Las reformas legales y administrativas se convierten en el nuevo propósito del Reino para alejarse de las listas de paraísos fiscales después de su salida de la “lista gris” de la Unión Europea

Los próximos objetivos de Marruecos: más transparencia y más gobernabilidad

photo_camera PHOTO/REUTERS - Banco Central de Marruecos en Rabat

Después de que Marruecos abandonase en 2021 la “lista gris” de paraísos fiscales de la Unión Europea, el país magrebí se encuentra ahora trabajando por dejar atrás también la lista de “alto riesgo”, en la que se recoge a las potencias que presentan deficiencias importantes en la prevención del blanqueos de capitales y de la financiación del terrorismo. Una lista redactada por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, o, por sus siglas en inglés, FATF, Financial Action Task Force). 

Para ello, el Banco Central de Marruecos ha llamado al Ejecutivo del país a acelerar las reformas legales, en especial las relativas a la transparencia y la gobernanza que se vinculan con el sistema fiscal. Algo que se espera beneficie también al clima empresarial y de negocios. 

Abdellatif Jouahri, gobernador del Banco Central marroquí, subrayaba en un informe sobre la situación monetaria, financiera y económica del año 2021 que fue presentado al rey alauí, Mohamed VI, el pasado sábado, que es necesario mantener la movilización para aplicar plenamente los planes de acción acelerados

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El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI)

Estos planes de acción se llevan a cabo de manera conjunta con el Grupo de Acción Financiera Internacional. Y es que, cuando el grupo GAFI coloca a una jurisdicción en la lista, esto implica que la potencia en cuestión se ha comprometido a resolver rápidamente las insuficiencias estratégicas y fiscales, para evitar el blanqueo de capital y la financiación y proliferación de terrorismo. Por lo que se encuentra sometido a un mayor control, y se esperan unos resultados dentro de plazos acordados con el organismo. 

Actualmente forman parte de esta lista de países potencias como Albania, Barbados, Ghana, Myanmar, Pakistán, Senegal o Siria. Marruecos, por su parte, entró por primera vez en la conocida como lista de “alto riesgo” en diciembre de 2020, con el propósito de desarrollar y aplicar medidas para proteger tanto su sistema financiero interno, como el sistema internacional.

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“Al ritmo de todas las demás reformas”

De este modo, pese al reconocimiento de Abdellatif Jouahri de las medidas adoptadas hasta el momento –que ha calificado como eficaces e influyentes en el clima empresarial, con resultados tangibles –; el gobernador del Banco Central ha reportado que los esfuerzos contra el lavado de capitales y la financiación terrorista no han alcanzado el desempeño deseado.  

Lo que falta, en el caso marroquí, es un avance normativo, ligado a reformas legales; una actualización de las leyes y un proceso que se desarrolle al ritmo de todas las demás reformas más recientes”, apuntaba el doctor e investigador en gobernanza pública y consultor en economía política, Younes Belfellah, para el diario árabe publicado en Londres, Al-Arab. En este sentido, el experto destacó el papel de la Ley del Derecho a la Información y a la Transparencia, así como las cuestiones vinculadas a la gobernabilidad y al ejercicio de las empresas públicas y privadas. 

Abierto a la inversión

Mientras varios funcionarios del Gobierno marroquí afirman que el sistema fiscal del país se encuentra en línea con los estándares de gobernanza vigentes en la Unión Europea (dando testimonio de la cooperación entre ambas autoridades), y que mantiene un alto nivel de transparencia en comparación con la media mundial; la Dirección de Impuestos del Ministerio de Hacienda de Marruecos ha reconocido que alrededor del 60% de las empresas privadas no pagan los impuestos establecidos. Lo que provoca pérdidas financieras para el presupuesto anual nacional que se estiman en unos 30.000 millones de dirhams (casi 3.000 millones de dólares estadounidenses), alrededor del 8% del PIB. 

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Frente a esta situación, Rabat se encuentra profundamente interesado en mejorar su reputación como un destino abierto a la inversión, y está trabajando en la promulgación de leyes que hagan frente a la evasión fiscal. 

“Ahora no deben subestimarse las reformas legislativas, que deberán ir acompañadas también por reformas de tipo administrativo y contable, para generar un ambiente que nos haga salir oficial y claramente de cualquier lista de paraísos fiscales”, decía Younes Belfellah, sosteniendo que un aumento de la inversión se reflejaría positivamente en la economía y en las oportunidades laborales de los jóvenes. “Esto es lo que Marruecos necesita para fortalecer los ingresos y mejorar la cohesión social”, agregó. 

Por todo ello, el Banco Central marroquí –consciente de los efectos negativos de esta situación sobre el atractivo empresarial y las tasas de crecimiento económico – ha llamado a superar los retrasos en las reformas, aún sin restar mérito a la solidez del sistema financiero del país. La mejora de la transparencia y del sistema legal estimularán la productividad y mejorarán la competitividad de la economía marroquí, concluyó el experto Younes Belfellah, ya que el papel de Rabat en el norte y el oeste africano, así como en su relación con el continente europeo, es fundamental.