy está en marcha. Ambas naciones poseen un tejido industrial militar de proporciones semejantes, tienen las mayores y más importantes compañías de defensa de la Unión Europea y, en consecuencia, se reparten entre ellas el liderazgo político e industrial de las iniciativas que acometen, incluso en el caso de que permitan la participación de terceros países.

Sin embargo, los ministerios y las industrias de Defensa de Alemania y Francia defienden sus respectivos y legítimos intereses de soberanía, tecnológicos y empresariales, lo que provoca que unos proyectos tengan mayor éxito que otros, pese a ser conjuntos. De las cinco grandes iniciativas que están en rodaje, sólo una prosigue su itinerario previsto (Eurodron), aunque con varios años de retraso. Las cuatro restantes, o bien están heridas de muerte (MAWS), bloqueados (FCAS y Tigre Mk III) o en estado latente (MGCS).

PHOTO/AP - Los grandes programas de armamento entre Alemania y Francia no atraviesan por su mejor momento. Emmanuel Macron ha dejado para después del 24 de abril su reactivación, que él o Marie Le Pen deben acordar con el canciller Olaf Scholz

Están a la espera de recibir un nuevo impulso de la mano del inminente presidente francés y de quien designe como su ministra de Defensa. En el caso de Macron, desde junio de 2017 la titular es Florence Parly, licenciada por el Instituto de Estudios Políticos de París. La cartera de Defensa del canciller Scholz la lleva la abogada Christine Lambrecht. En la última etapa de Ángela Merkel fue Úrsula von der Leyen (2013-2019) ‒hoy presidenta de la Comisión Europea‒, a quien sustituyó Annegret Kramp-Karrenbauer (2019-2021).

El más destacado del quinteto de iniciativas es el Sistema de Armas de Nueva Generación (NGWS), que lleva asociados varios pilares tecnológicos entre los que sobresale el avión de combate europeo del futuro (FCAS), que cuenta con la participación de España. Las tres naciones suscribieron en agosto el acuerdo interministerial para acometer las fases 1B y 2 del proyecto, que debe concluir en 2027 con el vuelo del aparato demostrador. Pero el pacto industrial lleva 9 meses paralizado.

Perdura una sería controversia entre la empresa que dirige el programa, la francesa Dassault Aviation, y la que representa los intereses alemanes, Airbus Defence & Space GmbH y españoles, Indra. En esencia, la causa que retrasa la firma del contrato se debe a si las empresas implicadas pueden o no compartir el sistema de control de vuelo y las tecnologías furtivas, responsabilidad de Dassault, que lo rechaza. La llegada del nuevo presidente de la Republica podría acercar posturas y sacar al proyecto de su actual situación de espera.

PHOTO/Yannick Smaldore - La Bundeswehr ha solventado sus necesidades urgentes y se ha decidido por el P-8A Poseidón para sustituir a sus P-3C Orión de patrulla marítima y guerra antisubmarina. El programa MAWS o MPA está en la cuerda floja
Carros de combate, helicópteros, drones y más aviones

El Sistema de Combate Terrestre Principal o MGCS está liderado en la parte política por Alemania y en la industrial por el fabricante de vehículos militares Krauss-Maffei-Wegmann. En colaboración con las compañías francesas Nexter y Thales y la germana Rheinmetall, busca desarrollar un nuevo carro de combate para sustituir a mediados de los años 2030 tanto al Leopard 2 alemán como al Leclerc francés. Ambos fueron concebidos en la década de los 70 y desarrollados en los 80.

En realidad, lo que pretende el MGCS es definir toda una familia de vehículos de combate pesados y ligeros, tripulados y no tripulados. La estrella del proyecto será un tanque armado con un cañón de tiro rápido de 120 milímetros de calibre o incluso superior, que podrá disparar proyectiles letales con nuevos sistemas de guiado, que incorporará armas de energía laser y tendrá una gran capacidad de supervivencia en escenarios de alta intensidad.

PHOTO/Reuters - Ministra de Defensa de Francia desde 2017, Florence Parly (en primer término), solventó muchos flecos políticos de cooperación militar con su homóloga alemana Úrsula von der Leyen, hoy presidenta de la Comisión Europea

El tercer programa es el avión de patrulla marítima (MAWS), en el que Francia se siente “decepcionada”, asegura Joël Barre, director general de Armamento galo. Definida la arquitectura y las opciones para reemplazar en 2035 a los aviones Atlantique 2 de la Armada francesa y P-3C Orión de la alemana, Berlín ha decidido la adquisición del norteamericano P-8A Poseidón de Boeing. Es decir, ha puesto en peligro la continuidad del MAWS, una solución basada en modelos de aeronaves de Airbus repletas de tecnología europea de Thales, Hensoldt y Diehl. El nuevo presidente francés y el canciller Scholz tienen la última palabra para relanzar el MAWS.

El helicóptero de combate Tigre Mk III también está en la cuerda floja. A pesar de ser la nueva generación de un proyecto franco-alemán de Airbus que data de mediados de los 80, Berlín ha decidido no embarcarse. En cambio, Francia con 67 aparatos y España con 18 han acordado desarrollar las nuevas tecnologías que debe incorporar el nuevo Tigre, que así ampliará su vida operativa hasta al menos 2045. La transformación se va a practicar en la factoría de Airbus Helicopters España de Albacete. La falta de participación de Alemania empobrece el resultado final, aunque Berlín ha dado esperanzas de que entrará en el proyecto durante el presente año.

PHOTO/Sebastián Sprenger - El Eurodron es el único de los cinco grandes programas que ya ha salido del atolladero. Se encuentra bajo el liderazgo de Alemania y en su desarrollo y también participan Francia, Italia y España y sus respectivas industrias

El que tras progresar a paso lento ha adquirido desde enero una velocidad de crucero es el Eurodron. Sus orígenes son anteriores a 2017, participan Alemania, Francia, Italia y España y consiste en poner a punto un sistema aéreo tripulado remotamente para misiones de reconocimiento, vigilancia y adquisición de objetivos. La Organización Conjunta para la Cooperación en materia de Armamento (OCCAr) ejerce la gestión y la responsabilidad industrial recae en Airbus Defence & Space GmbH de Alemania.

La pugna por dotar a las aeronaves de un par de motores turbohélices ha enfrentado a la compañía francesa Safran y la italiana Avio, que ha resultado ganadora. Salvo el programa Eurodron, que ya camina por sí solo, Macron o Le Pen tendrán que intentar sacar a flote las iniciativas estancadas tan pronto como se sienten en el sillón del despacho presidencial.

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