Los enfrentamientos se produjeron el fin de semana pasado entre la tribu Murle y los Nuer

Más de 200 muertos por violencia en Sudán del Sur, según el dirigente opositor

photo_camera PHOTO/REUTERS - Un joven de la tribu Luo Nuer en el condado de Yuai Uror, en Sudán del Sur

Casi 250 personas fallecieron y 300 resultaron heridas en el estallido de violencia del pasado fin de semana en el estado de Jonglei, en el noreste de Sudán del Sur, aseguró este viernes el portavoz de la principal fuerza de la oposición armada sursudanesa, Manawa Peter Garkouth,
Garkouth, que actualmente es ministro de Aguas en el Gobierno de unidad nacional, dijo a Efe que 246 personas perecieron y 300 fueron heridas, y responsabilizó a la tribu Murle de estar detrás de la violencia en la localidad de Pieri. “Jóvenes armados de la tribu Murle atacaron zonas de los Nuer en una incursión que buscaba vengarse del robo de ganado”, explicó el portavoz de la facción rebelde liderada por Riek Machar, actual vicepresidente de Sudán del Sur.

Asimismo, lamentó que el Gobierno de Yuba aún no haya condenado lo sucedido ni iniciado una investigación de los hechos que han denunciado tanto la misión de Naciones Unidas en el país como organizaciones humanitarias internacionales. Garkouth señaló que, si no se aplican los acuerdos en materia de seguridad entre el Gobierno y las facciones opositoras, cuyas fuerzas armadas aún no han constituido un Ejército nacional, se producirá “un colapso de la situación de seguridad en la región”.

La misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) apuntó en un comunicado esta semana que la violencia podría atribuirse al “fracaso de los partidos políticos en acordar la designación de los gobernadores de los estados, incluido Jonglei, lo cual ha creado un vacío de poder que ha envalentonado a los que están involucrados en los combates”.

Combatientes del Ejército Blanco JIkany Nuer sostienen sus armas en el estado del Alto Nilo, en Sudán del Sur

Por su parte, el responsable de la oficina administrativa del área de Pibor en la capital, Peter Ajak, explicó a Efe que los jóvenes Murle se vengaron de los ataques de los Nuer en febrero y marzo pasados en esas mismas zonas. Según Ajak, integrantes de la tribu Nuer habían matado a cientos de personas, secuestrado a más de 900 niños y mujeres, y robado más de 60.000 cabezas de ganado. “Los jóvenes se han movilizado por su cuenta para rescatar a los secuestrados; no son una fuerza organizada ni llevan uniformes militares”, explicó Ajak, aunque no pudo ofrecer una cifra de muertos y heridos en la violencia de los días 16 y 17 de mayo.

Además, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó el jueves de que cientos de personas murieron y otras muchas resultaron heridas, sin detallar el número exacto de víctimas. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) atendió a 56 heridos en Pieri, donde tuvo que cerrar su pequeña clínica durante unos días debido a la violencia, en la que murió un miembro de su personal sanitario.

Angie Carrascal, coordinadora del proyecto de MSF en Lankien, localidad cercana a Pieri donde la ONG tiene un hospital al que fueron trasladados algunos heridos, dijo a Efe en una conversación telefónica que la violencia es “recurrente” en esta zona muy remota del país. La coordinadora afirmó que ahora la situación es “estable” pero que este tipo de incidentes tienen un “gran impacto” en la comunidad y llevan a la población a desplazarse de forma temporal e incluso indefinida, además de dificultar el acceso a asistencia médica como la que brinda MSF. 
 

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