Las autoridades de Donetsk y Lugansk han trasladado a los civiles a Rusia. Por otro lado, Estados Unidos mantiene sus advertencias sobre una agresión rusa

Macron promueve el diálogo entre Moscú y Washington mientras aumentan los enfrentamientos en el Donbás

PHOTO/AFP - Combinación de imágenes del presidente de EE.UU., Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin

En medio de los graves acontecimientos que llevan desarrollándose durante los últimos días en el Donbás, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, han aceptado, "en principio", participar en una cumbre a petición del líder francés, Emmanuel Macron, quien propuso la reunión para abordar “la seguridad y la estabilidad estratégica en Europa”. De acuerdo con un comunicado del Elíseo, el contenido del encuentro será elaborado por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, durante su reunión el próximo 24 de febrero. No obstante, la nota también precisa que la cumbre solo podrá celebrarse “si Rusia no invade Ucrania”.

Un miembro del servicio ucraniano sostiene una ametralladora en la línea del frente cerca de la ciudad de Novoluhanske en la región de Donetsk, Ucrania 20 de febrero de 2022 REUTERS/GLEB GARANICH

De esta manera, se continúa abogando por el diálogo, aunque, por otro lado, también se mantienen las advertencias desde Occidente a Moscú. En Estados Unidos prevalece el discurso protagonizado por los constantes avisos respecto a una agresión rusa. Washington considera que Putin “sigue” con los preparativos para lanzar “muy pronto un ataque a gran escala contra Ucrania”. La Administración de Biden había asegurado previamente que Rusia atacaría a su vecino del oeste la semana pasada, y hasta llegó a facilitar datos a los medios de comunicación de cómo sería esa invasión, que incluía bombardeos sobre Kiev.

Banderas de Rusia y Ucrania  REUTERS/DADO RUVIC

En este mismo punto se encuentran al otro lado el Atlántico. Desde Londres incluso se habla directamente de conflicto armado “sangriento y prolongado”. El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que Moscú planea “la guerra más grande desde 1945” a través de una “invasión violenta” de Ucrania. En este sentido, el premier afirma que en este caso los países occidentales responderían rotundamente.

“Creo que lo que quiere ver (Putin) es un retroceso de la OTAN, y verá exactamente lo contrario”, declaró Johnson durante una entrevista con la BBC. Asimismo, explicó que, como respuesta a las acciones militares rusas en la frontera con Ucrania, Londres está trasladando más tropas a Estonia, Polonia y Rumanía.

Tanques durante los ejercicios militares Unión Coraje-2022 Rusia-Bielorrusia en el campo de entrenamiento Obuz-Lesnovsky en Bielorrusia, el sábado 19 de febrero de 2022 AP/ALEXANDER ZEMLIANICHENKO

“Si cree que va a tener menos OTAN está totalmente equivocado, va a conseguir más OTAN”, añadió, reiterando las palabras del secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, quien señaló este fin de semana durante la Conferencia de Seguridad de Múnich que, “si el Kremlin pretende tener menos OTAN en sus fronteras, solo obtendrá más OTAN".

Combinación de fotografías del presidente ruso Vladimir Putin y del presidente de Francia Emmanuel Macron  PHOTO/AFP
Bruselas mantiene sus amenazas económicas

Por otro lado, los líderes de la Unión Europea se muestran más cautelosos sobre la crisis en Ucrania en comparación con sus socios anglosajones. Desde Bruselas, en lugar de hablar de “guerra”, se alude a restricciones económicas, la principal amenaza que presentan a Moscú en caso de una invasión de Ucrania. “Si hay más agresiones militares reaccionaremos con sanciones masivas y el coste para Rusia será severo”, indicó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Sin embargo, también admitió que esta decisión supondría un coste para los europeos.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, coincide con Michel y destaca “altos costes y graves consecuencias para los intereses económicos de Moscú”. Además, la dirigente europea va más allá y amenaza con aislar a Rusia del mercado internacional, algo que dificultaría “la modernización” del país, de acuerdo con Von der Leyen.

Un soldado de las tropas ucranianas se encuentra cerca de una carretera en la línea del frente a las afueras de la ciudad de Novoluhanske, en el este de Ucrania, el 19 de febrero de 2022 AFP/ ARIS MESSINIS

No obstante, dentro del continente hay diversos puntos de vista respecto a esta crisis. El presidente de la República Checa, Milos Zeman, quien tachó de “patinazo” las informaciones de la inteligencia estadounidense sobre la invasión de Ucrania, considera que Putin no planea atacar a su vecino, es más, defiende que esa agresión traería a Rusia "más daños que beneficios".

Zeman no es el único que nada a contracorriente de la cúpula de la UE y de la OTAN.  A finales de enero, el mandatario croata, Zoran Milanovic, provocó una gran controversia después de anunciar que en caso de conflicto retiraría de la zona “hasta al último soldado croata”. Ante el revuelo que causaron sus palabras, el ministro de Exteriores tuvo que salir en defensa de Milanovic, asegurando que el país continúa y continuará siendo “un miembro leal de la OTAN”.

Un rebelde prorruso mira hacia arriba mientras monta en un tanque con bandera rusa, en una carretera al este de Donetsk, en el este de Ucrania AP/VADIM GHIRDA
Civiles de Donetsk y Lugansk se trasladan a Rusia ante el aumento de tensiones en la región

Desde la semana pasada, la OSCE ha denunciado un incremento de violaciones del alto el fuego en Donetsk y Lugansk. Esto, por una parte, agrava el conflicto existente desde 2014 y, por otro, acentúa la actual crisis entre Rusia y la OTAN. El Ejército ucraniano y las fuerzas prorusas se acusan mutuamente de los ataques con proyectiles, así como de bajas en cada bando.

Un miembro del servicio ucraniano en la línea del frente cerca del pueblo de Zaitseve en la región de Donetsk, Ucrania 19 de febrero de 2022 REUTERS/GLEB GARANICH

Kiev ha anunciado la muerte de dos de sus soldados después de recibir “heridas fatales de metralla”. Por otro lado, las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk han denunciado la muerte de un combatiente y un civil que se dirigía al trabajo. El viernes pasado, el líder de la república separatista, Denis Pushilin, decretó la evacuación masiva de niños, mujeres y ancianos a la región rusa de Rostov. Poco después, Leonid Pasechnik, dirigente de la autoproclamada República Popular de Lugansk, siguió los pasos de Pushilin y ordenó también el trasladó de la población a Rusia.

Personas evacuadas de la autoproclamada República Popular de Donetsk entran en una tienda de campaña en el campamento del Ministerio de Emergencias ruso en el pueblo de Veselo-Voznesenka, en la costa del mar de Azov, el 19 de febrero de 2022 AFP/ANDREY BORODULIN

De acuerdo con datos ofrecidos por el gobernador de la región de Rostov, Vasily Golubev, más de 6.700 ciudadanos de Donetsk y Lugansk, incluidos 2.904 niños, han llegado a la zona. Ante este desafío para la región, Golubev ha decretado el estado de emergencia y ha pedido apoyo a Moscú, donde aprobaron pagar un subsidio para cada ciudadano, según informa la agencia TASS. 

Mientras los civiles se dirigían a Rostov durante el fin de semana, las milicias de Donetsk informaron sobre una explosión cerca de la sede del Gobierno. Posteriormente, se confirmó que el atentado se realizó con un coche bomba. Por este motivo, y temiendo una ofensiva de las fuerzas ucranianas, las autoridades prorrusas instaron a los hombres a presentarse para el servicio militar. No obstante, Kiev niega que tenga planes de atacar a las repúblicas autoproclamadas. Aún así, el fin de semana ha estado marcado por enfrentamientos y explosiones, una de las más destacables ocurrió el viernes por la noche y afectó al gasoducto de Druzhba, según informaron medios locales.

Un hombre se registra en un punto de movilización militar abierto en una escuela de la ciudad de Donetsk el 20 de febrero de 2022 PHOTO/AFP
Moscú acusa a Kiev de “crímenes de lesa humanidad”

Al igual que Occidente, Rusia también ha condenado esta violencia. “Cualquier chispa, cualquier incidente no planificado o cualquier provocación pequeña planeada puede derivar en consecuencias irreparables”, advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitry Peshkov. Por otro lado, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova acusó a Kiev de cometer “crímenes de lesa humanidad”. Igualmente, ha mandado un claro mensaje a Occidente, asegurando que, quienes sigan ignorando “la desastrosa situación de la población de Donbás”, “se convertirán en cómplices” de esos crímenes.

Soldados rusos (L) y bielorrusos (R) dándose la mano durante ejercicios conjuntos de las fuerzas armadas de Rusia y Bielorrusia como parte de una inspección de la Fuerza de Respuesta del Estado de la Unión, en un campo de tiro cerca de Brest. PHOTO/ AFP/MINISTERIO DE DEFENSA DE BELARÚS

Debido a este incremento de tensiones, la Embajada de Estados Unidos en Moscú ha alertado a sus ciudadanos sobre supuestos ataques terroristas en lugares públicos de Moscú y San Petersburgo, así como en áreas cercanas a la frontera ruso-ucraniana. Autoridades rusas han denunciado recientemente la destrucción “por completo” de una instalación utilizada por el servicio de guardia fronterizo en la región de Rostov. También, en respuesta a la actual situación, Moscú y Minsk han acordado prolongar sus maniobras militares conjuntas, programadas previamente hasta el pasado 20 de febrero. De hecho, durante este fin de semana, ambos ejércitos han llevado a cabo maniobras con misiles nucleares. 

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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