Marruecos busca recuperar el esplendor del Gran Teatro Cervantes de Tánger
Marruecos ha recuperado la titularidad del Gran Teatro Cervantes de Tánger después del acuerdo que se alcanzó con España en ese sentido.
Durante la etapa colonial, Tánger se dividió en protectorados o zonas gestionadas pertenecientes a diversos países como Francia y España. La ciudad marroquí se dividió en departamentos culturales y sociales, cada uno con sus peculiaridades propias y autóctonas, uno francés, otro español, otro de influencia italiana e incluso otro con ascendencia británica.
El Gran Teatro Cervantes tuvo una gran época de apogeo en los años 50 del siglo XX, pero fue abandonado a su suerte. En el actual acuerdo de traspaso al Reino de Marruecos, se recoge que el país norteafricano debe restaurar y rehabilitar el centro cultural que disfrutó de un gran momento cultural hace más de 70 años. Llegó a ser el teatro más grande y conocido del norte de África, pero a partir de los años 70 del siglo pasado sufrió una gran caída en el olvido y un serio deterioro por el abandono y desuso de sus instalaciones.
El ingeniero a cargo de rehabilitar el teatro, Taoufik Murabet, indicó a la agencia Reuters que “la restauración requiere capacidades y competencias muy grandes”. “Haremos todo lo posible para preservar la privacidad de este teatro y preservar su carácter cultural. El teatro estuvo 50 años descuidado y es difícil volver a su estado anterior sin cambio”, indicó el experto en palabra recogidas también por el medio Al-Arab.
El Gran Teatro de Tánger fue construido por el famoso arquitecto español Diego Jiménez; fue diseñado en un estilo de ingeniería importante en el siglo XIX, llamado Art Nouveau o Modernismo, como una continuación de la arquitectura clásica, pero con una mirada hacia el futuro. El Modernismo o Art Nouveau es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX, durante el periodo denominado “fin de siècle y belle époque”. En esta corriente, la intención era crear un arte nuevo, joven, libre y moderno, que representara una ruptura con los estilos dominantes en la época, tanto los de tradición academicista (el historicismo o el eclecticismo) como los rupturistas (realismo o impresionismo). En la estética nueva que se trató de crear, predominaba la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporaban novedades derivadas de la revolución industrial, como el acero y el cristal, superando la pobre estética de la arquitectura del hierro de mediados del siglo XIX.
El ingeniero y arquitecto Diego Jiménez utilizó para su construcción hormigón armado, que estaba en proceso de prueba en aquel momento. Y utilizó una combinación de yeso y cerámica con alta artesanía.
El Consejo de Ministros español ya había donado en 2019 la propiedad del teatro a Marruecos, pero ahora es cuando se ha hecho efectiva la recuperación de la titularidad por parte del reino marroquí.
El Teatro Cervantes de Tánger fue inaugurado en 1913 y donado al Estado español en 1928, cuando la ciudad tangerina se dividía en protectorados controlados por diversos países europeos, como se ha apuntado anteriormente, entre ellos España. Durante muchos años, tuvo una gran relevancia en Marruecos y en el norte de África en general como centro teatral y cultural referente en la región.
Tras el fuerte deterioro sufrido, actualmente se considera como un edificio de importante valor arquitectónico, patrimonial y cultural que necesita una importante inversión para su rehabilitación.
El BOE publica la donación del Gobierno a Marruecos ?? del Gran Teatro Cervantes de Tánger.
— EM-electomania.es (@electo_mania) February 11, 2023
Fue donado al Estado español en 1928 y constituye uno de los edificios para fines culturales más importantes de la ciudad.https://t.co/PHzpEUtGFH
El Gobierno marroquí se comprometió a restaurar y gestionar el Gran Teatro Cervantes de Tánger a cambio de la cesión de la propiedad y el objetivo ahora es que vuelva a disfrutar de una condición similar a la que tenía durante sus mejores años.
Este episodio correspondiente al ámbito cultural se circunscribe también al buen momento por el que pasan las relaciones diplomáticas entre Marruecos y España, refrendado por la Reunión de Alto Nivel que se celebró recientemente en Rabat con la presencia del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y del jefe de Gobierno de Marruecos, Aziz Akhannouch. Una cumbre en la que se sellaron muchos acuerdos en diversos sectores beneficiosos para ambas naciones.
