Los marroquíes que desde Europa van y vienen a su país de vacaciones tendrán que hacerlo como el año pasado por Francia e Italia

Marruecos evita de nuevo la Operación Paso del Estrecho

photo_camera AFP/MARCOS MORENO - Fotografia de archivo, la gente espera para embarcar en los transbordadores con destino a Ceuta y Tánger en el puerto de Algeciras

En plena crisis diplomática con España debido a la acogida del líder Polisario Brahim Ghali y el paso de miles de jóvenes marroquíes por la frontera de Ceuta, el anuncio de Marruecos de volver a evitar los puertos españoles para el viaje desde Europa a sus hogares de sus conciudadanos este verano por motivos sanitarios y la COVID-19 causa cierta extrañeza en las empresas españolas que se van a ver afectadas, sobre todo las navieras, los puertos y las estaciones de servicio y hostelería del recorrido desde las fronteras españolas con Francia hasta los puertos de embarque en la costa sur española. Por ejemplo, el puerto de Ceuta dejaría de ingresar 1,2 millones de euros solo en tasas portuarias correspondientes, que sí obtuvo en 2019, con más de 300.000 marroquíes que lo utilizaron. Y otros negocios relacionados como hostelería y agencias de viajes perderían, según algunas estimaciones, cerca de la mitad de los ingresos anuales.

La medida anunciada hace pocas horas especifica que solo se permitirá la llegada de barcos procedentes de Francia, del puerto de Sete, y de Génova en Italia, como el año pasado, y con las mismas condiciones sanitarias, una prueba PCR al embarcar y otra a bordo. 

Comunicado técnico

Medios oficiales consultados, destacan que el comunicado emitido es exclusivamente técnico y se refiere a razones sanitarias, como ocurrió el año pasado. Indican que no tienen información sobre si esta decisión está, en principio ligada a la crisis diplomática entre España y Marruecos, ni si se debe considerar una medida de presión más de Rabat, junto con algunos flujos migratorios para forzar la negociación con el Gobierno español para que decida apoyar la oferta de Marruecos de otorgar una amplia autonomía al Sáhara bajo su soberanía. Una opción que en diciembre del año pasado fue respaldada por el Gobierno norteamericano del presidente Trump y que la nueva Administración Biden no ha revertido. Detrás siguieron esa estela para solucionar el conflicto del Sáhara que dura desde hace 45 años y que mantiene a más de 150.000 saharauis y otros subsaharianos malviviendo en condiciones infrahumanas en los campamentos de Tinduf, con el apoyo de Argelia al Frente Polisario. 

Coches aparcados frente a un quiosco de venta de billetes para los transbordadores con destino a Ceuta y Tánger, cerca de Algeciras, el 8 de agosto de 2013

El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí emitió tres comunicados durante la estancia del líder Polisario Brahim Ghali expresando su enorme malestar por la decisión del Gobierno español que no había sido comunicada ni explicada debidamente y, en el tercero, resaltaba que la posición marroquí era que al igual que habían hecho Marruecos con la crisis por los independentistas de Cataluña en España defendiendo la integridad territorial de su vecino y socio privilegiado, ahora reclamaba el mismo trato de España hacia la integridad territorial marroquí respecto del Sáhara. 

Desde la salida de España, el pasado 1 de junio, de Brahim Ghali no se conocen datos de algún posible contacto o iniciativa o intermediación que permita a España y Marruecos recuperar la confianza y el estado de las relaciones anterior a la crisis.

Personas esperan para embarcar en los ferris con destino a Ceuta y Tánger en el puerto de Algeciras el 8 de agosto de 2013
Sin Paso del Estrecho en 2020

El año pasado, de común acuerdo, las autoridades españolas y marroquíes decidieron suspender la denominada Operación Paso del Estrecho, conocida en Marruecos como Operación Marhaba (bienvenido en árabe) que, en el año anterior, 2019, había tenido un balance global de viajes de ida y vuelta de 3.243.045 personas y de 760.215 vehículos, incluidos varios destinos en Argelia. En la operación intervienen 21.000 personas y representa decenas de millones de euros.

Los puertos españoles utilizados fueron Algeciras, Tarifa, Alicante, Almería, Málaga, Motril y Valencia, para la ida, y los puertos de la fase de retorno fueron Alhucemas, Argel, Ceuta, Ghazouet, Melilla, Mostaganem, Nador, Orán, Tánger-Med y Tánger-Ville. 

Las empresas que se verán afectadas son Balearia, Transmediterránea, Intershiping, FSR y AML (Äfrica Morocco Link). 

Marruecos une esta decisión al cierre desde hace más de un año de las fronteras con Ceuta y Melilla con la justificación oficial de prevenir los contagios. Además, el país magrebí había decretado el cierre de los vuelos de compañías aéreas de 41 países hasta el 10 de junio como medida complementaria para luchar contra la pandemia del coronavirus. 

Ahora, a partir del 15 de junio se retoman los vuelos exteriores según dos listas de países según la gravedad de la pandemia. Una zona A con menos gravedad, donde esta España, países europeos y Estados Unidos, solo se pide una prueba PCR con 48 horas de antelación. Y la zona B con países donde la situación es mucho más grave. 

El Gobierno de Rabat siempre ha adoptado medidas restrictivas muy exigentes desde el primer momento de conocerse la extensión de la pandemia a primeros del año 2020 y los resultados es que el número de fallecimientos no llegan a los 10.000. Además, ha logrado una campaña de vacunación bastante extensa entre su población llegando a tener vacunados con las dos dosis a más de 5 millones de sus habitantes. 

La Operación Paso del Estrecho representa el mayor movimiento de ciudadanos y vehículos entre dos continentes, Europa y África entre los meses de junio y septiembre y requiere una estructura organizativa y operativa; Plan de flota adecuado a las necesidades; dimensionamiento de oferta y capacidades portuarias; dispositivo de seguridad; servicios sociales y sanitarios; áreas de descanso, información vial, seguridad vial y sistemas de información. 

El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, asiste a una rueda de prensa conjunta en la capital, Rabat, el 24 de enero de 2020
Un complejo engranaje de 21.000 personas

Para entender la magnitud de este dispositivo conviene recordar qué supone cada año organizar la OPE. Se trata de un complejo engranaje y un ejemplo de coordinación entre diferentes organismos integrado por más de 21.000 personas que se pone cada verano en marcha para gestionar la mayor migración regulada del año entre Europa y África, bajo la dirección de la subsecretaría del Ministerio del Interior y la coordinación la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.

En total, en la OPE están implicadas 11 direcciones generales, cuatro delegaciones y seis subdelegaciones de Gobierno, dos comunidades autónomas, 14 ayuntamientos y los nueve puertos de embarque: Algeciras y Tarifa en Cádiz, Málaga, Motril (Granada), Almería, Alicante, Valencia, Ceuta y Melilla. En el lado humano, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Dirección General de Tráfico, de Puertos del Estado, sanitarios, traductores y personal de Cruz Roja.

El objetivo es garantizar la máxima fluidez en los embarques y la seguridad de los viajeros, que en 2019 contaron con siete compañías navieras con 34 buques y con un enorme despliegue sanitario y social.

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