Marruecos ha jugado un papel clave junto a Estados Unidos con respecto al aumento del horario de operación del puente Allenby por parte de Israel, la única vía por la que los palestinos de Cisjordania pueden viajar al extranjero, según la ministra de Transporte y Seguridad Vial de Israel, Merav Michael. Esta sería la primera vez que Rabat logra avanzar la causa palestina aprovechando su rápido acercamiento con Tel Aviv tras la normalización con los Acuerdos de Abraham de 2020.
Ubicado cerca de Jericó, el puente Allenby, conocido en Jordania como puente del rey Hussein y entre los palestinos como puente Al-Karameh, es un paso a través del río Jordán bajo control israelí que conecta Cisjordania y Jordania. No pudiendo utilizar los aeropuertos israelíes, esta es la única vía que tienen los palestinos cisjordanos de viajar al extranjero, permitiéndoles el acceso al aeropuerto internacional de Amán, a 50 kilómetros de distancia.
El horario de operación estaba limitado por Tel Aviv, y su apertura ininterrumpida ha sido una de las principales reclamaciones palestinas. Ahora, con este acuerdo, anunciado por Joe Biden durante su visita a Cisjordania, el paso podrá ser utilizado las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Se espera que el cambio se produzca el 30 de septiembre, mientras un grupo de trabajo ultima los detalles, entre ellos la posibilidad de que la Autoridad Palestina cuente con presencia en el cruce.
Según Michael, el rey de Marruecos, Mohamed VI, habría tenido un papel clave como mediador entre la Autoridad Palestina, Jordania e Israel, aprovechando sus buenas relaciones con todos ellos. “Su Majestad el Rey Mohamed VI jugó un importante rol en la apertura [del puente Allenby]. Conozco el alcance de su profundo compromiso con la región y la paz, y estoy segura de que seguirá siendo un factor muy útil en el futuro”, resaltó Michael en una entrevista con el canal marroquí Medi1TV. “Hemos estado trabajado en la apertura durante mucho tiempo, porque es muy importante mejorar los vínculos entre la Autoridad Palestina y Jordania. Esto es algo que debe recordarse”, añadió la política laborista.
“Mientras trabajábamos en vías separadas, fuimos informados a lo largo del proceso de los esfuerzos de Marruecos y Jordania. Ha sido el esfuerzo colectivo el que ha marcado la diferencia”, afirmó, a su vez, un alto funcionario estadounidense al diario israelí Haaretz. “Estamos encantados de ver que los Acuerdos de Abraham funcionan en beneficio de los palestinos. Esta ha sido una prioridad de la Administración Biden”, recalcó.
Además, anteriormente, el reino alauí también habría propuesto, junto a Egipto, la participación de la Autoridad Palestina en las cumbres de Néguev, según el diario marroquí Le Desk. Este formato de cooperación regional, recientemente inaugurado, reúne a Estados Unidos, Israel, Marruecos, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos para discutir asuntos regionales, y Rabat habría tratado de incluir al Gobierno palestino.
Marruecos cuenta con fuertes vínculos tanto con Israel como con Palestina, lo que le posiciona como un mediador clave. Sus vínculos con el país hebreo se remontan a hace décadas, manteniendo relaciones clandestinas hasta que, tras los Acuerdos de Oslo, Tel Aviv abrió en el país norteafricano una oficina de representación. Rabat rompió las relaciones oficiales durante la Segunda Intifada, si bien manteniendo los vínculos no oficiales, y en 2020 se unió a los Acuerdos de Abraham, normalizando las relaciones con Israel a cambio del reconocimiento de la Administración Trump de la marroquinidad del Sáhara Occidental.
Desde entonces, las relaciones bilaterales con el país levantino han mejorado rápidamente, e Israel se está convirtiendo en un socio económico y de defensa clave. En los próximos años, Tel Aviv y Rabat esperan incrementar el comercio bilateral a 500 millones de dólares, desde los 131 millones en los que se encuentran en la actualidad. Al mismo tiempo, los vínculos entre sus Ejércitos siguen rompiendo barreras, mientras Israel se está convirtiendo en uno de los principales suministradores armamentísticos de las Fuerzas Armadas marroquíes.
Pero, al mismo tiempo, la familia real marroquí ha dirigido el Comité Al Quds desde 1975, un órgano de la Organización de Cooperación Islámica destinado a apoyar la causa palestina y defender los lugares sagrados del islam, entre ellos la mezquita Al-Aqsa, un papel religioso reforzado por el título de Príncipe de los Creyentes ostentado por parte de la dinastía Alauí.
En este sentido, Rabat ha constituido uno de los principales apoyos de Palestina, un papel que no se ha resentido pese a la normalización con Israel. Anteriormente, Abás destacó la “honorable” historia de apoyo marroquí a la causa palestina de Mohamed VI y de sus predecesores, Hassan II y Mohamed V, y ahora Rabat ha utilizado por primera vez sus buenas relaciones tanto con Israel como con Palestina para lograr avances tangibles para el pueblo palestino.