Marruecos continúa al alza
Marruecos continúa con su tendencia ascendente, y es que tras la realización del PLF de 2023, en el que se valoran una serie de supuestos relacionados con el entorno nacional y elementos de incertidumbre relativos al desarrollo del país en el ámbito internacional, se ha estimado que el crecimiento económico del Reino el año que viene debería ubicarse en un 4,5%.
Según el informe, que para este año estimó un crecimiento del 1,5%, se considera que para el año 2023 la producción de cereales alcanzará los 75 millones de quintales, el precio de la tonelada de gas butano se situará en 700 dólares la tonelada, el precio medio del barril de Brent en 98,6 dólares y el tipo de cambio de dólar a dírham en 9,8 dírhams.
Este aumento en la producción del cereal generaría una subida en el valor agregado agrícola que debería crecer más de un 12%, situación que se ocasionará entre otros factores por el efecto base debido a la vuelta a una campaña normal tras este año de sequía.
Por su parte, el valor añadido no agrícola también debería seguir creciendo a un ritmo similar al de este año, pasando de un 3,6% en 2022 a un 3,8% en 2023.
Esta dinámica tan positiva que según dicho informe, Marruecos debería atravesar el año próximo, también generaría cambios en los mercados internacionales. Las exportaciones deberían crecer un 9,6%, mientras que se prevé que las importaciones reduzcan su porcentaje de crecimiento respecto al del año pasado.
Así mismo, los sectores secundario y terciario deberían consolidar sus tasas de incremento ya registradas en 2022 y seguir mejorando hasta lograr alcanzar en 2023 el 3,3 y el 3,8% respectivamente.
El aumento de la demanda debería estar impulsado fundamentalmente por el aporte de las exportaciones, que, según el informe, crecerá casi un 4%; algo que supondría una contribución positiva en el comercio exterior y que generaría un crecimiento del PIB de en torno al 0,5%.
En cuanto a la demanda de consumo final, esta debería crecer en torno al 2%, impulsada principalmente por el aumento del consumo en los hogares, que se situaría en 1,3%; una tendencia a la que contribuiría por otra parte en un 1,1% la formación bruta de capital fijo.
Cabe destacar que a partir del 2024, las previsiones contarán con una corrección del crecimiento con el objetivo de estabilizarse en su nivel de años precedentes.
