El eurodiputado considera que “se ha aprendido la lección de la crisis de 2008 y se ha reaccionado rápidamente” ante la pandemia del coronavirus

Luis Garicano: “Hay razones para ser optimistas sobre el proyecto europeo”

photo_camera PHOTO/LUIS GARICANO - Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos

Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos, fue entrevistado en el programa de Atalayar en Capital Radio, que se emitió este lunes de 22:05 a 23:00. El economista y vicepresidente del grupo parlamentario Renew Europe, abordó el proyecto de reconstrucción europeo y la semana clave que ha arrancado este lunes en Bruselas con la celebración del Consejo Europeo. Sobre la mesa, las negociaciones sobre cómo repartir y obtener los 750.000 millones de euros que ha puesto a disposición la UE a los países más afectados por la crisis del coronavirus. 

Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos

La semana clave para Europa ha comenzado con la gira del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a La Haya. ¿Qué le ha parecido lo que le ha dicho el primer ministro neerlandés Mark Rutte sobre arreglar primero la situación en España antes de acudir a Europa?

El señor Sánchez debería transmitir y dejar claro que en España se harán los deberes como deben hacerse y que se va a utilizar la ayuda que se reciba con responsabilidad y de forma inteligente. Es esencial que no haya una impresión de que España esté intentando aprovecharse o de que no vaya a aceptar las condiciones.  

¿La parte de Unidas Podemos del Gobierno estaría de acuerdo con determinadas reformas que pedirían los Países Bajos?

Deberían estar de acuerdo en las condiciones que se pongan. Las recomendaciones de la Comisión Europea son las que hay que usar de punto de partida: reducir el abandono escolar, mejorar las condiciones de trabajo y la formación profesional… Sobre estas 15 condiciones, hay que ver sobre qué 5 u 8 nos ponemos de acuerdo. Yo creo que a la parte Podemos no le va a gustar ninguna, pero se tendrán que aguantar. El que da el dinero tiene que poder exigir que se gaste de una manera responsable, es lógico.

¿Considera un fracaso que Nadia Calviño no haya conseguido la presidencia del Eurogrupo?

Es un fracaso, sin ninguna duda, en parte por lo mal que se ha vendido. Desde el Gobierno incluso declaraban que estaban “150%” seguros de que conseguiríamos este puesto. Nada está cerrado hasta que todo está cerrado.

Entonces, ¿qué opina Europa de la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno español?

Tenemos que reconocer que es una anomalía histórica. Tenemos un vicepresidente que está orgulloso de ser comunista, cuando media Europa, incluida la señora Merkel, ha vivido bajo el telón de acero del comunismo. 

Los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas; Suecia, Ann Linde; Bulgaria, Ekaterina Zaharieva y Finlandia, Pekka Haavisto, en la reunión del Consejo de Ministros de la UE

A Europa tampoco le gustaba nada la Grecia de Alexis Tsipras…

Las aventuras siempre terminan igual. Ni Tsipras ni Varoufakis, su ministro de Finanzas, querían pagar, pero acabaron firmando lo que Merkel les puso encima de la mesa. A mí sobre todo me preocupan dos cosas: por un lado, si no gastamos con responsabilidad, va a ser un problema para nosotros; y, por otro lado, va a ser gravísimo para cualquier intento de unión fiscal en el futuro. Si estos préstamos y transferencias son un fracaso, nunca más en Europa se va a volver a plantear una operación como la que estamos planteando ahora sobre la recuperación desde Bruselas.

Si hay un fracaso en la negociación, supondrá un antes y un después para el proyecto europeo…

Absolutamente. Sería terminal para Europa, se rompería la confianza definitivamente. Y por eso creo que deberíamos de estar contentos con que haya una cierta condicionalidad y deberíamos de aceptar también que haya inspecciones y todo el control de gasto necesario, porque al final nos conviene a nosotros tanto como le conviene a Europa. 

El viernes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, realizó una propuesta que se alinea con la de los países del “puño cerrado”, del norte. ¿Cuál es su visión?

La propuesta de Michel tiene un problema que nos preocupa en el Parlamento Europeo. Y nos preocupa la tendencia y la dirección en la que va: es el hecho de que se va a sustituir todo el gasto de innovación y de futuro del presupuesto europeo con el fondo de reconstrucción, es decir, el presupuesto europeo se va a quedar solo para las partidas de cohesión y materia agrícola, y se va a añadir el fondo de reconstrucción con más dinero del que hay en estos momentos. Pero como el fondo de reconstrucción va a desaparecer en 3-4 años, el presupuesto se va a quedar cojo. Los países del “puño cerrado” parece que están empujando en una dirección muy peligrosa para Europa, de recortar el gasto permanente a cambio de subir el gasto provisional ahora. A un gobierno que está en el poder durante 3-4 años le puede terminar interesando, pero a Europa le hace polvo, porque esto quiere decir que el presupuesto dentro de 5-6-7 años se queda muy reducido.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Bruselas, Bélgica, el 10 de julio de 2020

Estos países más reacios, como Suecia, Austria, Países Bajos… ¿son conscientes de que ellos también se juegan el funcionamiento del mercado único? 

Creo que sí. Creo que saben que Europa se está jugando todo su futuro y que, por eso, la discusión está abierta, porque si no, no estaríamos ni hablando. Cuando en el punto álgido de la crisis del coronavirus, empezó a aflorar un sentimiento antieuropeísta en España e Italia por la inacción de Europa, se produjo una reacción encabezada por Merkel ante el temor de que el proyecto europeo se derrumbase. Y esto es inaceptable para todos.

La crisis del 2008, donde Europa también reaccionó tarde y mal, puede haber sentado un precedente…

Totalmente, ha sido un precedente clave. Ha habido una conciencia de que eso no se podía repetir y la realidad es que ahora hemos hecho más en tres meses que lo que se hizo entre 2008 y 2015, sin ninguna duda. La lección se ha aprendido y se ha reaccionado rápidamente, pudiendo sacar medidas muy importantes adelante, empezando por la resolución que aprobó el Parlamento en la que se pedía este tipo de programa de reconstrucción. Así que confío en que, a partir de este fin de semana, los países se pongan de acuerdo en el Consejo Europeo para poner el fondo en marcha.

¿Es optimista? ¿Habrá acuerdo sí o sí porque el futuro de la UE depende de ello?

Hay razones para ser optimistas. Se ha hecho más en estos tres meses que en los últimos 10 o incluso 15 años, en términos de avances institucionales. De conseguirse este acuerdo, servirá para que haya avances en otras áreas. 

¿Confía también en que se vuelva al multilateralismo? ¿Qué papel desempeñan China y Estados Unidos en el proceso?

Eso lo veo menos posible y me preocupa más. La situación de China es estructuralmente más complicada, más allá de quién lidere EEUU, que tampoco creo que con otro presidente la situación cambiase mucho. China está en un modo casi de abusón: apretar mucho y ceder poco. Entonces, no va a haber una situación en la que las instituciones sean las que manden sobre el comercio, sino que dos bloques principales, Washington y Pekín, van a enfrentarse por el control, con Europa en el medio. Todo esto lleva, al final, a muchísimas tensiones y creo sinceramente que hay menos posibilidades de avance. Nos vamos a enfrentar a un mundo totalmente diferente independientemente de si Donald Trump gana o no las elecciones de noviembre.

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