Ocho años después del genocidio, los supervivientes lamentan el poco apoyo que recibe su causa

Los yazidíes, entre la violencia constante y el olvido internacional

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Más de 200.000 yazidíes viven en campamentos de desplazados internos y más de 2.700 siguen todavía desaparecidos.

“Necesitaremos cientos de años para sentir que no volverán a producirse genocidios contra nosotros”, señala Dilo Haskany, periodista de Ezidi 24, ocho años después de las grandes masacres cometidas por el Daesh contra el pueblo yazidí. Haskany forma parte del único medio de comunicación independiente de esta minoría, creado en 2018. Hasta entonces, los yazidíes no contaban con plataformas mediáticas que les permitiesen expresarse, por lo que, de acuerdo con Haskany, “era fácil difundir mentiras con facilidad”.

“Adoradores del diablo”. Esta ha sido la mentira y acusación más grave arrojada contra este grupo étnico-religioso. Apoyados en esta afirmación, basada en el completo desconocimiento sobre esta fe milenaria, diferentes grupos radicales han llevado a cabo decenas de campañas contra el pueblo yazidí.yazidi-genocidio-daesh

El genocidio perpetrado por el Daesh fue el último, pero no el único. A lo largo de su historia, los yazidíes han sido objeto de 74 genocidios a causa de sus creencias religiosas. “Árabes sunitas, turcos, kurdos musulmanes, ingleses y los otomanos han perpetrado ataques genocidas contra este grupo religioso/nacional”, señala Manuel Férez, profesor de Oriente Medio y Cáucaso en la Universidad Alberto Hurtado de Chile.

“Su sistema de creencias ha sido malentendido por sus vecinos musulmanes debido a la secrecía de sus ritos religiosos; al poco contacto que los yazidíes mantenían con el mundo exterior y por no ser una religión que busca adeptos fuera del grupo”, añade Férez.

Ocho años después de su último genocidio, los supervivientes continúan pidiendo visibilidad y apoyo mientras exigen justicia. Ocho años después, las masacres, los secuestros, las violaciones y los éxodos forzosos continúan muy presente dentro de esta comunidad.yazidi-sinjar

Corría el verano de 2014 y el Daesh sembraba el pánico en zonas de Siria e Irak. Después de tomar Mosul, las hordas de yihadistas se desplazaron a otras áreas de Irak con el objetivo de ampliar el califato -anunciado por su líder, Abu Bakr Al Bagdadi, tras la toma de la ciudad- y someter a través de la violencia a todos aquellos que no cumpliesen con la sharía.

El grupo terrorista irrumpió en Sinjar el 3 de agosto de 2014. De esta manera, comenzó el brutal genocidio contra el pueblo yazidí.yazidi-genocidio-daesh

De acuerdo con datos de Naciones Unidas, aproximadamente 5.000 yazidíes fueron asesinados por el grupo terrorista, aunque el número podría ser más alto, ya que después de la liberación de Sinjar se encontraron más de 80 fosas comunes.

Además de ejecuciones masivas, los combatientes del Daesh secuestraron a más de 6.000 yazidíes, la mayoría mujeres y niños. Mientras que a los menores les lavaron la cabeza para convertirlos en niños soldado, a las mujeres las esclavizaron sexualmente y traficaron con ellas. Tras la derrota del Daesh, muchas pudieron volver con sus familias -otras lograron escapar anteriormente-, aunque actualmente más de 2.700 siguen todavía en paradero desconocido.yazidi-genocidio-daesh

Es probable que se encuentren en áreas que estuvieron bajo control de la organización terrorista o en el campamento de Al-Hol en el noreste Siria, que alberga a miles de familiares de combatientes yihadistas. Asimismo, tal y como recuerda Wahhab Hassoo, superviviente y cofundador de la organización neerlandesa NL Helpt Yazidi, muchas de las yazidíes secuestradas fueron vendidas a jeques del Golfo, mientras que otras son retenidas por mujeres del Daesh y temen escapar.yazidi-genocidio-daesh

Las mujeres yazidíes secuestradas y víctimas de violencia sexual enfrentan otro gran problema. Aunque la mayoría han sido aceptadas y acogidas por su pueblo, aquellas que tuvieron un hijo fruto de las violaciones no han podido volver a la comunidad yazidí ya que estos menores son registrados como musulmanes según la ley iraquí, explica Hassoo. “Son doblemente victimizadas: por el Daesh y por la ley islámica”, agrega.yazidi-genocidio-daesh

Los yazidíes no escapan de la inseguridad y la violencia

En la actualidad, más de 200.000 yazidíes viven en campamentos de desplazados internos, muchos de ellos en condiciones insalubres sin acceso a electricidad y con problemas para obtener agua potable.

Por otra parte, los supervivientes no se sienten seguros en su propio país, donde todavía siguen blanco de ataques y crímenes. Durante este mes -y coincidiendo con el octavo aniversario del genocidio- una niña de seis años y su padre fueron secuestrados en Zakho, en el Kurdistán iraquí. Pocos días después encontraron sus cuerpos sin vida; el de la menor, con signos de violencia sexual.

“Los yazidíes se enfrentan a una discriminación y persecución inimaginables en su día a día que les obliga a ocultar su identidad, trabajar en determinados empleos y evitar ir a ciertas zonas”, apunta Khari Shabo, activista de la ONG Yezidi Emergency Support.

Tampoco se sienten seguros en su propio hogar, Sinjar, objetivo recurrente de ataques aéreos turcos y escenario de enfrentamientos entre grupos armados. “Sinjar sigue considerándose una zona disputada entre Irak y el Kurdistán, por un lado; y el PKK y Turquía, por otro”, agrega Shabo. Este panorama impide que los yazidíes regresen a Sinjar, así como la reconstrucción de las infraestructuras.

El genocidio ha provocado que muchos yazidíes no se sientan parte de Irak. “Después de la caída de Mosúl y la entrega de Sinjar al Daesh, los yazidíes ya no confían en nadie”, opina Hassoo. Sin embargo, el activista agradece el trato que reciben los supervivientes por parte de los kurdos. “Creo que están haciendo todo lo posible para ayudar a los yazidíes. Sin embargo, sus capacidades son limitada debido a la injerencia de los países vecinos como Turquía e Irán, además de depender del Gobierno de Bagdad”, explica.

No obstante, otro superviviente reconoce que tanto el Gobierno iraquí como el kurdo no han cumplido sus promesas. “Se comprometieron a hacer todo lo posible para que los yazidíes volviesen a sus hogares, reconstruir sus pueblos y trabajar para encontrar a los desaparecidos, pero esas promesas no se hacen realidad”, asegura el yazidí, quien opta por proteger su identidad.yazidi-genocidio-daesh

El futuro para los yazidíes en Irak y en la región es desesperanzador. Por ello, se estima que 160.000 personas han abandonado Oriente Medio, según cifras de Yazda, una de las varias organizaciones que brinda ayuda a los supervivientes del genocidio.

Sin embargo, la violencia los persigue hasta en lugares donde deberían estar a salvo. En Hanover, Alemania -país que alberga a una importante comunidad de refugiados yazidíes- un hombre yazidí fue asesinado recientemente durante un acto de conmemoración del genocidio por un islamista radical.yazidi-sinjar

“Apenas se habla de los yazidíes”

Asimismo, los refugiados yazidíes en Europa admiten que su causa no recibe el apoyo que merece por parte de los gobiernos. En el Viejo Continente la gran mayoría de los países no reconoce el genocidio. “Francia, Portugal y Alemania son los únicos que se lo han tomado en serio”, indica Hassoo. Esos tres países han facilitado la llegada de yazidíes y han apoyado su causa. No obstante, apunta que ese reconocimiento y respaldo se ha logrado gracias a la presión de organizaciones yazidíes. En Alemania, además, ya se han dictado dos condenas por genocidio.

Por el contrario, otras naciones europeas como Países Bajos no se han involucrado lo suficiente. “Solo ayudan a sus ciudadanos que se encuentran en Siria y Turquía”, apunta. Hassoo también admite que el programa de asentamiento de ACNUR en el país no ha ayudado a ningún yazidí. “Se lo hemos pedido en varias ocasiones, pero no nos han dado ninguna información”, explica.yazidi-genocidio-daesh

Esa falta de apoyo y visibilidad también se extiende a los medios de comunicación del país, ya que, de acuerdo con Hassoo, “siempre informan sobre las combatientes holandesas del Daesh y sus hijos, pero apenas hablan de los yazidíes”.

En ese sentido, los yazidíes lamentan que, en ocasiones, los medios de comunicación no informen sobre su situación actual. De acuerdo con algunos supervivientes, el principal motivo por el que no se habla de las masacres cometidas y que hoy en día se siguen cometiendo es el temor a que ciertos medios o periodistas sean acusados de islamofobia. “Cualquier cobertura mediática sobre musulmanes radicales que matan a personas inocentes causará pérdidas en las ganancias y, por supuesto, se tachará de discriminación e islamofobia”, afirma Hassoo.

No es la primera vez que las voces de los yazidíes se silencian por este motivo. En noviembre de 2021 el consejo escolar de Toronto canceló una conferencia de la superviviente yazidí y ganadora del premio Nobel de la Paz, Nadia Murad. La institución canadiense consideró que su libro Yo seré la última, donde narra su cautiverio como esclava sexual del Daesh, podría resultar “ofensivo” y “fomentar la islamofobia”.nadia-murad-yazidi

Aunque Férez considera que esta poca visibilidad se debe a la forma en la que se mira a Oriente Medio. “Normalmente se aborda la región desde el paradigma del Estado nación y las comunidades minoritarias, como el caso de los yazidíes, resultan marginadas e incluso invisibilizadas”, aclara. “Mientras no ampliemos la mirada hacia la diversidad étnica, religiosa y lingüística seguiremos ignorando los problemas estructurales de la región”, concluye Férez.

“Turquía no hizo nada para evitar los viajes de los combatientes extranjeros”

Uno de los principales objetivos de los supervivientes yazidíes es llevar a todos los involucrados en el genocidio ante la justicia. No solo a los combatientes y sus esposas -que activamente participaron en la esclavitud de muchas mujeres y niñas yazidíes-, sino también a aquellos ciudadanos de otros países que de alguna forma estuvieron involucrados en el genocidio.yazidi-genocidio-daesh

En este sentido, un grupo de abogados conocidos como Comité de Justicia Yazidí (YJC) ha acusado a Turquía de ser cómplice de las masacres, alegando que no controló sus fronteras para detener el tránsito de combatientes del Daesh, incluido un alto número de ciudadanos turcos. Férez también añade que los combatientes “incluso recibieron tratamiento médico” por parte de Turquía. Por otra parte, Shukri Hamk, superviviente yazidí, también recuerda que muchos yazidíes se han convertido en víctimas de los recientes bombardeos turcos en Sinjar.yazidi-genocidio-daesh

El informe, publicado por The Guardian, también señala a ciertos países del Golfo como Qatar como cómplices, aunque no se presentaron pruebas suficientes.

“Muchos países han apoyado económicamente al Daesh, esto no es un secreto, todo el mundo lo sabe. Las pruebas son suficientes, pero nadie se atreverá a exigir responsabilidades a los autores de crímenes contra inocentes “, indica Haskany.

Además de países, Hassoo afirma que varias grandes empresas tecnológicas también estuvieron involucradas en las masacres y en el tráfico de yazidíes. “Facebook permitió que el Daesh promoviese su propaganda, Telegram permitió que los combatientes usasen los chats para vender a mujeres y niños”, expone.yazidi-genocidio-daesh

Europa debe asumir su responsabilidad

Todos los agostos desde 2014 los yazidíes conmemoran el aniversario del genocidio a manos del Daesh recordando también los siglos de discriminación y persecución. Año tras año, los más de 200.000 yazidíes que sobreviven en campamentos de desplazados en pésimas condiciones se preguntan cuándo podrán volver a sus pueblos y reconstruir sus hogares. Lo mismo ocurre con las familias de los más de 2.700 desaparecidos, quienes anhelan el regreso de sus seres queridos.

La historia de los yazidíes es una historia de violencia, sufrimiento y dolor, pero también de fortaleza, resistencia y coraje. Los yazidíes han comprendido que ellos mismos son los únicos que pueden salvarse, así como los únicos que están dispuestos a hacerlo. Mientras el mundo mira hacia otro lado, las ONG de yazidíes tanto en Irak como en la diáspora trabajan duro para reconstruir las vidas de los supervivientes, así como para conseguir más apoyo, visibilidad internacional y justicia.yazidi-genocidio-daesh

“El apoyo brindado a los yazidíes no es nada comparado con el apoyo brindado a los ucranianos. No estoy en contra de ayudar a los necesitados, pero si tratas a las personas en función de su nacionalidad estas discriminándolas”, reflexiona Hassoo.

La mayoría de supervivientes comparte esta opinión y reclama que la comunidad internacional, sobre todo Europa, se involucre más en la causa. Los Estados del Viejo Continente deben hacerlo porque, tal y como recuerda Hassoo, “ciudadanos de esos países han contribuido a matar y a esclavizar al pueblo yazidí”, aludiendo a los miles de europeos que viajaron a Oriente Medio para unirse al Daesh. “Tienen que asumir su responsabilidad”, zanja.yazidi-genocidio-daesh

A pesar de todo, la comunidad yazidí está llevando a cabo proyectos que representan un rayo de esperanza para esta minoría, como los planes que desarrolla Nadia’s Iniciative, la organización de Nadia Murad. A través de esta entidad, la superviviente y premio Nobel de la Paz aboga por el empoderamiento de las mujeres, la educación y la cultura yazidí, entre otros muchos proyectos que tienen como objetivo volver hacer de Sinjar un lugar seguro para los yazidíes.  

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