Marruecos: el reto de la obsesión alimentaria y sus implicaciones para el modelo agrícola
Existen presiones para una reforma de la política agrícola en Marruecos para garantizar la producción interna de alimentos básicos y minimizar la dependencia de importaciones. El objetivo es asegurar la seguridad alimentaria y proteger a los agricultores locales, que enfrentan amenazas como sequías, inundaciones y otros efectos climáticos extremos. Se espera que esta iniciativa reduzca los precios de los alimentos, mejore el acceso y contribuya a una mayor prosperidad para los marroquíes.
El primer trimestre de este año, se vio una tasa de inflación mucho más alta que el año anterior, alcanzando un 9,4 %, según la Alta Comisión de Planificación. Esto se debió principalmente al aumento de los precios de los alimentos en un 18,2 % durante el mismo período. Esta tasa más alta de inflación trajo consigo un aumento en los costos de la vida para la mayoría de las personas. Por otra parte, este mes de Ramadán se ha visto afectado por el aumento de precios que ha provocado una reacción negativa entre los ciudadanos marroquíes. Esto ha llevado a una coalición de partidos y sindicatos de izquierda a organizar manifestaciones de protesta en varias ciudades para exigir al Gobierno de Aziz Akhannouch que tome medidas urgentes para proteger el poder adquisitivo de los consumidores. Estas manifestaciones han causado preocupación entre algunos sectores de la sociedad marroquí, pero el tamaño de las mismas sigue siendo limitado.
El Alto Comisionado para la Planificación, Ahmed Halimi, y el ministro de Agricultura, Mohamed Siddiqui, emitieron críticas sobre los aumentos en el precio de los alimentos, debido a las fluctuaciones climáticas. Halimi consideró que el sector agrícola debe cambiar su sistema productivo para alcanzar la soberanía alimentaria, mientras que Siddiqui afirmó que los aumentos se debieron a factores externos y coyunturales, como los problemas meteorológicos.
El ministro marroquí elogió el éxito de la implementación del plan "Marruecos Verde", que ha permitido duplicar el Producto Interior Bruto del sector agrícola desde 2008, pasando de 63.000 millones a 125.000 millones de dirhams (de 6 a 12.000 millones de dólares). Esto ha sido posible gracias a los enormes recursos financieros invertidos por el Estado, ascendiendo a más de 11.000 millones de dólares durante el período 2008-2018, de los cuales el 40 % fue financiado por el estado y el 60 % por inversiones privadas.
La sequía ha afectado a la agricultura marroquí, afectando la oferta de los alimentos básicos y aumentando los precios de los insumos agrícolas, como las semillas, la energía y los fertilizantes importados. Esto ha hecho que el poder adquisitivo de los consumidores disminuya. El Plan Verde de Marruecos permitió autoabastecerse entre un 50 y un 100 %, dependiendo de las cadenas productivas, pero el país sigue dependiendo de los mercados internacionales para los precios de los artículos de consumo básico, como el trigo.
El investigador agrícola Abdul Rahim Hindof afirma que el uso de semillas adecuadas al clima local mejoraría el rendimiento de los granos de los agricultores, aumentando de 20 a 30-40 quintales por hectárea. Sin embargo, el Estado está interesado principalmente en los grandes agricultores exportadores, por lo que existe un gran retraso en este campo. Hindof cree que esto se debe a la falta de orientación agrícola y tecnologías modernas para los medianos y pequeños agricultores. La Asociación de Productores de Frutas y Verduras ha solicitado al primer ministro, Aziz Akhannouch, que reforme el sistema de mercadeo para eliminar los múltiples intermediarios que “ganan de 3 a 4 veces el valor del producto”. También pidieron que se suspenda la decisión de exportar tomates para asegurar el suministro al mercado local.
La crisis económica que está enfrentando Marruecos está generando una gran presión en el Gobierno de Aziz Akhannouch. El aumento de los precios de los combustibles como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania ha llevado a una inflación del 6,6 % en el país. El Alto Comisionado de Planificación cree que la situación seguirá así hasta que se realicen las reformas necesarias para mejorar la productividad y la comercialización. El Gobierno de Akhannouch está trabajando para encontrar soluciones a corto y largo plazo para aliviar el impacto de la crisis económica.
El informe emitido por el Banco Mundial sobre el impacto de los shocks de oferta en Marruecos destaca que el país está experimentando los efectos de una serie de choques tanto nacionales como importados. Para contrarrestar el impacto de estos choques, el Banco Central ha aumentado la tasa de interés principal al 3 % para controlar los precios, en desacuerdo con las orientaciones del Gobierno, que está tratando de reactivar el crecimiento económico al 4 %. El informe concluyó que la tasa de interés aumentada puede retardar la recuperación económica, sin embargo, se espera que Marruecos logre un crecimiento sostenible a largo plazo.
