Desigualdad, el reto de un país que intenta modernizarse

Marruecos: modernización condicionada por la COVID-19

photo_camera PHOTO/AFP - Terminal I del puerto de Tanger Med en la ciudad n de Tánger

El año de pandemia de coronavirus ha afectado a todos los países del mundo y ha condicionado el proceso emprendido por Marruecos de cambio de modelo de desarrollo en su economía para afrontar el mayor reto que amenazaba la estabilidad y la modernización del país, como es la desigualdad. Fue el propio rey Mohamed VI quien impulsó la reforma. En su discurso del Trono del 30 de julio de 2019, un día antes de cumplir 20 años como rey, reconoció y lamentó, que los frutos económicos de su reinado no hayan llegado a todas las regiones y clases sociales del país, y dispuso la formación de un comité para diseñar un nuevo modelo de desarrollo. Pocos meses después, la aparición del coronavirus ha paralizado, durante al año 2020 casi totalmente, la actividad económica, las fronteras se mantienen cerradas con lo que su importante industria turística ha sufrido notables pérdidas y sus consecuencias se pudieron observar en la llegada de miles de jóvenes a la frontera con Ceuta con la ilusión de cruzar a España para buscar mejores condiciones de vida. El cese del tráfico de las porteadoras por el cierre de la frontera durante los últimos meses ha significado que miles de personas de la región sufran muchas dificultades en su vida diaria. 

Vagón de un tren de alta velocidad TGV producido por Alstom se ve mientras llega al puerto marroquí de Tánger, el 30 de junio de 2015 PHOTO/AFP

En esa región se concentraban algunas células islamistas radicales con conexiones con el terrorismo del Daesh. La actuación antiterrorista de los servicios de seguridad marroquíes es clave para evitar la actuación terrorista en Marruecos, asi su cooperación con la Unión Europea y muy directamente con España donde hay intercambio de jueces y policías en cada uno de los países. Marruecos sufrió en 2003 un gran atentado en la Casa de España de Casablanca con 43 muertos y otro en 2011, en el café Argana de Marrakech con 17 fallecidos. Con ocasión de trasladar personalmente el pésame al pueblo marroquí y a su rey, Juan Carlos I se desplazó a Marrakech y además de trasladar las condolencias pudo solucionar con Mohamed VI una de las crisis más graves entre España y Marruecos de los últimos años. La relación entre las casas reales de los dos países sigue siendo clave.

Línea de montaje de automóviles en la planta de montaje de automóviles Renault-Nissan Tanger en Melloussa, al este de la ciudad portuaria de Tánger AFP/FADEL SENNA
Acabar con las desigualdades

A pocos kilómetros de Ceuta se encuentran ciudades como Tánger y Tetuán con un desarrollo económico y social impresionante. Es uno de los principales polos de desarrollo en Marruecos, junto con Casablanca, para lograr un crecimiento económico del 4,4% en 2021, frente a la caída del 5,8% en 2020. Entre los sectores principales de su actividad Tanger Med, el gran puerto ya ampliado que está logrando grandes cuotas en el Mediterráneo; las fábricas de coches de Renault-Nissan y de PSA y de sus derivados como la planta de la empresa española Antolín y tren de alta velocidad inaugurado en 2018 entre Tánger-Casablanca-Rabat. 

Otra de las obras emblemáticas es la construcción de la central solar Noor en Uarzazate. Marruecos ya dispone del 35% de la energía con renovables.  El gran teatro y el puente de Rabat son grandes obras que representan la modernidad con el respaldo de un crecimiento económico que en los últimos 20 años ha sido de una media del 3,5%. 

Fotografia de archivo, el rey Mohamed VI de Marruecos AFP/FADEL SENNA

Para conseguirlo este año, Mohamed VI ha vuelto a sorprender con decisiones arriesgadas pero efectivas. Emprendió la campaña de vacunación contra el Covid con más del 12% de la población totalmente vacunada. No llegan a 10.000 las personas fallecidas por el virus. Diversificó su economía acometiendo reformas estructurales, incrementó el sector industrial en automoción, electrónica, aeronáutica, dispuso de exenciones fiscales para atraer inversiones y adoptó ayudas empresariales. Es cierto que depende del buen tiempo y de sus exportaciones a la Unión Europea, sobre todo en el sector agrícola, el 13% de su PIB; y que, como el propio rey reconocía en su discurso, hace falta mejorar la educación, la formación profesional y las dificultades de financiación.  Puso especial empeño en la nueva ley de Enseñanza aprobada en 2019. 

También a pocos kilómetros al sur de Ceuta se encuentra el Rif, la región donde se demandan servicios básicos como un hospital o institutos o mejorar los transportes o impulsar su potencial económico y que forzó al rey a cesar a varios ministros en busca de soluciones. Los indultos reales han llegado a centenares de presos menos a los líderes de las protestas como Nasser Zafzati. 

Vehiculos en la terminal I del puerto Tanger Med PHOTO/AFP
Veinte años son mucho

Los expertos que conocen Marruecos recurren a un hecho incontestable: en estos 21 años de reinado de Mohamed VI la evolución y el cambio ha sido espectacular. La recomendación es mirar las calles, es raro encontrar los viejos mercedes desvencijados o un carro tirado por un burro, se ha renovado todo el parque automovilístico. En 1999 había, 400 kilómetros de autopistas, ahora hay 1.800. El viaje de Tánger a Casablanca tarda poco más de una hora gracias al tren de alta velocidad, inaugurado en 2018. Esta ha sido una de las más controvertidas decisiones del monarca alauí que ha sido reconocida por sus primeros resultados. Nada más llegar al trono en 1999 con 35 años, Mohamed VI era consciente de la gran personalidad de su padre, Hassan II, y de la necesidad de marcar sus propias formas más volcadas hacia las necesidades interiores de los marroquíes y no tanto a las relaciones internacionales. Aprovechó las reformas emprendidas con la reforma constitucional de 1997, ratificó al socialista Abdelrramán El Youssoufi como primer ministro y dio el golpe al cesar al todopoderoso y temido ministro del Interior durante 20 años, Dris Basri.  Comenzó con mucho empuje su reinado consciente de la necesidad de anclar a Marruecos en el siglo XXI con los cambios y reformas adecuados en el terreno político, en el económico-comercial, en el energético y en lo social. Pero, sobre todo, en algo tan complicado como la mentalidad. Queda mucho por hacer, pero en el camino se ha avanzado con el código de familia en 2004 donde los derechos de las mujeres se han reconocido y respetado, aunque quedan situaciones pendientes como las bodas de menores. 

Centro de vacunación en Rabat, Marruecos PHOTO/AP
Reforma clave de la Constitución en 2011

Uno de los puntos cruciales de referencia, hasta el momento, del reinado de Mohamed VI se produjo a raíz de la aparición en varios países de la Primavera Árabe. En Marruecos se constituyeron varios movimientos de protesta que fueron contrarrestados con una reforma constitucional en la que el rey renunciaba a su carácter sagrado y recortaba parte de sus poderes y mantuvo los ministerios clave denominados de soberanía como Asuntos Exteriores, Interior y Asuntos Religiosos; así como la inviolabilidad de su persona y ser la máxima autoridad religiosa como Comendador de los Creyentes. Un miembro cercano al círculo de poder marroquí reconocía la habilidad del rey de ponerse al frente de las reivindicaciones populares. En ese momento, el resultado de las elecciones deparó un gobierno encabezado por el partido islamista moderado PJD, partido Justicia y Desarrollo, que renovó la confianza de los electores en 2016. Desde entonces, la corona marroquí y el gobierno cohabitan con respeto, pero con una influencia final del jefe del Estado.  Las próximas elecciones generales están previstas para después del verano.

Un vehículo de las Fuerzas Auxiliares del Ministerio del Interior de Marruecos patrulla un barrio, haciendo cumplir el bloqueo reimpuesto debido a la pandemia de coronavirus COVID-19, en el casco antiguo de la capital, Rabat, el 24 de diciembre de 2020 AFP/FADEL SENNA
Regularización de inmigrantes

En el ámbito de la inmigración, Marruecos decidió dar un cambio en su estrategia regional y tomó varias decisiones trascendentes como el regreso a la Unión Africana, organización que había abandonado al acoger a la República Árabe Saharaui Democrática. Desde entonces, la diplomacia marroquí ha logrado que más de diez países africanos cambien su posición y abran representación diplomática en el Sáhara, reconociendo así la soberanía marroquí sobre lo que consideran sus provincias del sur, tal y como ha hecho Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, entre otros. El gran espaldarazo de Washington es utilizado por Rabat para conseguir más apoyos como el de Francia y pretende también el de España y de la UE. La negativa española, por el momento, enturbia las relaciones que han entrado en una crisis grave por la presencia en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario y el asalto de miles de jóvenes en la frontera de Ceuta. 

Marruecos cambió su política de inmigración para reforzar su papel de líder africano con la regularización de más de 50.000 subsaharianos en los últimos cinco años. 

Artículo publicado en ABC el domingo 23 de mayo de 2021

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