Los sudaneses le recuerdan en la calle al Gobierno las promesas pendientes
Miles de personas se manifestaron este martes en las principales ciudades de Sudán para recordarle al Gobierno de transición, que asumió en septiembre de 2019, que siguen pendientes las promesas de justicia y castigo para los responsables de la represión en las protestas que acabaron con el Gobierno del presidente Omar al-Bashir.
Convocadas por la Asociación de Profesionales Sudaneses, que agrupa a sindicatos opositores y que estuvo detrás de las protestas que acabaron con el régimen de Al-Bashir en abril de 2019, decenas de miles de personas salieron hoy a las calles para reclamar reformas democráticas. En declaraciones a la Radio de Um Durman, el portavoz de la Asociación de Profesionales, Hasan Faruk, situó en unas 350.000 las personas que se movilizaron este martes. Los manifestantes protestaron contra la actual situación económica, que no ha mejorado casi un año después del acuerdo entre los militares que derrocaron al dictador y la oposición civil para finiquitar el régimen y comenzar un proceso de transición de tres años para crear una nueva arquitectura institucional con la que llegar a unas elecciones.
En la capital sudanesa, Jartum, los manifestantes corearon lemas como “Ejecución para los asesinos de los revolucionarios”, “no hay perdón” y “los revolucionarios libres continúan el camino”. El despliegue policial fue especialmente amplio en las inmediaciones de los principales puentes que unen el centro de la urbe con las adyacentes Jartum Norte y Um Durman, donde los agentes llegaron a utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a un grupo que trató de cruzar uno de los viaductos.
Las manifestaciones fueron convocadas para exigir que se lleve ante la Justicia a quienes mataron a manifestantes en las protestas del año pasado, principalmente durante el desmantelamiento el 3 de junio de la acampada permanente erigida a las puertas del principal cuartel del Ejército en Jartum. La incursión por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido en la acampada, bajo investigación ahora por parte de un comité independiente por orden del Gobierno, y los días posteriores causó 87 muertos según una polémica investigación de la Fiscalía. Los manifestantes elevan esa cifra a 128 fallecidos.
Además, la Asociación de Profesionales demanda que se aplique una reforma económica diferente a la que se utilizó durante el régimen del presidente depuesto, después de que la economía sudanesa se contrajese un 2,5% el pasado año, una cifra que se espera sea del 8% en 2020. El país tiene una inflación superior al 100% y su deuda externa es del 190%, más reflejos de una acuciante crisis que esta semana llevó al Ejecutivo de Abdalla Hamdok a anunciar un plan económico amplio en el que contará con respaldo y asesoramiento del Fondo Monetario Internacional.
Ibrahim al Tayib, universitario desempleado de 27 años, considera que se debe retomar la revolución que hizo caer a Al Bashir, ya que “no se alcanzaron todos los objetivos”. El joven lamentó en declaraciones a Efe la no consecución de la paz, a la espera de un inminente acuerdo entre el Gobierno y la oposición armada, y el poco “convincente” desempeño del Ejecutivo de transición, “especialmente en lo económico”. “Las condiciones son peores que durante la era del presidente derrocado Omar al-Bashir, el Gobierno de Hamdok falló, así que salimos a advertirle de que la revolución no alcanzó sus objetivos y podemos derrocar a Hamdok como lo hicimos con Al-Bashir”, manifestó a Efe, Samahir Abdel Rahman, un ama de casa.
Además de la paz y la justicia para los manifestantes fallecidos, a Isam Taha, de 31 años, le preocupa que más de 14 meses después de la deposición del dictador, muchos exponentes de su régimen todavía están siendo juzgados y viven en una “cómoda prisión”. Agregó que los responsables de la muerte de los “revolucionarios” continúan en libertad y la crisis económica no hace más que empeorar con el paso del tiempo. “Las colas para el pan y el combustible siguen igual, y la crisis económica está estrangulando al pueblo”, concluyó.
