Luz cegadora en Casa Árabe
Verdaderamente original es el proyecto artístico y expositivo formado por obras del artista marroquí Mounir Fatmi (Tánger, 1970), que se exhibe en Casa Árabe de Madrid hasta el final del presente verano. Las diversas piezas que componen La luz cegadora se inspiraron en una escena milagrosa, pintada por Fra Angelico: el Retablo de San Marcos (1440). Este muestra en su predela, es decir en su parte inferior, los milagros realizados por dos santos, Cosme y Damián, nacidos en Siria, convertidos al cristianismo en su juventud, y reconocidos por éste como patronos de cirujanos y farmacéuticos.
El milagro escogido por Mounir Fatmi es La curación del Diácono Justiniano. En dicha escena, los hermanos árabes realizan el milagro de la curación del diácono injertándole la pierna de un hombre etíope fallecido poco antes. Es una escena que evoca por lo tanto la mezcla de un cuerpo blanco con un miembro negro, pero también de los vivos con los muertos, cuestionando así las nociones de raza, hibridación e identidad.
Para contemplar el resultado que ahora se exhibe en Casa Árabe Mounir Fatmi ha realizado a lo largo de su carrera centenares de fotomontajes, con varias imágenes que muestran un quirófano –con sus correspondientes equipamientos tecnológicos y sus medidas de higiene- que se superponen a esta escena milagrosa. El personal médico se integra por lo tanto junto a los dos santos formando un mismo grupo de trabajo. El resultado es que, de esta manera, los fantasmas y las personas vivas están presentes en otra forma de realidad, una temporalidad fantasiosa, tan milagrosa como la misma escena bíblica.
El conjunto de estas obras nos conduce a la asociación entre el Renacimiento y la hipermodernidad a través de la hibridación. Conforma una elipsis temporal que superpone diferentes tiempos y espacios, y acerca la tecnología y los anestésicos a un mundo que en tiempos del propio Fra Angelico solía ser gobernado por milagros divinos.
La superposición temporal, tal y como la plantea el artista marroquí, da lugar a la idea de que un milagro religioso es factible en la actualidad. Para el espectador, es una combinación de manera inesperada de esferas de creencias que no pocas veces se ven como discrepantes, cuando no antagónicas. Por un lado, la ciencia, el orden, la razón, la concreción; por otro, la religión y el universo de la fe, lo milagroso y lo sagrado.
Mounir Fatmi logra por tanto una simbiosis tan original como sorprendente, en la que plasma tanto su experiencia de infancia y juventud en Tánger y Casablanca, como su paso por la Academia de las Artes de Roma o la Rijksacademie de Amsterdam.
Sus vivencias de infancia en el mercadillo de Casabarata, uno de los barrios más pobres de Tánger, cuajan en la utilización de materiales como cables de antena, máquinas de escribir y cintas VHS para elaborar una arqueología experimental que cuestiona el mundo y el papel del artista en una sociedad en crisis.
La investigación artística de Mounir Fatmi es en último término una reflexión sobre la historia de la tecnología y su influencia en la cultura popular, y puede verse como futuros archivos en construcción, que representarán momentos clave en nuestra historia contemporánea. Estos materiales técnicos también cuestionan la transmisión de conocimiento y el poder sugestivo de las imágenes, y critican los mecanismos que relacionan a la tecnología con las ideologías.
Con esta exposición, integrada en PhotoEspaña 2022, Mounir Fatmi pone un hito más en su larga lista de muestras en las que ha participado: desde las Bienales de Venecia, Sharjah, Sevilla, Gwangju, Lyon o Dakar, a sus exposiciones individuales en Zúrich, Ginebra, Estambul, Dusseldorf, Brooklyn y Paris, pasando por los numerosos galardones recibidos, entre los que destacan el Uriöt de Amsterdam, el Leopold Sédar Senghor o el de la Bienal de El Cairo.
