Los talibanes prohíben el acceso a las universidades a las mujeres afganas
“Otro paso de los talibanes para alejarse de un Afganistán próspero y autosuficiente”. Así define la embajadora de Reino Unido ante Naciones Unidas, Barbara Woodward, el anuncio de la prohibición a que las mujeres puedan acceder a centros de educación superior. Esta decisión, anunciada a través de un comunicado del Ministerio de Educación Superior talibán, se ha hecho oficial al mismo tiempo que se producía una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Afganistán en Nueva York.
El ministro talibán para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohamad Jalid Hanafi, considera que la reapertura de los centros educativos “depende en gran medida de la creación de un ambiente cultural y religioso decente”. Desde que los talibanes se hicieron con el poder hace más de un año, las universidades permanecieron cerradas hasta el mes de febrero, cuando se completó la reapertura, aunque con una división por sexos. Ahora, los talibanes van más allá y prohíben el acceso a las universidades a las mujeres “hasta nuevo aviso”.
A pesar de la alarma que ha provocado este anuncio en la comunidad internacional, los talibanes aseguran estar comprometidos con el respeto a los derechos de las mujeres “definidos por el islam”. Además, rechazan lo que consideran una “interpretación” de la comunidad internacional respecto a los derechos fundamentales. Y es que Barbara Woodward no ha sido la única en la reunión del Consejo en denunciar enérgicamente este nuevo ataque a las mujeres afganas. Robert Wood, embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, ha calificado la medida de “absolutamente indefendible”, como no podía ser de otra manera.
Cree que “los talibanes no pueden esperar ser un miembro legítimo de la comunidad internacional hasta que respeten los derechos de todos los afganos, especialmente los derechos humanos y la libertad fundamental de las mujeres y las niñas”. Y no es que no estén progresando en la dirección correcta, es que lo están haciendo en el camino totalmente opuesto, restando cada vez más derechos a la población, especialmente a las mujeres y las niñas. Es por ello por lo que Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, dijo que Washington buscará qué acciones puede tomar su país para que los talibanes rindan cuentas.
También Stephane Dujarric, portavoz de Naciones Unidas, dirigió unas declaraciones a los periodistas en Nueva York, en las que aseguró que la nueva medida “era claramente otra promesa incumplida de los talibanes”. Dujarric cree que se trata de “otra medida muy preocupante y es difícil imaginar cómo puede desarrollarse el país, enfrentar todos los desafíos que tiene, sin la participación activa de las mujeres y la educación de las mujeres”. La sensación que arroja en estos momentos Afganistán sobre la comunidad internacional es la de que se encuentra en un callejón sin salida en el que las decisiones de los talibanes hacen cada vez más difícil abandonarlo.
